Un nuevo modelo económico tiene que tener como pilares el binomio energía-agua, la ordenación de territorio, la reindustrialización inteligente, las infraestructuras, la modernización del sector agrícola, la puesta en valor de nuestra potencialidad turística, medidas para facilitar el emprendimiento y la lucha por erradicar y prevenir la corrupción. Seguir utilizando el agua de forma partidista en un error político de bulto que nos hace más débiles. Debemos centrar los esfuerzos en acordar soluciones posibles y no seguir divagando, haciendo debates estériles y perdiendo energías y tiempo.
No es posible definir una economía eficiente y sostenible sin un nuevo modelo energético basado en energías limpias y renovables y la eficiencia energética. Para ello se necesita firmeza para desprenderse de determinados intereses, liberalizar el mercado de la energía a través del autoconsumo con balance neto sin impuestos, inversión para consumir la energía de forma más eficiente y cambiar los hábitos de consumo de los ciudadanos, y una lucha decidida contra el cambio climático.
La Región de Murcia tiene un enorme potencial en la producción y la industria de energía fotovoltaica, transformarlo en riqueza y puestos de trabajo estables y de calidad requiere solo de la decisión política, que no veo en el Gobierno regional. Para nada sirve decir lo que desea oír el sector, dejar pasar el tiempo y hacer en Madrid lo contrario de lo que se dice. Tristemente esta es la realidad, mucho más allá de una apuesta por el sol.
Necesitamos una ordenación del territorio sostenible como instrumento que responda a una economía que beneficie de forma incluyente a todas las murcianas y murcianos, y no a determinados intereses. La forma de aprobar la Ley del Suelo demuestra la voluntad del Gobierno de la Región de persistir en los errores del pasado al impulsar sin consenso político y social un modelo especulativo e insostenible con el territorio. Es necesario revisar la Ley de Suelo de principio a fin, realizar una ordenación del territorio supramunicipal y desarrollar las directrices de ordenación territorio, para poner el suelo al servicio de un nuevo modelo económico sostenible y eficiente.
Para dar estabilidad a nuestra economía y crear empleo de calidad hay que incrementar la aportación de la industria al PIB por encima del 20 por ciento. Para ello hay que iniciar un Plan de Re-Industrialización Inteligente. Por supuesto hay que elaborarlo escuchando a las élites empresariales, pero fundamentalmente a las bases del sector. Este Plan se tiene que apoyar en dos pilares, en la estructura productiva de la Región y en la potencialidad de nuestros recursos naturales. Para hacerlo se requiere una planificación a medio y largo plazo y una estrategia para reorientar las costumbres y los hábitos de trabajo.
Los objetivos de una reindustrialización inteligente han de ser: dar estabilidad y calidad a la economía murciana; garantizar una salida de la crisis justa que reparta la riqueza; y hacernos menos dependientes de otros sectores mucho más frágiles.
Los ejes de la reindustrialización inteligente tienen que ser la lucha contra la economía sumergida (que supone casi el 30% del PIB), la financiación, la participación de los sectores implicados, la innovación, digitalización y automatización en los procesos para mejorar la productividad, la calidad en los productos y los servicios y la internacionalización.
El Gobierno regional y el PP tienen que dejar de utilizar las infraestructuras básicas de manera torticera o como herramienta para mejorar la marca PP. Las infraestructuras son imprescindibles para impulsar una economía eficiente y sostenible. Es urgente un Pacto del Parlamento Regional o de los partidos políticos para unificar criterios y esfuerzos en la llegada del AVE a Murcia, Cartagena y Lorca, el Corredor Mediterráneo, la Variante de Camarillas, la mejora de las cercanías, la apertura del aeropuerto de Corvera, la ubicación de la terminal de contenedores en el puerto de Cartagena, la regeneración de la Bahía de Pormán y el Mar Menor, la consolidación de la red de puertos deportivos, la terminación de la red de autovías pendientes y el mantenimiento de la red secundaria de carreteras.
Agricultura y ganadería es el sector que mejor ha soportado la crisis, en el año 2014 creció un 7 por ciento en valor interanual del PIB, el que más, y en el año 2015 el empleo en agricultura crece a un ritmo del 6%, el que más. Posiblemente estos magníficos datos se deben a que es el sector que más ha trabajado en los últimos años en innovación, calidad, servicio e internacionalización.
El esfuerzo y crecimiento del sector agrícola y ganadero es inversamente proporcional al apoyo e inversiones de la administración regional , ya que durante los últimos años las ayudas a la modernización, innovación o internacionalización han ido decreciendo año tras año. El buen resultado se debe solo a la aportación de las organizaciones agrarias, las empresas, cooperativas y los trabajadores.
Además, el sector agrícola y ganadero está impulsando una industria autóctona agroalimentaria y ganadera muy competitiva que genera empleo directo y una buena oportunidad para desarrollar una industria auxiliar en procesos de automatización y digitalización.
Considero imprescindible un Plan Estratégico de la Agricultura y Ganadería que aglutine el esfuerzo de todos los actores del sector y la Administración regional. Un Plan de largo recorrido, con un estrategia que debe estar consensuada entre los partidos políticos y las organizaciones agrarias y profesionales.
La Región de Murcia tiene una variedad y potencialidad de recursos turísticos que no están siendo bien utilizados en beneficio de la economía. La oferta esta disgregada e inconexa, no existe un producto atractivo más allá del sol y playa, por cierto poco competitivo en calidad con otras ofertas.
El objetivo debe ser aumentar la aportación del turismo a la riqueza regional a través de mejorar la estacionalidad del sector, y para ello se ha de desarrollar una estrategia para mejorar la calidad del producto de sol y playa, y fomentar la oferta turística de interior, gastronómica, enológica, cultural, deportiva, de congresos y ferias y medioambiental, de manera que puedan combinarse para ofrecer al turista un producto muy atractivo, competitivo y de calidad.
Volvemos a lo que dijimos de la ordenación del territorio como base para el desarrollo de una economía eficiente y sostenible. El turismo más productivo necesita de una oferta de calidad que sea muy respetuosa con los recursos naturales. El turista que más gasta huye de destinos masificados, irrespetuosos con el medio ambiente y una ordenación territorial especulativa.
Debe existir un eje transversal en el desarrollo del turismo en el que la Consejería de Fomento ha de tener una papel importante. El Gobierno regional no tiene credibilidad en sus propuestas sobre calidad y sostenibilidad en el sector turístico , mientras que aprueba y consiente desarrollos turísticos como el de Camposol en Mazarrón, en donde tienen vivienda, desde hace 20 años, más de 4.000 turistas británicos en unas condiciones tercermundistas.
La lucha para erradicar y prevenir la corrupción tiene que ser implacable. El impacto de la corrupción sobre la economía es incuestionable porque mina la imagen de la Región de Murcia, espanta a los inversores, merma la confianza de los mercados y genera inestabilidad política. El Ejecutivo autonómico, paralizado por el miedo, genera dudas sobre su política económica y las reformas que necesita nuestra región, lo que causa desconcierto en los ciudadanos, los mercados y los inversores.
El Gobierno regional está hipotecado para luchar contra la erradicación de la corrupción que generó el modelo económico que implantaron sus antecesores y se ha desarrollado en estos últimos 20 años. Las hipotecas del pasado le impiden limpiar a nuestra región de corruptos e implantar medidas eficaces para prevenir nuevos casos.
Coincido plenamente con el consejero de Economía, Turismo y Empleo en que hay que cambiar el modelo productivo de la Región de Murcia, en donde discrepo es en la forma y la capacidad de hacerlo de un gobierno preso de sus circunstancias e hipotecado por su pasado. En mi opinión el primer paso para cambiar el modelo productivo y evolucionar hacia una economía eficiente y sostenible es el de cambiar de gobierno.
Alfonso Martínez Baños es diputado regional del PSOE