Los senderos de la Región de Murcia componen más de tres mil kilómetros de una propiedad del común, de la gente. Su regulación en forma de Ley en el parlamento murciano -Ley de los Senderos Señalizados de la Región de Murcia- configura una institucionalidad del común. Se abre a una democracia de los comunes. La democracia de los comunes pone en el centro la defensa de los bienes colectivos –frente a la acumulación por privatización de la democracia neoliberal- y opta por el protagonismo de los usuarios con sus instituciones específicas –yendo más allá del estatismo de lo público-.
Fue una enorme satisfacción para el grupo parlamentario de Podemos que siete meses después de que cayera en la Asamblea Regional nuestra Proposición de Ley sobre Senderos, tengamos desde el jueves 21 de febrero un nuevo texto legal que salió por unanimidad, esta vez sí, pues se presentó de forma conjunta y cooperativa por los cuatro grupos parlamentarios.
Quiero agradecer la iniciativa en primer lugar a David Moscoso, sociólogo rural y montañero, y ahora diputado por Podemos en el parlamento andaluz. Él fue quien por primera vez nos propuso llevar esta ley de regulación de senderos, que la federación estatal de montaña ha venido promoviendo en numerosas comunidades autónomas. Cuando contactamos, David me decía, “en esta cuestión de los senderos, se benefician los usuarios del senderismo, se benefician los propios senderos que podrán ser cuidados pero también los pueblos y municipios que contarán con un recurso más en sus opciones de desarrollo rural”.
También quisiera agradecer a quienes son los auténticos protagonistas de esta Ley: la Federación de Montañismo de la Región de Murcia. Cuando decayó la primera iniciativa de Podemos, ellos recogieron con paciencia el relevo y nos sentaron a trabajar a los cuatro grupos parlamentarios. “La paciencia, decía Galdós, es el heroísmo disuelto en el tiempo”. Y estos héroes y heroínas con esmero y paciencia han hecho posible que hoy contemos con una Ley de los Senderos Señalizados de la Región de Murcia.
En mi defensa de la anterior Proposición de Ley en el mes de julio del pasado año, decía que “los senderos de la Región de Murcia constituyen un patrimonio inmenso de cientos de kilómetros que recorren nuestro territorio, suben y bajan serranías, atraviesan campos y bosques, vinculan pueblos y aldeas. Son una infraestructura generada por la gente a lo largo de la historia. Muchos de estos caminos son las arterias de la historia, pues los caminos se han hecho al andar a lo largo del tiempo”.
Los senderos son en ese sentido bienes comunes hechos por la gente. Y en cuanto bien común, siempre ha habido colectivos de usuarios que los han mantenido, cuidado y reinventado. Pasa igual que con el agua en nuestras comunidades de regadío, que también en cuanto bien común, ha generado una institución de gestión como son las comunidades de regantes.
El equivalente a la labor de las Comunidades de Regantes en los senderos, lo ha venido realizando desde hace décadas la federación de montañismo. Este colectivo ha gestionado este bien común de los senderos por su capacidad demostrada, como se dice en el texto de la Ley aprobada, “en la gestión y administración de senderos señalizados y de manejo en un sistema de certificación de itinerarios señalizados para la práctica de la actividad física en el medio natural y rural”.
La Premio Nobel de Economía en 2009, Elinor Ostrom, dedicó su vida investigadora a demostrar cómo las propiedades comunes están bien gobernadas cuando los colectivos de usuarios están implicados. Uno de sus referentes empíricos eran las comunidades de regantes del levante español. También el ejemplo de la federación de montaña y su labor de décadas en la gestión y cuidado de los senderos es una buena práctica de eficacia en la gestión y cuidado de esta propiedad común.
Por eso, y en cuando los senderos implican un complejo gobierno de lo común, es muy importante el papel que la Ley aprobada otorga a cualquier “federación deportiva u otra entidad privada sin ánimo de lucro” a “colaborar con la consejería con competencias en materia de deportes en la gestión y administración de la Red y el Registro de Senderos Señalizados de la Región de Murcia”. Y es que como diría Elinor Ostrom, cuando los usuarios están implicados con sus propias instituciones en el gobierno de un bien común, se eleva muchísimo la eficacia y buen hacer de la gestión de esa propiedad común.
A lo largo de los últimos años, diversos agentes públicos y privados han intervenido en la promoción y ejecución de numerosos proyectos de senderos. Así, desde la Comunidad Autónoma, las comarcas y los municipios, la Administración General del Estado, los Grupos Leader y la Federación Murciana de Montañismo, entre otros, se ha venido tejiendo una importante red de senderos de distinta tipología en el territorio de la Región de Murcia.
Sin embargo, el crecimiento exponencial en el número y extensión de los senderos señalizados en la Región de Murcia también evidencia carencias de coordinación entre las distintas iniciativas y las metodologías en ellas aplicadas.
La presente Ley pretende resolver esta situación, estableciendo los principios básicos para lograr una adecuada regulación de estas instalaciones deportivas, a fin de homogeneizar los sistemas de identificación y las directrices de uso en las mismas, mediante los mecanismos administrativos pertinentes.
Quisiera dirigirme a las sensibilidades ecologistas que han mostrado algunas dudas sobre cómo va a afectar la Ley aprobada a los senderos que están en espacios naturales protegidos. Decirles que hemos puesto mucho empeño en preservar las garantías y cautelas que esos senderos deben tener en cuanto discurren por espacios naturales protegidos. El punto 3 del artículo 9 es muy claro al respecto: “Cuando los senderos discurren total o parcialmente por espacios naturales protegidos u otros lugares que tengan un régimen especial de protección ambiental, las consejerías con competencias en medio ambiente y medio natural emitirán informes preceptivos y vinculantes sobre la idoneidad del proyecto técnico presentado por su posible repercusión en los mismos, estableciendo las indicaciones o restricciones que correspondan”.
Con la Ley de Senderos Señalizados de la Región de Murcia disponemos de una de las legislaciones sobre senderos más avanzada de este país. Es, por tanto, una inmensa oportunidad para nuestros senderos y para nuestros senderistas y a ellos dedicamos el consenso parlamentario conseguido en torno a una buena ley.