Una marea de hombres y mujeres salen de una boca del metro con la mirada fija en su dispositivo móvil, ignorando a las personas que pasan a su lado. Casi todos están conectados a un sistema operativo que hace realidad todas las necesidades del usuario, a través de una voz sensual, hasta el punto de que uno de ellos cae irremediablemente enamorado del sistema operativo. Este es el argumento de 'Her', una distopia dirigida por Spike Jonze en 2013. ¿Se trata de un futuro irrealizable o nos vamos aproximando a esta situación? Las innovaciones tecnológicas en la telefonía móvil están llegando a límites que hace 10 años eran impensables. Una de esas innovaciones es la tecnología 5G que, desde los medios de comunicación, nos anuncian como una revolución en nuestras vidas. Pero, ¿es así? ¿Todo es tan positivo como nos lo pintan?
¿Qué alegan los defensores y los detractores de este tecnología? Entre los primeros, se asegura que la velocidad de transferencia de datos será diez veces más rápida que la red 4G actual, llegando a alcanzarse los 20 Gigabytes por segundo, con la reducción del tiempo de latencia, por lo que se mejorarán aspectos como la telemedicina, la generalización de los coches autónomos, las teles 8K, la realidad virtual, mucha de ella aplicada a los videojuegos o poder realizar cosas como la tele-compra, descargarte películas al móvil en tres segundos o mejorar la domótica (control automático de la vivienda), aproximándonos así a modos de vida que sólo veíamos en las pelis de ciencia ficción.
Los detractores de la tecnología 5G afirman que ésta podrá afectar negativamente a nuestra salud por la exposición a campos electromagnéticos que serán hasta 1.000 veces superiores a las actuales, merced al despliegue de millones de antenas sobre la superficie terrestre y miles de satélites en el espacio. Especiales perjuicios sufrirán las personas que padecen electrosensibilidad, al no existir ya ningún espacio libre de radiaciones. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) y el Consejo de Europa, entre otros organismos, ya han advertido de los riesgos de la exposición a radiofrecuencias, así como de la especial vulnerabilidad a dicha exposición de niñas y niños, embarazadas y personas de edad avanzada o con enfermedades crónicas. Los efectos sobre la salud pueden ir desde el estrés celular hasta trastornos neuronales, daños genéticos o desarrollos cancerígenos o de tipo crónico, pasando por alteraciones como déficit de atención, cefaleas, insomnio o arritmias.
Además, Europol, la Oficina Europea de la Policía, afirma que, con esta tecnologia, será mucho más difícil controlar la ciberdelincuencia, usada principalmente por el narcotráfico, y la tarea de monitorizar y localizar a los ciberdelincuentes será mucho más complicada, teniendo en cuenta, además, que los equipos con que se cuentan para luchar contra este tipo de delitos quedarán obsoletos.
Las principales organizaciones que luchan contra el 5G solicitan a las autoridades una moratoria en su implantación, hasta que no se cuente con estudios independientes que evalúen la exposición humana a estas radiaciones, y que se ponga en marcha el Comité Interministerial sobre Radiofrecuencias y Salud que establece la Ley General de Telecomunicaciones de 2014.
El pasado 25 de enero, declarado Día Internacional de la Lucha contra la Implantación de la Tecnología 5G, gracias a un llamamiento internacional que ha sido suscrito por 4.800 científicos, 2.800 médicos y más de 180.000 organizaciones ciudadanas procedentes de 202 países y territorios, tuvieron lugar concentraciones en diversas ciudades del planeta en las que grupos sociales demandaron la aplicación del Principio de Precaución y la realización de estudios previos sobre las posibles afecciones en la salud del 5G, antes de que se ponga en marcha de forma masiva.
Lo cierto es que, desde hace décadas, estamos expuestos a radiaciones cada vez más potentes y no se ha evaluado estadísticamente la frecuencia de esas afecciones, aunque ya hay estudios como los realizados por Martin Pall, profesor de Bioquímica de la Universidad Estatal de Washington, o la física británica Erica Mallery-Blythe, fundadora de PHIRE (Physicians’ Health Initiative for Radiation and Environment) que apuntan a un aumento de los efectos sobre la salud de las radiaciones electromagnéticas. Tal vez sea el momento de hacer caso a la comunidad científica y pensar más en la salud pública que en los beneficios prácticos y empresariales.
Una marea de hombres y mujeres salen de una boca del metro con la mirada fija en su dispositivo móvil, ignorando a las personas que pasan a su lado. Casi todos están conectados a un sistema operativo que hace realidad todas las necesidades del usuario, a través de una voz sensual, hasta el punto de que uno de ellos cae irremediablemente enamorado del sistema operativo. Este es el argumento de 'Her', una distopia dirigida por Spike Jonze en 2013. ¿Se trata de un futuro irrealizable o nos vamos aproximando a esta situación? Las innovaciones tecnológicas en la telefonía móvil están llegando a límites que hace 10 años eran impensables. Una de esas innovaciones es la tecnología 5G que, desde los medios de comunicación, nos anuncian como una revolución en nuestras vidas. Pero, ¿es así? ¿Todo es tan positivo como nos lo pintan?
¿Qué alegan los defensores y los detractores de este tecnología? Entre los primeros, se asegura que la velocidad de transferencia de datos será diez veces más rápida que la red 4G actual, llegando a alcanzarse los 20 Gigabytes por segundo, con la reducción del tiempo de latencia, por lo que se mejorarán aspectos como la telemedicina, la generalización de los coches autónomos, las teles 8K, la realidad virtual, mucha de ella aplicada a los videojuegos o poder realizar cosas como la tele-compra, descargarte películas al móvil en tres segundos o mejorar la domótica (control automático de la vivienda), aproximándonos así a modos de vida que sólo veíamos en las pelis de ciencia ficción.