Ahora sí, ahora no, ahora sí porque lo digo yo. Esta es la historia del Puente Viejo. Ahora lo cierro, ahora lo abro y mañana hará como tenía que hacerlo. Tanto viaje para tan pocas alforjas. Las cosas como son. Otra que se apunta el ministro de Fomento, sin tener que usar Twitter. Pero las promesas de Ballesta se las lleva el viento, eran imposibles de cumplir y además iban en contra de lo que él mismo había planificado siendo alcalde, aunque luego se le olvidase para ganar unas elecciones e hiciese una oposición indigna que nadie le ha echado en cara.
El plan de movilidad, el eterno plan de movilidad de un acalde que ha pasado de querer acabar con las obras, de hacer una nueva ordenación con un comité de expertos internacionales que nadie conoce, a solventar el caos en notas de prensa antes de tomar medidas. El destartalado mundo de los sueños. Algunos, que sabemos de qué va la cosa, ya decíamos que esto eran habas contadas, pero otros, entre los que se cuentan quienes apoyaron dando horas de medios a quienes no eran más que una cadena de transmisión del Partido Popular, decidieron hacer creer que… En resumen, somos un producto de marketing sin futuro; tener ideas megalómanas es un defecto, venderlas y que te las compren una virtud, que no se hagan una puñeta para los ciudadanos que seguimos viviendo en la ciudad y estamos hasta las narices de ver portadas sin hechos, a no ser que demos el tostón hasta la extenuación.
No extraña a nadie, por tanto, que en el Ayuntamiento estén de bajón, acumulan una serie de importantes críticas. La última la mascletà, que nadie sabe qué pintaba en Murcia, excepto la alcaldía. Lo mismo era alguna ocurrencia del gobierno popular de Valencia para venderlos en los periódicos de allí. Espero que encima no hayamos sido los primos en pagar las cuentas de tal ocurrencia. Nada más que nos faltaba que hiciéramos publicidad pagando por una fiesta que ni siquiera es de esta Región, luego andamos apuntándonos el tanto de “marca Murcia”, pero seamos sinceros, una mascletà puede ser de muchos sitios, pero fijo que no es de Murcia. A no ser que sean los guionistas de misión risible.
Entre tanto, la oposición, en manos del nuevo portavoz del PSOE, gana puntos. Preparada y con los pies en la tierra, está empezando a marcarle el paso al gobierno municipal y eso que, según me cuentan, todavía no han empezado con todo lo que tienen previsto. Se le acabó a Ballesta lo de prometer sin fecha o hasta que lleguen las próximas elecciones, se le acabó la patada para adelante sin hacer nada, se le acabó el tener a los zagales abandonados. Con lo que dejó dispuesto Antonio Benito para la educación pública y han puesto como sustituta, que ya estaba antes, a la directora de un centro privado, de Molina, pero privado. Ahí es nada.
Gino en los plenos los vuelve locos, tiene además sabiduría, buen hacer, excelente dicción o un maravilloso humor. Que se lo pregunten a Antelo en la pasada legislatura. Si el PSOE consigue hacer una buena oposición, puede volver loco al PP municipal; su mayoría absoluta no les permite echarle la culpa a ningún partido de coalición, ni encubrir sus defectos con los demás, y pasados los cien días, decir que la culpa es de los de antes. Máxime cuando ahora no hacen nada y las pocas ideas buenas que tienen se las copian a Gino.
Ahora sí, ahora no, ahora sí porque lo digo yo. Esta es la historia del Puente Viejo. Ahora lo cierro, ahora lo abro y mañana hará como tenía que hacerlo. Tanto viaje para tan pocas alforjas. Las cosas como son. Otra que se apunta el ministro de Fomento, sin tener que usar Twitter. Pero las promesas de Ballesta se las lleva el viento, eran imposibles de cumplir y además iban en contra de lo que él mismo había planificado siendo alcalde, aunque luego se le olvidase para ganar unas elecciones e hiciese una oposición indigna que nadie le ha echado en cara.
El plan de movilidad, el eterno plan de movilidad de un acalde que ha pasado de querer acabar con las obras, de hacer una nueva ordenación con un comité de expertos internacionales que nadie conoce, a solventar el caos en notas de prensa antes de tomar medidas. El destartalado mundo de los sueños. Algunos, que sabemos de qué va la cosa, ya decíamos que esto eran habas contadas, pero otros, entre los que se cuentan quienes apoyaron dando horas de medios a quienes no eran más que una cadena de transmisión del Partido Popular, decidieron hacer creer que… En resumen, somos un producto de marketing sin futuro; tener ideas megalómanas es un defecto, venderlas y que te las compren una virtud, que no se hagan una puñeta para los ciudadanos que seguimos viviendo en la ciudad y estamos hasta las narices de ver portadas sin hechos, a no ser que demos el tostón hasta la extenuación.