Me cuesta entender que representantes de un partido, en este caso de Vox, vayan a las puertas del Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE) a criminalizar a las personas migrantes e identificarlas con la delincuencia. En vez de hacer eso, podrían haber entrado, darles la mano como saludo y ofrecerles una amplia sonrisa, sentarse con ellos y escucharles. No les conocen, no saben nada de ellos, en cambio, no tienen ningún reparo en lanzar a los cuatro vientos que estas personas vienen a delinquir. Demasiada maldad humana acumulada en sus corazones.
Me cuesta entender que estos representantes políticos vayan a la puerta del CATE a despreciarlos como personas, a decir que su política de desprecio se va a traducir en el maltrato institucional y no en la acogida, cuando sabemos que esta gente busca trabajo, unos en España, otros en Francia, porque en su países de origen están aplastado por la miseria y hay compatriotas que les han dicho que pueden encontrar trabajo allí. Muchas de estas personas acaban en trabajos mal pagados y explotados y lo hemos visto en varias operaciones judiciales y policiales por la explotación laboral. Hemos visto situaciones y condiciones indignas e inhumanas de explotación laboral. El delito siempre hay que personificarlo, por eso, no podemos ni debemos decir que todos los empresarios son explotadores.
Y, esto lo refuerzan con las mentiras, con las noticias falsas, cuando afirman que estas personas reciben ayudas automáticamente sabiendo que es falso porque para recibir ayudas necesitan estar regularizados y cumplir unos requisitos, y, además, solo pueden solicitar la regularización cuando demuestras que llevas tres años residiendo en el país, no antes. Lo que les espera no son ayudas, sino un autobús mugriento que los lleva muy temprano a los campos, echan muchas horas con un salario muy bajo; eso es lo que les espera. Por cierto, son trabajos que los españoles y españolas no queremos.
Me cuesta entender que cuando una persona de este colectivo comete un delito, automáticamente, se identifique con todo el colectivo. En cambio, todo lo que aportan a nuestro bienestar económico y cuando realizan una acción heroica guardan cínicamente silencio. Y, esto es fácil de entender porque si hay alguien que dijera que todos los de Vox son traficantes de drogas porque han detenido a una concejala de Vox en Parla por narcotráfica y pertenencia a una organización criminal, sería injusto. Por cierto, esta concejala atribuía el tráfico de droga a las personas migrantes. Si una persona de un partido comete un delito, ¿todos de su partido han cometido el delito y son delincuentes? La respuesta es obvia que no, entonces ¿por qué esto se aplica a las personas migrantes? Vuelvo a repetir, demasiada maldad humana en nuestros corazones.
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define el racismo como: “Exaltación de las peculiaridades raciales de un grupo étnico, especialmente cuando se opone a otro u otros y que conlleva actitudes de intolerancia o rechazo. Doctrina antropológica o política basada en este sentimiento”. Y, define el odio como: “Antipatía y aversión hacia alguna cosa o persona cuyo mal se desea”. Es más que obvio que esa visita al CATE por parte del grupo político de Vox responde a una actitud racista y de odio. ¡Qué tristeza!
Todo esto es expresión de la maldad humana, de un corazón racista, xenófobo, del odio a personas que ni siquiera conocen. Y, esa maldad humana la contagian y ganan el relato del odio al diferente, al pobre, al migrante, incluso, en personas de un buen corazón. Además, se recrean en esa maldad y en esa crueldad diciendo que van a cerrar el CATE, los van a deportar y ese terreno lo van a convertir en una playa, sabiendo que no tienen competencias para ello.
Me consta que el discurso del odio lo han ganado y el relato lleno de noticias falsas lo han ganado y esto es difícil de romper porque en nuestra cultura amar y buscar la verdad no interesan mucho.
El discurso que hay que mantener es el discurso de la humanidad, seguir ofreciendo noticas concorde con la realidad y, sobre todo, seguir manteniendo un pensamiento crítico y un corazón lleno de sensibilidad, conciencia social, dignidad humana y fraternidad.
Posdata: Recordar a los cristianos, en especial, a los católicos, que desde la fe todas las personas somos hijos e hijas de Dios y, por tanto, todos somos hermanos y hermanas, y, por tanto, las personas refugiadas e migrantes formamos parte de esa fraternidad universal querida por Dios.
Me cuesta entender que representantes de un partido, en este caso de Vox, vayan a las puertas del Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE) a criminalizar a las personas migrantes e identificarlas con la delincuencia. En vez de hacer eso, podrían haber entrado, darles la mano como saludo y ofrecerles una amplia sonrisa, sentarse con ellos y escucharles. No les conocen, no saben nada de ellos, en cambio, no tienen ningún reparo en lanzar a los cuatro vientos que estas personas vienen a delinquir. Demasiada maldad humana acumulada en sus corazones.
Me cuesta entender que estos representantes políticos vayan a la puerta del CATE a despreciarlos como personas, a decir que su política de desprecio se va a traducir en el maltrato institucional y no en la acogida, cuando sabemos que esta gente busca trabajo, unos en España, otros en Francia, porque en su países de origen están aplastado por la miseria y hay compatriotas que les han dicho que pueden encontrar trabajo allí. Muchas de estas personas acaban en trabajos mal pagados y explotados y lo hemos visto en varias operaciones judiciales y policiales por la explotación laboral. Hemos visto situaciones y condiciones indignas e inhumanas de explotación laboral. El delito siempre hay que personificarlo, por eso, no podemos ni debemos decir que todos los empresarios son explotadores.