La plataforma ciudadana pide que se haga una “campaña municipal contra el amianto, retirando los tejados de uralita que tienen algunos colegios del municipio y sustituyéndolos por otros fabricados con materiales sostenibles y no perjudiciales para la salud de los niños”. La campaña también incluye “la retirada por parte de los servicios municipales de los productos que contienen amianto, en especial las placas de uralita depositadas en vertederos ilegales”.
La moción sobre este asunto que la formación municipal presentará en el próximo Pleno, incluirá “la identificación de otros centros escolares del municipio que tengan este tipo de tejados, y hacer una campaña de comunicación advirtiendo a la población de los riesgos de la manipulación de la uralita”.
Ahora Murcia tiene constancia de que al menos los colegios Saavedra Fajardo en la pedanía de Algezares y Carolina Codorniú en Churra, tienen esta peligrosa cubierta. La concejala Ángeles Micol recuerda que “el amianto está demostrado, desde los años 80, que provoca cáncer con una elevada mortalidad”, y destaca que “ha sido utilizado sobre todo en materiales de construcción, especialmente en las placas de fribrocemento, conocidas popularmente como uralita”.
El uso del amianto está totalmente prohibido en la Unión Europea desde 2005, y en España desde 2001 es ilegal la comercialización y utilización de todas sus variedades. “Una de las cuestiones más inquietantes es que no se reconoce una cantidad mínima del agente causal por debajo de la cual un expuesto pueda considerarse seguro, por lo tanto no se puede establecer que la exposición de niños en aulas donde existe este material sea inocua para su salud”, señala Micol.
El amianto puede ocasionar enfermedad cuando es inhalado. Sus fibras pueden pasar al aire o al agua a causa de la degradación de los productos manufacturados que lo contengan, como son las placas de uralita. Las fibras de amianto pueden liberarse al aire al manipular materiales que lo contienen, en las tareas de mantenimiento, reparación y renovación de edificios o viviendas, y en su demolición.
En la actualidad, los gobiernos francés y alemán destinan, cada uno, más de mil millones de euros por año a la indemnización de enfermedades derivadas del amianto, y la Comisión Europea habla de 500.000 muertes en los próximos años, una cantidad diez veces superior a provocada accidentes de trabajo. La cuestión es de tal importancia que en 2006 la UE inició una campaña contra este elemento bajo el lema: “¡El amianto es mortal!”.
La edil señala que la mayoría de edificios construidos en España entre 1965 y 1984 contienen amianto, bien en sus elementos de construcción o bien en sus instalaciones. “Especialmente preocupante resulta”, explica, “su uso en los edificios destinados a la enseñanza escolar, que al tener varias décadas, el amianto de sus placas de uralita se ha ido degradando”.
Micol señala que esto que Ahora Murcia pide “ya se ha hecho en otros municipios de España hace mucho tiempo”, y lamenta que “si la uralita estuviera en el tejado del Ayuntamiento en lugar de en el de los colegios, ya hace mucho que el PP lo habría quitado”.
En las últimas semanas ha saltado a la luz pública el caso del IES Manuel Tárraga Escribano, en el municipio de San Pedro del Pinatar, donde la dirección del centro lleva tiempo reclamando que se solucionen sus deficiencias, y en especial, la inspección de una cubierta de amianto con evidentes signos de degradación. Los alumnos iniciaron una huelga hasta que se les dé una solución, y han contado con el apoyo de la AMPA del centro.