Ser campeón del mundo no es casualidad. En la marcha atlética, lo fundamental en cuanto a la técnica se refiere es mantener siempre un pie en la tierra. Este es el secreto del mejor marchador del mundo que desde que comenzó a obtener buenos resultados, siempre ha mantenido, al menos, uno de sus pies en la tierra.
Miguel Ángel ha llegado a lo más alto del podio. La medalla de oro es fruto de muchas horas de rigurosos entrenamientos de la mano del mejor técnico de la marcha mundial, el ciezano Jose Antonio Carrillo. Muchos pasos dados por las veredas y carriles de la huerta de Murcia. Y cómo no, fruto de la buena cocina de su madre, Fini, y del apoyo de su entorno, de su hermana, de Paco y de todos sus amigos.
Pero Miguel es algo diferente. Ver cada prueba en la que participa, es verle a él como persona. Es un chaval tranquilo, tímido, humilde, observador y con la mirada fija. Mirada que fija no sólo en lo que tiene delante en ese momento, sino también en el horizonte, en lo que está por llegar. Escucha más que habla y da la sensación de que nada va con él. Quizá tenga sangre de horchata. Todo ello le hace excepcional como persona, y su gran valor es que él es así hasta cuando compite.
Todos en primera linea de salida, mientras él como persona educada cede el paso a sus adversarios durante los primeros metros. Les deja distancia, les hace tomarse un exceso de confianza haciéndoles pensar que le puede la timidez. Sin embargo, él está en lo que toca, en lo suyo, en leer lo que esté pasando desde el pistoletazo de salida, pensando en lo que queda por llegar, buscando a lo que ha venido, la victoria. Y cuando menos se lo esperan, llegado el momento, se despoja para entrar en acción y dejarse la vida por ganar.
Dentro de unos dias nos veremos como es de costumbre. Y os aseguro que os puedo reproducir nuestras primeras palabras:
-Enhorabuena Miguel.
-Gracias “mendruguillo”.
¡La que has liado!
-Ah, sí.
Efectivamente, estás con él y como si nada hubiese pasado. Pero nada es casualidad, el mérito de su hazaña está en haber sido capaz de gestionar sus éxitos manteniendo un pie en la tierra, como cuando marcha. Y hasta ahora todo será como si nada hubiese pasado, porque lo mejor le está por llegar. Y será en 2016, en los Juegos Olímpicos de Río cuando sea campeón olímpico. Será entonces donde tocará el cielo, donde sus pies dejarán de tocar la tierra. Enhorabuena.
Juan Luis Soto es atleta, abogado especializado en derecho deportivo y amigo del campeón
Ser campeón del mundo no es casualidad. En la marcha atlética, lo fundamental en cuanto a la técnica se refiere es mantener siempre un pie en la tierra. Este es el secreto del mejor marchador del mundo que desde que comenzó a obtener buenos resultados, siempre ha mantenido, al menos, uno de sus pies en la tierra.
Miguel Ángel ha llegado a lo más alto del podio. La medalla de oro es fruto de muchas horas de rigurosos entrenamientos de la mano del mejor técnico de la marcha mundial, el ciezano Jose Antonio Carrillo. Muchos pasos dados por las veredas y carriles de la huerta de Murcia. Y cómo no, fruto de la buena cocina de su madre, Fini, y del apoyo de su entorno, de su hermana, de Paco y de todos sus amigos.