Después de un difícil juego de equilibrista, esta misma semana el PP se ha decantado del lado de Fomento en la Asamblea Regional, y ha admitido que considera prioritaria la llegada de la Alta Velocidad a la ciudad de Murcia, frente a la posibilidad –planteada en términos presupuestarios como lo opuesto-, de que el ferrocarril se meta por fin bajo tierra a su paso por la capital de la Región. Al día siguiente, el BOE publicó la licitación de las obras por parte de ADIF y dio carpetazo a lo que las tres administraciones habían pactado en 2006, cuando se acordó el soterramiento integral de la estación del Carmen y de las vías del tren.
En este contexto, llamar por teléfono a Joaquín Contreras, el portavoz de la Plataforma Pro-Soterramiento, y encontrarlo desocupado, era harto improbable. En efecto, nada más responder a la llamada sus palabras quedan ahogadas bajo un estruendo de bocinas: “Estamos frente al Palacio de San Esteban –sede del Gobierno regional-, a ver si les amargamos el champán… Estarán brindando porque por fin van a traer el AVE a Murcia”.
Hagamos memoria, cuéntenos lo que se acordó en 2006 entre el Gobierno central, el autonómico y el ayuntamiento de Murcia.
En 2006 se creó una sociedad participada por Fomento en un 50%, mientras que el otro 50% se quedó entre la comunidad autónoma y el ayuntamiento de Murcia. Lo que se pactó entonces no fue solo soterrar el tren, sino que además se iba a crear un nuevo barrio para unir el centro con la zona sur, y se iba a revitalizar una zona claramente deprimida. El entorno de la estación, en especial hacia Barriomar, es quizá la zona más degradada de la ciudad ahora mismo. Además se iba a reordenar el transporte público de Murcia, que aun siendo la séptima ciudad de España, sufre una desorganización tremenda. Se pensaba hacer una estación intermodal donde confluyeran los cercanías, regionales y trenes de larga distancia con el transporte por carretera, y se quería sacar la estación de autobuses del barrio de San Andrés. De ese modo también se podría revitalizar ese barrio, que tiene sus problemáticas sociales y urbanísticas.
¿Y ahora?
Pues ahora todo eso ha quedado en agua de borrajas porque los políticos quieren ponerse la medalla de que han traído AVE, pero Murcia no se ha echado a la calle pidiendo el AVE. El AVE es un proyecto elitista y megalómano de los gobiernos del PSOE y del PP, porque a Felipe González le dio por llevarlo a su Sevilla. Después se decidió apostar por eso…
¿Considera que la Alta Velocidad es un error?
Sí, porque con la inversión que ha supuesto eso, se podría haber modernizado toda la red ferroviaria de España. En Murcia ahora nos venden que se van a solucionar los problemas de comunicación, y que vamos a llegar a Madrid en dos horas y media… Y este trazado sólo beneficia a Alicante. Con una inversión de treinta millones de euros se habría solucionado el problema de la variante de Camarillas, pero se han gastado más y van a hacer que los murcianos tengamos que dar un rodeo hasta Alicante y Cuenca para llegar a Madrid. Haremos 100 kilómetros de más que RENFE nos cobrará, claro. Y en un tren elitista con un billete caro.
Y además, la Alta Velocidad retrasó y ahora ha impedido una aspiración histórica de la ciudad.
El problema gordo vino cuando ganó las elecciones Valcárcel. Dijo que no invertiría un duro en el soterramiento hasta que no llegara el AVE y vinculó ese proyecto a la llegada de la Alta Velocidad. Ahora vemos que eso no ha sido así, y se ha invertido en otras cosas como ese aeropuerto que tenemos cerrado. Aquí al final el problema es la sumisión a Madrid… En Murcia llevamos medio siglo de sumisión a Madrid.
En otras ciudades sí que se ha soterrado el tren aprovechando la llegada del AVE, e incluso antes.
Sí, en ciudades de diferentes signos políticos y más pequeñas que Murcia se ha resuelto la integración ferroviaria, con todos mis respetos. En Cádiz, Logroño, Castellón… Pero Murcia no se ha defendido. Plantean como una solución que los trenes bajen a ocho metros de profundidad para una longitud de 500 metros, para quitar el paso a nivel de Santiago el Mayor, y que luego vuelva a subir para cubrir los 300 metros que faltan hasta llegar a la estación del Carmen. Es una locura.
Pero se dice que es una primera fase, que es temporal. ¿Difícil de creer?
No se lo cree nadie. Una vez que han bajado a ocho metros de profundidad… ¡Demonios! Que sigan 300 metros más y hagan los andenes bajo tierra. Vale que dejen la estación igual, porque eso sería otra cosa, pero al menos los andenes… ¿Sabes que la estación del Carmen en su momento también era temporal? El próximo 24 de octubre hará 152 años que la hicieron, para que la reina Isabel II cortara la cinta aprovechando que venía a Murcia. Era temporal, y ahí está 152 años después. Con esto pasará igual.
El PP en la Región de Murcia ha estado con vosotros y frente a vosotros, en las dos posiciones. ¿Cómo se entiende?
Ahora se han cambiado la chaqueta y nos acusan poco menos que de ser antisistema o de estar vendidos a la oposición, pero cuando el alcalde José Méndez, que era socialista, tuvo que tragarse un proyecto de vías en superficie a finales de los 80, nosotros estábamos ahí. Llevamos veinticinco años de lucha, y por entonces los concejales del PP que estaban en la oposición nos daban palmaditas en la espalda y nos decían, “qué bien lo estáis haciendo”.
Esa forma que tiene a veces la política de tratar al ciudadano…
Se piensan que los murcianos somos tontos. Están subidos en una prepotencia total. Yo pienso que se equivocan, y lo verán en unos meses cuando lleguen las elecciones. La gente está que muerde…
¿Se podrá cambiar la situación?
Si no nos movemos, esto no se cambiará. Esta semana hemos hecho concentraciones y caceroladas, y vamos a preparar una gran manifestación antes de que acabe el año. Y además hemos presentado el caso al Fiscal de Medio Ambiente porque hay un aspecto legal, y es que no tienen declaración de impacto ambiental. El proyecto acordado en 2006, con el soterramiento integral, sí que lo tenía, pero éste no. Si el Fiscal no actúa de oficio, lo haremos nosotros para que esto se detenga.
Si no logran pararlo, ¿qué supondrá este proyecto de llegada del AVE para la ciudad?
Si nos tragamos este AVE, la ciudad quedará dividida por un muro infranqueable salvo por el paso a nivel de Santiago el Mayor, que será eliminado. Pero no es un problema sólo del sur de la ciudad, ni siquiera de toda la ciudad de Murcia… Es que también lo es de toda la Región de Murcia, porque se crea un caos que no se va a resolver en la vida aunque digan lo contrario. Lo que se haga ahora es para muchos años, o definitivo, porque detrás va Cartagena, donde ya han cambiado también el proyecto y se llevarán la estación a otro sitio sin soterrar. Y si en Murcia y Cartagena no se hace soterramiento, tampoco en Lorca, y ahí tendremos a las tres ciudades más importantes de la Región con el tren en superficie. Una cosa que tiene que quedar clara es que nosotros no queremos simplemente quitarnos el tren de en medio, lo que queremos es que las ciudades no se vean partidas, que los barrios no se degraden más y que se apueste también por la intermodalidad.
Después de décadas de lucha, ¿se podrá cambiar la situación con más movilizaciones? El ejemplo de Gamonal podría servir de esperanza.
Si la ciudadanía se moviliza, aquí otro Gamonal sería la solución, porque la insensatez y la prepotencia de esta gente están originando que a lo mejor no quede otra salida. Nosotros ya estamos teniendo contactos con el PSOE, Izquierda Unida, UPyD, Podemos… El PP le va a dejar el embolado al siguiente gobierno, que será de otro signo con total seguridad. La gente no es tonta.
Usted ya lleva mucho tiempo de protesta, ¿le quedan fuerzas?
Sí, yo soy el portavoz porque soy el que más años lleva en esto, pero la Plataforma es una organización horizontal. No me gustan los personalismos. A mí la fuerza me la da la gente.
Después de un difícil juego de equilibrista, esta misma semana el PP se ha decantado del lado de Fomento en la Asamblea Regional, y ha admitido que considera prioritaria la llegada de la Alta Velocidad a la ciudad de Murcia, frente a la posibilidad –planteada en términos presupuestarios como lo opuesto-, de que el ferrocarril se meta por fin bajo tierra a su paso por la capital de la Región. Al día siguiente, el BOE publicó la licitación de las obras por parte de ADIF y dio carpetazo a lo que las tres administraciones habían pactado en 2006, cuando se acordó el soterramiento integral de la estación del Carmen y de las vías del tren.
En este contexto, llamar por teléfono a Joaquín Contreras, el portavoz de la Plataforma Pro-Soterramiento, y encontrarlo desocupado, era harto improbable. En efecto, nada más responder a la llamada sus palabras quedan ahogadas bajo un estruendo de bocinas: “Estamos frente al Palacio de San Esteban –sede del Gobierno regional-, a ver si les amargamos el champán… Estarán brindando porque por fin van a traer el AVE a Murcia”.