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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Seguimos defendiendo el Puente de los Peligros sin coches

Los ciudadanos de Murcia defensores del Plan de Movilidad Sostenible, en desarrollo desde la legislatura anterior, están haciendo gala de un talante firme en su defensa, aunque pacífico en su forma que en ocasiones bordea lo jovial con el fin de poder mantener esta dinámica reivindicativa en plena canícula de un verano especialmente tórrido, con interrupción de sus vacaciones estivales en muchos casos, ante la agresión que supone la apertura al tráfico privado del Puente de Los Peligros, decretada por el alcalde Ballesta, revertiendo una medida que había empezado a entrever el sueño dorado de muchos murcianos en dirección a la ciudad del peatón que Murcia puede empezar a ser en la línea de la nueva corriente que se está imponiendo en toda Europa, la Ciudad de los Quince Minutos, la ciudad amable para el peatón, lugar de servicios y de encuentro que se está erigiendo en el modelo más adecuado para ganar en calidad de vida, con las connotaciones y las necesidades diferentes de cada ciudad, en el que el coche privado ha de ser relegado a un segundo término en beneficio de un transporte público que debería ser la primera medida a poner en marcha.

El propio Carlos Moreno, asesor de urbanismo de la alcaldesa de París, creador de este movimiento, ya ha tenido que salir en las redes sociales para denunciar “lo que está pasando en España en los municipios de derecha-extrema derecha, de los que pone como ejemplo a Valladolid y su ”regresión por la fobia a la bicicleta“, del nuevo gobierno local PP/Vox, con supresiones de carriles bici para dar más sitio al coche, llevando el carril bici a la acera reduciendo el espacio del peatón.

Las concentraciones en el Puente de los Peligros se mantendrán porque su apertura nos parece una medida totalmente desafortunada, independientemente de las consecuencias que puedan tener con respecto a los fondos europeos que las financian. E independientemente de los calores rigurosos de este tórrido verano, hasta que la cordura se abra paso en el gobierno de La Glorieta, lo que lamentablemente aún no ha ocurrido.

La mayoría de escaños con que cuenta el re-alcalde Ballesta le da en teoría suficiente autonomía para decidir medidas de gobierno sin la complicidad de la extrema derecha que Vox representa en la corporación, por más que su representante Luis Gestoso no tardara nada en autoadjudicarse el mérito de la apertura del Puente Viejo el pasado viernes, que según él se ha llevado a cabo  por las presiones de su grupo municipal. No estamos en el caso de Valladolid, con un gobierno municipal PP/Vox, ni siquiera en la situación de López Miras, que está contando con la oposición de Vox mientras no consiga su pago en carteras de consejerías y en puestos en el Gobierno regional. Sin embargo, Ballesta se pliega a las consignas de la extrema derecha.

“De bien nacidos es ser agradecidos” dice el refrán y la apertura del Puente de los Peligros por parte del realcalde no es sino un pago agradecido a quien le ha hecho el trabajo sucio de quitarle de en medio al alcalde Serrano, gestor malhadado del Plan de Movilidad auspiciado por Europa, y, le pese a quien le pese, le ha rectificado el gesto mínimo de acercamiento a una peatonalización de tan emblemático puente, para satisfacción y reconocimiento de quienes hábilmente han capitaneado unas movilizaciones de seguimiento mínimo  pero ostensibles con una doble careta, de hipotéticos representantes de comerciantes hoy y representantes mañana sin legitimidad alguna de vecinos de El Carmen, porque ninguna actividad de toma de opinión vecinal han desarrollado sino lisa y llanamente de difusión de “su verdad  incuestionable” camuflada bajo tan absurdo lema de Cierran mi barrio ,que no ha sido sino una estrategia de manipulación y engaño masivo, porque el acceso de los vehículos privados del centro de la ciudad al Barrio de El Carmen no se eliminó en ningún caso sino que se desvió de un Puente, el de Los Peligros, a otro, la Pasarela Miguel Caballero, a menos de cien metros de distancia.

Ballesta ha sido buen pagador de favores, pero no puede ignorar el daño que está causando a los vecinos de El Carmen, de lo que no puede ostentar justificación coherente alguna ni evadir las responsabilidades que puedan derivarse de tal medida. Posibilitar una doble entrada de tráfico privado al Carmen por el Puente de los Peligros y por la Pasarela Miguel Caballero convergiendo inevitablemente en la Calle Proclamación como única salida hacia el Sur, a través de la Calle Hernández del Águila y con sentidos de tráfico opuestos en esta vía, crea un efecto embudo que sólo lo saben quienes lo están padeciendo: los sufridos vecinos de este entorno con un nivel de ruidos y de respiración de los gases contaminantes de los coches que es realmente insufrible. Insufrible e injustificable pues sólo obedece a un pago de favor ilegítimo y a una ostentación de autoridad para que Murcia sepa quién manda en La Glorieta.  Sin olvidar el laberinto que supone una travesía de la Plaza Camachos entre materiales y maquinaria de obra que bien podría producir o provocar accidentes de los que el alcalde Ballesta no podrá eludir su responsabilidad.  

A tiempo está, Sr. Alcalde. Si se trataba de una prueba, la prueba hecha está y su conclusión no puede ser otra que su no procedencia. Porque, por otra parte, los carmelitanos no merecen este castigo de su nuevo alcalde que en nada beneficia al resto de la ciudad, ni a los comerciantes ni a los vecinos ni a los visitantes del Barrio más castizo de Murcia y del Jardín público más antiguo de España, con una nueva estación de ferrocarril de próxima inauguración que dará un nuevo valor a la ciudad.

Porque nadie puede olvidar que esta medida incide en el empeoramiento del nivel de polución del barrio más contaminado de Murcia sin otro origen que los gases de los coches privados que utilizan esta vía para atravesar la ciudad sin dejar a su paso por El Carmen nada más que los gases tóxicos de sus tubos de escape. 

Y no es que lo digamos quienes estamos defendiendo el cierre del tráfico privado en el Puente Viejo, como acceso al Carmen. Un reciente estudio de la UCAM, que nadie podrá achacar a nuestras movilizaciones, detecta un elevado uso del vehículo privado en el ámbito metropolitano, mientras que constata un desapego al transporte público. El mismo estudio, del que son autores los titulares de la Cátedra de Movilidad de la UCAM, demuestra que ocho de cada diez murcianos son partidarios de aumentar las áreas peatonales urbanas aun a costa de privar al coche privado de la preferencia que hasta hoy ha tenido en la ciudad, el cual debe ceder espacio para el peatón. Los resultados del estudio denotan un uso elevado del coche en el área metropolitana y dan prioridad a la mejora del transporte público que debe mejorar frecuencias, nuevas líneas y conexiones; asimismo plantea el apoyo a rutas saludables que potencien la movilidad personal como carriles bici, zonas de bajas emisiones, en detrimento del uso del coche privado. Nada que ver con la propuesta de apertura de la circulación del coche privado por el Puente de los Peligros.

Los mayores déficits que pueden achacarse a la propuesta del gobierno municipal anterior deberían ser los que la nueva corporación debería resolver y creo que hay un consenso generalizado de que éstos son, los aparcamientos disuasorios fuera del área propiamente urbana, para que no tengan un efecto llamada que debe evitarse, y la mejora del transporte público en toda el área metropolitana de la ciudad de Murcia. Y ninguna de ambas intervenciones conlleva la apertura del Puente Viejo.

Mientras tanto, no nos queda otra opción: los jueves nos vemos en el Puente de los Peligros.

Los ciudadanos de Murcia defensores del Plan de Movilidad Sostenible, en desarrollo desde la legislatura anterior, están haciendo gala de un talante firme en su defensa, aunque pacífico en su forma que en ocasiones bordea lo jovial con el fin de poder mantener esta dinámica reivindicativa en plena canícula de un verano especialmente tórrido, con interrupción de sus vacaciones estivales en muchos casos, ante la agresión que supone la apertura al tráfico privado del Puente de Los Peligros, decretada por el alcalde Ballesta, revertiendo una medida que había empezado a entrever el sueño dorado de muchos murcianos en dirección a la ciudad del peatón que Murcia puede empezar a ser en la línea de la nueva corriente que se está imponiendo en toda Europa, la Ciudad de los Quince Minutos, la ciudad amable para el peatón, lugar de servicios y de encuentro que se está erigiendo en el modelo más adecuado para ganar en calidad de vida, con las connotaciones y las necesidades diferentes de cada ciudad, en el que el coche privado ha de ser relegado a un segundo término en beneficio de un transporte público que debería ser la primera medida a poner en marcha.

El propio Carlos Moreno, asesor de urbanismo de la alcaldesa de París, creador de este movimiento, ya ha tenido que salir en las redes sociales para denunciar “lo que está pasando en España en los municipios de derecha-extrema derecha, de los que pone como ejemplo a Valladolid y su ”regresión por la fobia a la bicicleta“, del nuevo gobierno local PP/Vox, con supresiones de carriles bici para dar más sitio al coche, llevando el carril bici a la acera reduciendo el espacio del peatón.