A ti que estás esperando alguna luz que ilumine el camino, a ti que tienes experiencia, ilusión y muchas ganas, y no te dan una oportunidad porque al parecer los años te sobran. A ti que cada día te levantas pensando que el nuevo día te va a traer algo bueno en la vida. A ti que te quitas de comer tú, para que coman tus hijos o nietos. A ti que repartes tu pensión entre hijos y nietos.
A ti que no tienes ninguna ayuda estatal ni familiar para salir adelante, y sin embargo, tienes una sonrisa para todo el mundo, y no abandonas la lucha ni pierdes la esperanza. A ti que lo has perdido todo excepto la dignidad, porque la dignidad no esta en lo material. La dignidad esta presente en las personas cuando hacen lo que piensan y son sinceras consigo mismas y con el mundo.
El estado de bienestar ha sido aniquilado al igual que los derechos de los ciudadanos. La base de cualquier sociedad civilizada es el cumplimiento de los derechos y deberes de sus integrantes. Las leyes han de estar puestas para organizar y facilitar nuestra convivencia, no para perjudicarla.
Siento que estamos siendo testigos del final de algo y el comienzo de otra cosa. Y ante este cambio podemos enfrentarnos a él o facilitar el cambio y dejar que fluya. ¿Alguna vez te has preguntado el porqué las cosas son como son, el porqué hacemos lo que hacemos sin cuestionarnos nada? Y no estoy hablando solo a nivel global sino en nuestro microcosmos, en nuestro entorno.
La sociedad, al igual que la persona, fluye como fluye un rio. No podemos estar siempre poniéndole diques para que todo siga igual y nada cambie. Los cambios no son ni buenos ni malos, son sólo cambios. Cuando nos cambiamos de ropa, nos sentimos mejor, porque si seguimos con la misma ropa todo el tiempo nos sentiríamos fatal además de estar sucios. Los cambios son necesarios porque cambiar es vivir, es adaptación. Y se cambia cuando lo que tenias hasta entonces, no te sirve ya para vivir mejor o simplemente para vivir. ¡Cuánto sufrimiento nos ahorraríamos si aceptáramos el cambio como parte de la vida! Los criterios de pensamiento y actuación que hemos estado utilizando hasta ahora se han quedado obsoletos y ya no nos sirven para nada. Si acaso para hacernos la vida más difícil los unos a los otros.
Por ello, te pido a ti y a vosotros que comencemos a escucharnos y actuemos más como grupo que como individuo, porque el grupo necesita al individuo para constituirse como tal, pero el individuo no puede vivir sino es dentro del grupo. El ser humano necesita del resto de los seres humanos para vivir. Y no se puede vivir si no confías en el que tienes enfrente, porque piensas que solo se preocupa por sí mismo y que lo único que le interesa es su ego.
El ciudadano como ciudadano necesita creer que el sistema funciona, y que el político que ha elegido le representa. Así la democracia funcionaría y todos los sectores de una sociedad se verían reflejados en las instituciones del Estado. Pero resulta que no es así, que nada más lejos de la realidad. Por ello comencemos a aceptar el cambio y cambiemos lo que no nos sirva. Porque cambiando nosotros, cambiaremos el mundo.
A ti que estás esperando alguna luz que ilumine el camino, a ti que tienes experiencia, ilusión y muchas ganas, y no te dan una oportunidad porque al parecer los años te sobran. A ti que cada día te levantas pensando que el nuevo día te va a traer algo bueno en la vida. A ti que te quitas de comer tú, para que coman tus hijos o nietos. A ti que repartes tu pensión entre hijos y nietos.
A ti que no tienes ninguna ayuda estatal ni familiar para salir adelante, y sin embargo, tienes una sonrisa para todo el mundo, y no abandonas la lucha ni pierdes la esperanza. A ti que lo has perdido todo excepto la dignidad, porque la dignidad no esta en lo material. La dignidad esta presente en las personas cuando hacen lo que piensan y son sinceras consigo mismas y con el mundo.