Nunca, hasta ahora, había sido tan claro asistir a cómo determinados poderes construyen una noticia, o bregan porque un pensamiento se convierta en único. El aviso nos lo dio, hace ya tiempo, el anterior presidente, Garre, consciente del problema al que se enfrentaba, y durante estos meses la jugada ha estado madurando, aunque durante el proceso electoral intentaron evitar por todos los medios la palabra AVE o soterramiento.
Tenían ya una hoja de ruta en la que habían logrado envolver a la CROEM, que tras la marcha de Miguel del Toro se ha transformado en un firme pastor del Gobierno popula; no en vano su presidente sale en los videos de promoción, como otro director teatral que ahora le ha dado por ser también pro-AVE, y algún otro periodista crédulo del marketing político. Todos ellos como en una black-op salieron al mismo tiempo, un domingo, porque el manifiesto se firmaba un lunes. Una operación bien orquestada y definida.
Lo curioso de toda esta historia es que hace ya tres años se intentó, sin éxito, convencer a la CROEM para lograr un frente común en la defensa del ferrocarril, que lograra la variante de Camarillas, que ahora pagará la Autoridad Portuaria en vez del Estado, para dar viabilidad al proyecto Gorguel; y dicen adiós a las circunvalaciones de mercancías, a la conexión con Andalucía, a la mejora del cercanías y a la integración urbana mediante soterramiento y estación intermodal, tanto aquí como en Lorca. La respuesta fue un 'no' tan sonoro como rotundo a estas necesidades e intereses generales de nuestra región. Ellos llevaban su camino, al dictado del poder que los acoge y los protege en su seno: “¡AVE YA, lo demás no importa!”.
Con estos mimbres se ha orquestado una sucia operación política de manipulación social. La bandera del AVE, recuperando las formas del “Agua para todos”, contiene algunos problemas de alto calado, porque aunque lo intentan ocultar, la Plataforma Pro-Soterramiento pide el soterramiento de las vías sin entrar en qué trenes vengan por ellas. Lo que llevamos años solicitando es el cumplimiento del Convenio de 2006 con soterramiento del trayecto ferroviario urbano, que costó muchas multas firmar y que a día de hoy se incumple, pues no existe ningún proyecto de llegada soterrada, sino uno de llegada en superficie que ha sido denunciado por carecer de Estudio Informativo propio y de incumplir la DIA (Declaración de Impacto Ambiental). Ante esta denuncia, se ha decidido una reforma o una modificación, que se ha vendido como un pacto PP-C’s, según un acuerdo firmado a espaldas del Ministerio de Fomento, que lo desconoce según el propio delegado del Gobierno.
El modificado, sin embargo, señala con más claridad al Gobierno como incapaz de gestionar una obra ilegal, que no sólo atañe a la Senda de Los Garres, sobre la que una y otra vez se realizan parches para intentar solventar el pecado original que fue la licitación de una obra en superficie que se niegan a parar aunque sea ilegal, intentando para ello influir en la Fiscalía y en los jueces de la Audiencia Nacional, en Madrid, a los que sus perdigonadas les importan un bledo.
En consecuencia estamos hablando de una de esas “patadas adelante” con portada de periódico, propia del Partido Popular, que salva la cara 'pero no el culo'. La firma de Ciudadanos legitima un manifiesto de una sociedad progubernamental dócil con un partido que no ha entendido cuál es el problema, al tiempo que lo hace culpable, a los ojos de la opinión pública, de un problema mal gestionado por otros. Una inteligente propuesta del PP que deja clavado, por emplear un término ajedrecístico, a Ciudadanos y al acomplejado PSOE, que temeroso se pliega al poder no vaya a ser que pase como con el 'Agua para Todos'.
Mientras tanto, todos acusan a esta Plataforma, que lo que busca es el soterramiento de las vías desde hace ya 25 años, de oponerse a algo en lo que nunca ha entrado, el AVE, cuando ésta lo único que ha dicho es que la obra es ilegal por plantear una llegada en superficie, porque si ha de llegar lo tiene que hacer con un proyecto soterrado, que no existe, y con una financiación que no está clara ni comprometida oficialmente. Modificar una obra ilegal es reconocer el error, y lo que no sabemos es cómo se lo explicarán al juez. Puede resultar divertido; como entretenido será para los Colegios Profesionales, que en algunos casos tienen que visar proyectos, verse que han comprometido su integridad, si en un futuro lo indica un juez, por pedir que no se paralice una obra ilegal; pero para entonces todos tendrán memoria de pez, menos esta Plataforma que en 25 años tiene un archivo más que interesante.
Pero lo mejor de toda esta historia es que los diputados populares saben, así lo reconocen en privado, que con el dinero no pueden hacer nada y que la operación de 'marketing' político no sólo tiene como misión hacer un “prietas filas” para conquistar la sociedad murciana, sino también, como mostraron en Murcia, exigir a su propio partido que invierta en la Región, pues el PP ante el problema catalán y como medida de presión ha decidido dejar de lado la inversión en el Corredor de mercancías del que nadie habla, y en el que no se va invertir excepto testimonialmente, en Almería. Una dejadez en la inversión que intentan tapar con este movimiento, con la aquiescencia de la CROEM, que trae importantes problemas para la Región de Murcia y su vertebración ferroviaria y sobre todo para las Cercanías de Lorca.
La llegada en superficie del tren trae consigo la separación en un andén aparte de los Cercanías de Lorca/Águilas, los más caros del país, con un incremento brutal del billete que permite que se sigan incrementado los ingresos a pesar de la pérdida de viajeros derivada de la crisis. El resultado es que estos cercanías con los trenes más antiguos del país, de mediados de los ochenta del siglo pasado, en una vía del XIX llena de precauciones, se verán muy afectados, con lo que, con la posible eliminación de la consideración de utilidad pública, puedan verse cerrados en un futuro, mientras la sociedad murciana discute de un pájaro que lleva esperando no se sabe cuánto tiempo; con lo que el PP ha logrado lo que quería: tapar su nefasta gestión, una variante de Camarillas que va a ser pagada por la Autoridad portuaria, unos Cercanías que se caen a pedazos y en los que no se invierte, una conexión a Cartagena que no está prevista, unas circunvalaciones de mercancías que no llegan a ningún sitio; en resumen, un desastre que intenta ser tapado con la idea del “AVE para todos”.
Nunca, hasta ahora, había sido tan claro asistir a cómo determinados poderes construyen una noticia, o bregan porque un pensamiento se convierta en único. El aviso nos lo dio, hace ya tiempo, el anterior presidente, Garre, consciente del problema al que se enfrentaba, y durante estos meses la jugada ha estado madurando, aunque durante el proceso electoral intentaron evitar por todos los medios la palabra AVE o soterramiento.
Tenían ya una hoja de ruta en la que habían logrado envolver a la CROEM, que tras la marcha de Miguel del Toro se ha transformado en un firme pastor del Gobierno popula; no en vano su presidente sale en los videos de promoción, como otro director teatral que ahora le ha dado por ser también pro-AVE, y algún otro periodista crédulo del marketing político. Todos ellos como en una black-op salieron al mismo tiempo, un domingo, porque el manifiesto se firmaba un lunes. Una operación bien orquestada y definida.