Existe en Cartagena el peligro de perder un espacio escénico, cultural y sentimental de nuestra ciudad por la desidia y la inoperancia de la política local. Ese espacio es el Nuevo Teatro Circo: un lugar de enorme arraigo en la ciudad de Cartagena, un teatro que ha tenido mil vidas y que puede que perdamos si el Ayuntamiento de la ciudad no hace a tiempo los deberes.
El primer Teatro Circo que tuvo la ciudad data nada menos que de 1879, cuando Cartagena se acercaba esplendorosamente a los 100.000 habitantes que llegó a tener a finales del siglo XIX. Ese viejo edificio fue demolido y desde 1970 hemos podido disfrutar del Nuevo Teatro Circo, un local muy moderno para su época capaz de albergar cine, teatro, danza y música. Todos los aficionados a la cultura en la ciudad podemos rememorar grandes noches entre aquellas célebres butacas rojas durante estos últimos 50 años. Desde su programación teatral a su cartelera cinematográfica; desde el festival de jazz a innumerables conciertos a lo largo de todas las temporadas y todos los estilos. Multitud de artistas nacionales e internacionales han brillado en ese escenario en el último medio siglo.
Emplazado en el centro de la ciudad, con su acústica perfecta y su aforo de 900 plazas, ha sido siempre una sala muy acogedora para todos los aficionados a la cultura de Cartagena y hasta la aparición del Batel en 2012, prácticamente la única sala de conciertos y teatro que tenía la ciudad. Los conciertos en el Teatro Circo tenían un sabor inconfundible, como de club de jazz neoyorkino. Un aroma que no tiene el mucho más grande pero mucho más frío espacio escenográfico de la sala del Batel, más gigante, más distante, menos cercana, menos cálida. En otras palabras: que en Cartagena no queremos perder esa sala tan entrañable para tantos de nosotros. Nuestro íntimo y coqueto Teatro Circo.
El Teatro Circo de Cartagena lo gestionaba hasta hace unos años una empresa privada constituida en 1998 y llamada Sonora Producciones SL. A finales de 2021, siendo alcaldesa Noelia Arroyo (PP) y vicealcaldesa Ana Belén Castejón (exPSOE), el Ayuntamiento de Cartagena procede a la compra del inmueble por 1.250.000 euros a pagar en tres anualidades. Una noticia que fue bien recibida en su momento por la opinión pública cartagenera. Se quería contar con un teatro municipal con el que ahorrar costes e incrementar la oferta cultural local. Se municipalizaba un espacio cultural y eso es siempre una buena noticia.
Pero dos años después de esta adquisición, la puesta en marcha del Teatro Circo se ha enquistado. Los partidos de la oposición denuncian que el edificio se encuentra en un estado ruinoso. Esta compra se hizo sin detectar sus deficiencias técnicas que lo hacen inservible a día de hoy: obsoleto servicio contraincendios; instalación eléctrica antigua; sistema de evacuación no adecuado a las normas actuales y un largo etcétera.
A todo esto hay que añadir la dimisión del programador estrella que en su día se anunció como fichaje de relumbrón: la salida del coordinador municipal de Artes Escénicas, Jorge de Juan, se debió a que no se atendían sus peticiones para dotar de medios y presupuesto al único teatro de propiedad municipal que tenemos en la ciudad.
Yo estoy seguro ¿seguro? de que todas estas deficiencias son subsanables con voluntad política y con presupuesto municipal. Hace bien la oposición en denunciar todo esto y ponernos sobre aviso. Y yo voy a confiar en el equipo municipal, no nos queda otra. Seguro que la alcaldesa va a ser capaz de recuperar en breve el Teatro Circo de Cartagena para que toda la ciudadanía pueda disfrutar de él.
Seguro que esta vez no va a pasar como sucedió con la compra de otro espacio escénico histórico y emblemático de Cartagena: el viejo Cine Central, otro edificio de 1925 que también se compró por parte de la administración pública (en este caso, la autonómica) y ahí está durmiendo el sueño de los justos. En 2016 se adquirió y en 2024 sigue sin intervención alguna y cayéndose a pedazos porque no se ha hecho nada de nada y nuestras autoridades ¿autonómicas, municipales, dónde estará el lío? no saben, no pueden o no quieren arreglarlo. Llevamos ocho años haciéndonos esa pregunta.
Pero yo estoy seguro de que con el Teatro Circo de Cartagena esta vez no va a suceder lo mismo. ¿Seguro?
Existe en Cartagena el peligro de perder un espacio escénico, cultural y sentimental de nuestra ciudad por la desidia y la inoperancia de la política local. Ese espacio es el Nuevo Teatro Circo: un lugar de enorme arraigo en la ciudad de Cartagena, un teatro que ha tenido mil vidas y que puede que perdamos si el Ayuntamiento de la ciudad no hace a tiempo los deberes.
El primer Teatro Circo que tuvo la ciudad data nada menos que de 1879, cuando Cartagena se acercaba esplendorosamente a los 100.000 habitantes que llegó a tener a finales del siglo XIX. Ese viejo edificio fue demolido y desde 1970 hemos podido disfrutar del Nuevo Teatro Circo, un local muy moderno para su época capaz de albergar cine, teatro, danza y música. Todos los aficionados a la cultura en la ciudad podemos rememorar grandes noches entre aquellas célebres butacas rojas durante estos últimos 50 años. Desde su programación teatral a su cartelera cinematográfica; desde el festival de jazz a innumerables conciertos a lo largo de todas las temporadas y todos los estilos. Multitud de artistas nacionales e internacionales han brillado en ese escenario en el último medio siglo.