El plazo del pago voluntario del IBI (Impuestos de Bienes Inmuebles) finalizó ayer martes y la empresa privada encargada de gestionar los tributos municipales (Tribugest) se va a embolsar más de 2,5 millones de euros por la recaudación voluntaria de la contribución. Esta situación no convence al grupo Ciudadanos porque el contrato con esta empresa privada “sale muy caro al Ayuntamiento, más de 31 millones de euros (IVA incluido) distribuidos en cuatro anualidades, desde el 1 de enero hasta 31 de diciembre”.
Además, otra circunstancia a tener en cuenta, según la formación naranja, es que con el paso de los años se ha incrementado la domiciliación de los recibos de los impuestos y el número de personas físicas y jurídicas que se están acogiendo al plan personalizado de pagos, “otro motivo de peso para replantearse el mantenimiento de este contrato con Tribugest”.
Para el portavoz de C’s, Mario Gómez, defensor de la remunicipalización de ciertos servicios, este es otro ejemplo más de la necesidad acuciante que tiene este Ayuntamiento de darle un impulso a lo público, frente a la privatización de servicios impulsada hace años por el Partido Popular.
Según Gómez, el contrato que el Gobierno del PP tiene formalizado con Tribugest finalizará en diciembre de 2018, pero sería necesario revisarlo y que esta tarea fuera asumida por los trabajadores del Consistorio, con el consiguiente reajuste de la plantilla seleccionada para este cometido y la puesta en marcha de un plan de formación para su correcto reciclaje.
“No tiene sentido que el Ayuntamiento siga asumiendo contratos tan caros con empresas privadas cuando disponemos de los medios humanos y materiales suficientes para llevar a cabo estas tareas”, ha reiterado el portavoz de Ciudadanos.
Para finalizar, Gómez ha recordado que el dinero que nos cuesta sustentar estas contratas millonarias se podría destinar a gestionar más inversiones, mejorar el transporte público y generar empleo en el municipio que falta hace.