Hace unos meses desde el Ayuntamiento de Murcia y la Fundación CEPAIM, se propusieron financiar seis proyectos artísticos y de intervención social para que formaran parte del II Festival Microacciona que se iba a celebrar en Beniaján entre octubre y diciembre de 2015.
El Colectivo Sobrexpuesto, formado por Néstor Lisón, Tomás García, María Luján y quien firma este texto, decidió presentar un proyecto que mezclaba la fotografía, la investigación histórica y la participación de la comunidad educativa de un colegio, de los llamados rurales, en un barrio de Beniaján llamado El Bojar, o el Bojal según quien lo nombre. Nuestro proyecto resultó ser uno de los seleccionados y nos pusimos a trabajar.
La intención fundamental ha sido recuperar la memoria de un espacio histórico, como es la antigua Escuela Unitaria Doble -hoy CBM Ntra. Sra. de Fátima-, para que los usuarios del cole y los vecinos que cada día se cruzan con este viejo edificio se acercaran a él con otra perspectiva, con otra mirada. La investigación histórica inicial fue la parte de la que yo me encargué y eso nos llevó de forma casi natural a dividir el trabajo de campo tres aspectos, ligados además a las características de los tres fotógrafos que forman parte del Colectivo Sobrexpuesto.
Tomás García se ocupó de lo que hemos llamado “El cuerpo”. Fotografió el colegio, el paisaje, las calles, las casas-cueva y las nuevas construcciones de El Bojal. Con sus fotos ha mostrado el soporte vital de la escuela como concepto. La escuela es la escuela, y ese edificio que todos identificamos cuando lo tenemos delante, crea redes y conexiones invisibles entre las gentes que han pasado por sus aulas o han tenido alguna relación profesional o personal con él. De ahí que necesariamente tengamos que llegar a la parte que Néstor Lisón ha reflejado con sus mágnificos retratos, y a la que hemos llamado “El alma”.
“El alma” son las personas que dan vida a esos edificios. Los maestros y maestras, las conserjes, las educadoras de comedor, los padres y madres y sobre todo a los alumnos: son los que importan y los que han estado allí desde que un decreto ministerial del 15 de julio de 1932 fundara una escuela unitaria doble en El Bojar. El mismo decreto por el que se crearon otras 89 escuelas unitarias en el municipio de Murcia y que merecerían ser recordadas como reflejo del esfuerzo de alfabetización que llevó a cabo la II República en toda España.
La tercera sección, la que hemos denominado “El corazón”, es un trabajo intimista de María Luján. Esta fotógrafa ha puesto a funcionar el microscopio y nos muestra un mundo escolar maravilloso, repleto de lápices de colores, tizas, instrumentos musicales, pupitres, sillas “patas arriba”, bandejas del comedor y una multitud de tareas fabricadas por ese corazón palpitante que forman los niños y niñas de tres a doce años que habitan este “universo paralelo”.
La exposición es el resultado de todo este trabajo, de meter en una coctelera arte, historia y personas con la intención de Memoria. Su título es “Una arquitectura social: el Colegio Ntra. Sra. de Fátima de El Bojar”, y estará abierta hasta el 1 de marzo en el Centro La Estación de Beniaján.
Hace unos meses desde el Ayuntamiento de Murcia y la Fundación CEPAIM, se propusieron financiar seis proyectos artísticos y de intervención social para que formaran parte del II Festival Microacciona que se iba a celebrar en Beniaján entre octubre y diciembre de 2015.
El Colectivo Sobrexpuesto, formado por Néstor Lisón, Tomás García, María Luján y quien firma este texto, decidió presentar un proyecto que mezclaba la fotografía, la investigación histórica y la participación de la comunidad educativa de un colegio, de los llamados rurales, en un barrio de Beniaján llamado El Bojar, o el Bojal según quien lo nombre. Nuestro proyecto resultó ser uno de los seleccionados y nos pusimos a trabajar.