Cerca de quinientas personas abarrotaron el salón del Hotel Nelva, en Murcia, para presenciar un hecho inédito en nuestra Región: un debate electoral entre los candidatos que optan a presidir el Gobierno autonómico. Es decir, un acto que debe ser normal en una sociedad democrática desarrollada, pero que se ha convertido en excepcional tras veinte años de paulatino desinterés por la política. Ayer, por fin, se notaba en el ambiente que los ciudadanos tenían ganas de política, algo digno de celebrar, pero se escenificó otra anormalidad que persiste en pleno año 2015: seis candidatos, ninguna mujer.
Organizado por Ucomur, la unión de cooperativas de la Región de Murcia, en el debate debían enfrentarse Pedro Antonio Sánchez por el PP, Rafael González Tovar por el PSRM-PSOE, José Antonio Pujante por Ganar la Región de Murcia, César Nebot por UPyD, Óscar Urralburu por Podemos y Miguel Sánchez por Ciudadanos.
A pesar de lo encorsetado del formato –una sucesión de turnos de palabra que se convertían en breves monólogos sin apenas disparos cruzados-, la temperatura del salón subió muy pronto con controversias al respecto de la corrupción y de la transparencia. Hubo momentos de tensión, con interrupciones desde el público en forma de abucheos, quejas y aplausos.
También hubo protestas sobre el escenario, especialmente por parte del candidato de Ciudadanos, al respecto de la gestión de los tiempos que estaba haciendo el moderador, que en efecto, pareció más condescendiente con Pedro Antonio Sánchez que con los demás. Sin embargo, luego procuró satisfacer a todos dándoles varios turnos de réplica y mostrándose más paciente con los excesos.
En general, los seis candidatos mantuvieron el tono y fueron fieles a su estilo particular, aunque en alguna ocasión se mostraron más flojos y dubitativos, y en otras fases más enérgicos y decididos. Pedro Antonio Sánchez fue el que más sonrió, más aún en los momentos más tensos, y caminó en el difícil juego de equilibrio de defender la gestión pasada de su partido y de presentarse como el candidato idóneo para resolver los problemas que arrastra la Región. Rafael González Tovar y Pujante fueron quizá los más regulares. Nebot se creció en asuntos que domina, y Urralburu empleó un tono muy tranquilo y no se dio al arrebato al que sí se entregó en algunas fases del debate Miguel Sánchez, que una vez pasado el trance de ver modificado el turno de las preguntas y de liarse con los papeles, volvió a expresar sus propuestas con algunos toques de humor.
El debate de ayer fue claramente de más a menos. Decayó paulatinamente en el tono, y al final todos, tanto los asistentes como los protagonistas, se mostraron ya cansados después de tres horas de contienda. Algo así como el “¿no querías caldo? Pues toma siete tazas”. De hecho, casi un cuarto de las butacas se habían vaciado al terminar el debate. Apagados los focos, caras de fatiga, corrillos, sonrisas, resoplidos, repaso a lo dicho y a lo que se dejó de decir, y algunas preguntas entre los candidatos y sus equipos de campaña: “¿Cómo he estado? ¿Quién ha ganado?” Bienvenidos a la anormalidad de la normalidad: un debate electoral 20 años después.
Aunque haya contradicción en los términos, he aquí un “extenso resumen” de algunas de las cosas que se hablaron durante el debate de Ucomur.
No habrá pactos de Gobierno
Los candidatos comenzaron coincidiendo en la primera cuestión planteada por el moderador, y todos adelantaron que tras las elecciones, gobernará la lista más votada. Todos dijeron que no pactarían “sillones” ni “cargos”, y después todos, menos el candidato del PP, anunciaron que no habría acuerdo con partidos que lleven imputados en sus filas. La línea roja ya está trazada. Como aderezo protocolario, con la intención de mostrarse ganadores, los candidatos añadieron que al margen de posibles acuerdos entre partidos, su intención es pactar con la gente. Y el líder de Ciudadanos fue un paso más allá, y con tono humorístico, arrancó las risas del auditorio al mostrarse como ganador en los comicios de mayo: “Cuando ganemos, veremos si hay alguien dispuesto a pactar con nosotros”.
Corrupción y transparencia
Pronto llegó el escándalo. Cuando se preguntó por las medidas de los diferentes partidos en cuestión de transparencia. González Tovar arrancó el turno expresando que la transparencia “es la vacuna contra la corrupción y el antídoto cuando ya se ha dado”, y apostó por un portal regional, mientras Pedro Antonio Sánchez gesticulaba diciendo que dicho portal ya existe. El candidato del PSRM insistió después en su propuesta de “televisar” todo el proceso de contratación pública y las cuestiones urbanísticas, por entender que ahí se centra gran parte de la corrupción.
Pujante fue el primero en golpear directamente al PP acusándole de haber hecho “maquillaje” con su ley de transparencia, e instando a los gobernantes condenados por corrupción a pedir perdón, “como el exalcalde de Fortuna, cuyos vecinos aún esperan una disculpa”. Nebot añadió que “la transparencia no se dice, se hace”, recordando que UPyD fue el partido mejor valorado de España por Transparencia Internacional, y que el resto suspendieron, para corregirse después a sí mismo y decir que “bueno, Izquierda Unida sacó un bien”. Después, César Nebot propuso la creación de un “canal ético” a través del cual los funcionarios pudieran denunciar “la mala praxis” y “reforzar la inspección”.
Por su parte, Urralburu afirmó que “la corrupción es sistémica en la Región de Murcia” y dijo que tiene un nombre, “el PP”. El candidato de Podemos recordó que los datos más fiables aportados por la Administración regional son del año 1995, y que la comunidad autónoma es especialmente opaca en sanidad, educación y otros aspectos. Urralburu propuso limitar el número de asesores y “que los funcionarios controlen lo que pasa”.
El siguiente golpe al PP, fuerte, lo dio Miguel Sánchez: el candidato de Ciudadanos dijo sentirse “estafado y humillado” como murciano por los casos de corrupción, clamó contra “el bochorno” que está sufriendo la Región de Murcia, y mientras Urralburu asentía al escucharle, recordó a la exalcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, cuando hablaba de “pintar de azul el mapa” para poder construir. “Ya se ha pintado demasiado en rojo y en azul”, dijo Sánchez, para después criticar también a “los empresarios arribistas” y apostar por las empresas y los empresarios honrados. Sánchez también propuso establecer la responsabilidad patrimonial subsidiaria de los partidos políticos en los casos de corrupción que afecten a sus miembros.
El ruido se elevó en la sala con gritos y aplausos cuando tomó la palabra el candidato del PP, Pedro Antonio Sánchez: “La mayoría de las propuestas que habéis dicho ya existen”, les dijo a sus rivales políticos. “¡Mentira!”, se escuchó desde el público entre el revuelo y las carcajadas, mientras el micrófono del candidato popular se acoplaba, sumando más confusión al momento. “Existe el portal de transparencia”, dijo Sánchez, palabras que fueron respondidas por nuevos gritos de los asistentes. Aunque parecía que se había fijado el tono del debate a esa altura, el tumulto se fue relajando poco a poco.
Educación y agua
Todos, excepto el candidato popular, se mostraron de acuerdo en la necesidad de derogar la LOMCE, aunque Pedro Antonio Sánchez reconoció que se podía disentir sobre la ley educativa y que lo ideal hubiera sido alcanzar el consenso en una norma tan importante. En materia educativa, además, Sánchez sacó pecho de su gestión y del bilingüismo, e hizo bandera de la libertad de los padres de llevar a sus hijos al colegio que quieran, un derecho que, dijo, defiende el PP, y para lo que pretende aprobar el distrito único en la Región de Murcia.
El resto de candidatos afirmaron apostar la educación pública, universal, de calidad y gratuita. González Tovar admitió la complementariedad de la enseñanza concertada aunque proclamó que no habría dinero público para los centros que segreguen por sexo, y Pujante y Urralburu criticaron además la extensión de los conciertos, el decreto ‘3+2’ y las políticas del PP que han favorecido a la UCAM en los últimos años. El candidato de Ganar añadió que su intención es la “progresiva disminución de los conciertos educativos”, y la integración de dichos centros en una única red de colegios públicos con un plan de habilitación para sus docentes. Además, todos explicaron que había que apostar también por la Formación Profesional y ajustarla a la demanda de empleo.
En otro de los asuntos polémicos de debate, el agua, Pedro Antonio Sánchez esgrimió que fue su partido el que, hace tres legislaturas, aprobó el Plan Hidrológico Nacional y obvió explicar la razón de que no se haya llevado a la práctica, ni de que hayan desaparecido los carteles de ‘Agua para todos’ que adornaban los edificios públicos murcianos hasta hace muy poco. Ese hecho fue criticado por el resto de candidatos, que acusaron al PP de haber engañado a los murcianos. Todos reprocharon a Sánchez la “manipulación del Partido Popular con el asunto del agua para obtener votos”, y especialmente vehemente se mostró Miguel Sánchez, de Ciudadanos, cuando afirmó que se sentía estafado por el PP y recriminó a Sánchez que no hubiera sido capaz de ir a Madrid y dar un golpe sobre la mesa.
No obstante, Ciudadanos y UPyD coincidieron con el Partido Popular en la idea de la interconexión de cuencas –algo que les agradeció y les reconoció Pedro Antonio Sánchez-, y se mostraron orgullosos de “decir lo mismo en todos sitios”, también en Castilla-La Mancha y Aragón, al contrario que los grandes partidos. Pujante y Urralburu se sumaron al resto en la defensa del trasvase Tajo-Segura pero desecharon el del Ebro, y el candidato de Podemos pidió a la CHS que hiciera públicos los datos de las aguas subterráneas. Además, Pujante criticó que se esté derivando agua del Guadalentín y del Tajo-Segura para regadíos de provincias vecinas, y Urralburu propuso que se empleara la energía fotovoltaica para bajar la factura energética de las plantas desaladoras. Por su parte, González Tovar elevó el tono criticando que el PP se enorgulleciera de un memorándum del agua que perjudica a la Región de Murcia. El candidato socialista también exigió un “decreto de sequía ya” y la creación de un banco del agua, y clamó por la unidad de los partidos en el asunto del agua.
Empleo y economía
En cuestión económica, de empleo e industria, todos los partidos coincidieron en el diagnóstico de la situación murciana, “a la cola de España en todo lo bueno”, dijo González Tovar, con un “modelo destructivo en lugar de productivo” añadió Urralburu, y con la apuesta única por el ladrillo, palabra que todos repitieron. Pujante señaló que hay cosas que se escapan a la voluntad del Gobierno autonómico y que dependen del central, y las concretó en la necesidad que derogar las dos últimas reformas laborales y la modificación del artículo 135 de la Constitución.
Urralburu abogó por trabajar con la banca ética y por las energías renovables, aspecto que también citaron Pujante y González Tovar, y todos expresaron la necesidad de mejorar la financiación para poder destinar fondos al fomento de un empleo estable y de calidad. Miguel Sánchez propuso la creación de un contrato único indefinido, y Nebot defendió la implantación para Región de un modelo económico “que no sea el chino”, que a su juicio ha impuesto el PP, basado en la precariedad. El candidato de UPyD expuso su intención de la rebaja de impuestos y tasas a PYMES y autónomos. Y al respecto del impuesto de sucesiones y donaciones, las propuestas de los partidos van desde su eliminación hasta su reducción y la búsqueda de su progresividad, como defendió Pujante. El candidato de Ganar también recordó el impuesto del patrimonio que piensa recuperar si gobierna, y propuso crear una banca pública al estilo de la surgida en Dakota, Estados Unidos.
En lo que de nuevo coincidieron todos, excepto el candidato del PP, es en dibujar el panorama de una Región casi sin industria y con una tasa de desempleo del 27%, en lamentar la “fuga de cerebros” y en recordar la desigualdad, la pobreza infantil, los parados de larga duración y las familias con todos sus miembros en paro. En este caso, González Tovar abogó por la creación de un plan de empleo público “para que esas familias puedan llevar al menos un sueldo a sus casas”. Urralburu citó el 12% de los trabajadores que a pesar de tener un empleo no pueden salir de la situación de pobreza, y explicó que hay que llevar a cabo “una inyección económica para desarrollar las potencialidades de la energía fotovoltaica”, y en general, de las renovables, que interpretó como un gran nicho de empleo.
Y mientras tanto, Pedro Antonio Sánchez expuso los buenos datos de altas en la Seguridad Social y de contratación de los últimos meses en la Región de Murcia, afirmando que poco a poco se está saliendo de la crisis gracias a las políticas del PP y al esfuerzo de los murcianos. No dudó en señalar también que “hay mucho por hacer aún”.
Al final, los agradecimientos, la felicitación por la organización del debate y por la asistencia del público, y el planteamiento de un sueño colectivo: mejorar la vida de los habitantes de la Región de Murcia y tratar de poner soluciones a sus problemas.