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Con la venia, señoría

El mismo día que el humorista Dani Mateo se negaba a declarar acusado de un delito de ultraje a símbolos de España, una anciana de 65 años saltaba desde el balcón de su casa cuando la iban a desahuciar.

A la salida del juzgado, al cómico le esperaban varios ultras azuzando la bandera de España a gritos de “malnacido”, “tienes que irte de España” y “respeto a la bandera”. En el momento en el que la mujer se precipitaba al vacío, ninguna bandera se azuzaba por ella ni ninguna voz se alzó para salvarla.

A Dani Mateo se le está juzgando por un gag humorístico en el que limpiaba los mocos con la bandera española. Como indicaba mi compañero Manuel Segura Verdú en su maravilloso post `La bandera, a izquierda y derecha´, en países como EEUU prima la libertad de crítica del individuo por encima del valor emocional de los símbolos. En contra de lo que muchos creen, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ampara tu libertad de quemar banderas si quieres hacerlo.

En España, nuestra querida España, vamos a juzgar una sátira crítica.

Una sátira que cobra hoy más fuerza que nunca.

En términos jurídicos, los delitos de ultraje a la simbología son más que cuestionables: un símbolo no tiene emociones. Es algo representativo y, en el caso de los símbolos nacionales como lo es la bandera, pierde valor por la sencilla razón de que es la sociedad quien mantiene al Estado.

El Estado no puede existir sin sociedad.

Pero la sociedad si puede vivir sin jerarquías estatales. No es biológicamente imposible. Otra cuestión es si estamos preparados.

Como individuo, tú inviertes parte de tu economía al Estado para mantenerlo (servicios públicos, ayudas sociales, arcas públicas, prestaciones, subvenciones,…) y, por tanto, tienes tu derecho a ser crítico con él. El Estado depende por completo de ti. El Estado no podría hacer nada sino fuera por tu inversión y tus impuestos por lo que, en contra de lo que mucha gente cree y si aplicamos la lógica crítica del sistema de libre mercado, tú puedes hacer toda la crítica que quieras ya que tú eres un inversor del mismo.

Tú eres inversor y cliente del sistema estatal, ¡todo en uno!

Por tanto, y atendiendo a la lógica neoliberal económica, Dani Mateo es libre de hacer mofa de la bandera porque dicha bandera representa al Estado y él, en contra de lo que mucha gente repite, forma parte del mismo. Igual que los que la usan para criticarle.

Precisamente, cuando Dani Mateo se suena con la bandera, lo está haciendo con esa parte del país que permite que una anciana de 65 años salte por el balcón de su casa por culpa de un desahucio.

En Madrid, y según la PAH, la Policía Municipal tiene una media de 16 visitas diarias (de lunes a viernes) a domicilios donde se van a efectuar desahucios desde 2015.

16 visitas diarias.

Sacad cálculos.

Hay una regla silenciosa sobre el suicidio en los medios y cuerpos de seguridad: evitar que los casos trasciendan para evitar posibles réplicas. Este mismo verano en Barcelona, un hombre saltó desde un décimo piso cuando iba a ser desahuciado. ¿Por qué estos casos trascienden? Porque las víctimas mueren en espacios públicos y no se puede evitar que trascienda la información. ¿Cuántos mueren en sus casas? No se sabe. Incluso los Ayuntamientos y Consistorios se niegan a dar números oficiales.

Como murciano que soy, no puedo evitar recordar la lucha de los vecinos de Murcia contra las obras del AVE. ¿Cuántos de aquellos que azuzaron las banderas en sus balcones hicieron presencia activa en las manifestaciones? Supongo que cuando es un AVE lo que va a `romper´ tu ciudad no hay ningún problema: aunque afecte económicamente al valor de las viviendas de tus vecinos, a su alquiler, a sus negocios, a su accesibilidad, a sus propias casas, a su convivencia…

Me viene a la cabeza los dos jóvenes que increparon hace unos días al actor Willy Toledo y lo grabaron con el móvil. Sentí lastima. Mucha lástima. No por Willy (él podrá con esto), sino por ellos y lo patético de su situación.

Como muchos, odian por odiar.

Hace unos años, en una tertulia de la cadena Intereconomía, Javier Algarra intentó hacer mofa y burla de Willy Toledo enseñando a Javier Nart (político, corresponsal de guerra y eurodiputados por Ciudadanos) y a Jorge Verstryne (expolítico, politólogo y secretario general de Alianza Popular -actual Partido Popular-) un vídeo donde él dejaba claro su pensamiento sobre la monarquía española y su extraño e irregular aumento de capital. Tras el vídeo y en un intento de desautorizarle, Algarra preguntó en tono de mofa a sus invitados que opinaban de las palabras de `este intelectual´.

Estos, fueron claros.

VERSTRYNE: Yo no me iría a vivir a Cuba. Ahora, he de decir que lo que este señor ha dicho es verdad. C’est la vie! Lo que ha dicho es verdad.

NART: Y yo digo lo mismo de otra forma: Ojalá fuera mentira.

Recuerda: Javier Nart y Jorge Vertryne, dos de los políticos que vivieron la transición y que han estado en la esfera política de este país desde que surge la democracia hasta la actualidad.

Y, sin embargo, dos jóvenes que dicen amar España (y sin un ápice de conocimiento de historia reciente) increpan a un hombre al que odian porque les han enseñado a odiarle.

Aunque lo que diga sea cierto.

Tenemos un vídeo donde Adolfo Suárez reconoció a la periodista Victoria Prego que la transición fue una mentira y que el referéndum monárquico nunca se realizó como tal porque la monarquía perdía en las encuestas. Está grabado. Es un hecho reconocido por el ya fallecido primer presidente de la democracia.

Una periodista de la que se emitió todo salvo, oportunamente, ese trozo. Hasta hace cuatro años. Y no ha pasado nada.

Esa es la España de la que Dani Mateo (y como él, muchos más) se ríe. La España de convicción ciega, absurda y sin carácter de autocrítica. La España de los discursos vacíos, del amor ciego y, porqué no decirlo, tóxico.

De la España que reniega de su propia historia en favor de un bonito `cuento de hadas´ que, como todos los cuentos, no es real.

De la España de la charanga cansada y la pandereta rota.

De la España que prefiere ir a gritar a Dani Mateo por contar un chiste en vez de evitar que una mujer (una de muchas) tome la decisión más dura de su vida.

Y si eres incapaz de ver eso, es que ellos ya han ganado.

Recuerda: 16 visitas diarias.

Solo en Madrid.

El mismo día que el humorista Dani Mateo se negaba a declarar acusado de un delito de ultraje a símbolos de España, una anciana de 65 años saltaba desde el balcón de su casa cuando la iban a desahuciar.

A la salida del juzgado, al cómico le esperaban varios ultras azuzando la bandera de España a gritos de “malnacido”, “tienes que irte de España” y “respeto a la bandera”. En el momento en el que la mujer se precipitaba al vacío, ninguna bandera se azuzaba por ella ni ninguna voz se alzó para salvarla.