Algo está cambiando en el sector agrario de la Región de Murcia. La Fundación Ingenio, colectivo civil que asegura aglutinar al 85% de los agricultores del Campo de Cartagena, ha roto la relación cordial que mantenía hasta ahora con el Gobierno regional tras iniciar una campaña contra la ley del Mar Menor. Pero, en realidad, “la Fundación Ingenio no representa a los agricultores, sino que representa a las grandes corporaciones y las élites agroindustriales que han implantado el modelo agroextractivista en el Campo de Cartagena”, matiza David Avilés, antropólogo e investigador de Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Murcia (CEEUM).
En paralelo, el presidente de Vox en la Región de Murcia, José Ángel Antelo, ha lanzado un órdago al jefe del Ejecutivo regional, Fernando López Miras, y le ha sugerido que se olvide de gobernar con los de Santiago Abascal si antes no deroga la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor, aprobada en régimen de urgencia en 2020 con los votos de PP, PSOE y Ciudadanos.
La directora de Ingenio, Natalia Corbalán, culpa a los vertidos de los ayuntamientos del estado de la albufera: “Los ayuntamientos están tirando un montón de mierda”, declaró en una asamblea celebrada el pasado 26 de octubre con más de 1.500 agricultores presentes. Dos semanas después, Antelo invitó a los alcaldes ribereños a beber del agua del Mar Menor, asegurando que los agricultores están “injustamente criminalizados”.
“La red de alcantarillado de las zonas ribereñas, aunque tenga margen de mejora, representa un problema minoritario para el Mar Menor”, explica Pedro Luengo, portavoz de Ecologistas en Acción. “Se ha eliminado la mayor parte de residuos de aguas depuradas y no hay vertidos de aguas sin depurar”, sostiene.
Para el ecologista, que la principal fuente de contaminación de la laguna proviene de los nitratos de la agricultura intensiva es “una evidencia científica sin contestación posible”. El Instituto Oceanográfico Español (IEO) concluía en un informe encargado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el reto demográfico (MITECO) que el origen de la mortandad masiva de peces como la que tuvo lugar en 2021: “Se encuentra en aportes masivos y casi continuos de nutrientes y materia orgánica, que en el caso del Mar Menor vienen ocurriendo desde hace décadas debido al desarrollo creciente y no controlado de la actividad humana, con especial contribución por parte de la actividad relacionada con la agricultura intensiva del Campo de Cartagena y en menor proporción, pero no desdeñable, con las poblaciones ribereñas”.
El portavoz especula que una de las razones por las que Ingenio querría exculpar al sector agrario de la catástrofe ambiental del Mar Menor puede deberse a que algunas empresas pertenecientes a la Fundación, como G'S España o Explotaciones El Montes S.L, están inmersas en el 'caso Topillo', en el que se juzga a empresas que han realizado vertidos a la laguna debido a la acción de desaladoras ilegales. “Los vertidos por parte de los consistorios exonerarían judicialmente a estas empresas”, teoriza.
“Ven cada vez más cerca las medidas impuestas por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y la Ley del Mar Menor”, observa, “ahora mismo se les ha obligado a unas cuantas miles de hectáreas sin derecho de riego a eliminar ese regadío ilegal”. Ante las medidas, las asociaciones agroalimentarias Proexport, UPA, COAG, Asaja y Fecoam enviaron un escrito conjunto a la CHS exigiendo que suprima las medidas cautelares que dictó en el verano de 2020 para proteger el acuífero Cuaternario del Campo de Cartagena y evitar que haya nuevos impactos de la actividad agrícola y ganadera en el Mar Menor.
Tras las declaraciones de la directora de la Fundación Ingenio en las que arremetía contra los ayuntamientos ribereños y la Ley del Mar Menor, las grandes formaciones agrícolas se mantuvieron en silencio durante más de un mes. Durante este tiempo, desapareció de la página web de la Fundación el listado de patronos y colaboradores. Ahora, Proexport y Fecoam han dado un paso adelante y han reclamado al Comité Científico del Mar Menor que considere los estudios de la Fundación Ingenio sobre aguas residuales.
“Negacionistas como los antivacunas”
Pese al paralelismo de los mensajes de la Fundación Ingenio y Vox, en los que ambos reclaman la derogación de la ley del Mar Menor y apuntan a los ayuntamientos ribereños como los causantes de la contaminación de la laguna salada, el presidente de Vox en Murcia niega cualquier tipo de relación entre su partido político y el lobby agrario. Asegura que son “dirigentes del Partido Popular” quienes tachan a la organización de formar parte del partido de extrema derecha: “La Fundación Ingenio nunca ha invitado a Vox a ningún congreso”, se desmarca Antelo. Sin embargo, señala que ambos “dicen la verdad”.
Mientras que Vox se acerca cada vez más a la Fundación, el PP cada vez toma más distancia. El secretario general de la formación política y alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, aseguró en un pleno municipal del pasado martes que “la Fundación Ingenio ha ido degenerando en un discurso negacionista”, llegando a compararlos con los antivacunas. “No quiero organizaciones de agitadores que vengan a dividir a nuestra sociedad”, llegó a decir, subrayando que se trata de “gente que es ajena” al municipio y criticando que quieran “separar a las familias por pescar un puñado de votos”.
La hipótesis de Cisneros
Desde la Fundación Ingenio se aferran a informes como los del doctor en Oceanografía Física y profesor en la Universidad de Las Palmas en materias de Contaminación Marina, Jesús Cisneros, para probar que la causa de la contaminación de la albufera está en las aguas residuales. En una entrevista a un medio local, Cisneros llegó a descalificar al Instituto Español de Oceanografía por los informes en los que relaciona la contaminación del Mar Menor con el vertido de nitratos a través de la agricultura: “Frente a toda la evidencia científica que muestra lo contrario, han tenido que buscar a alguien de fuera de la Región que se preste a decir que la contaminación proviene exclusivamente de las aguas residuales”, señala el portavoz de Ecologistas en Acción.
Pese a que la posición de Cisneros ha sido rebatida por todos los organismos públicos, entre ellos el Ministerio y el Gobierno regional, y por la práctica totalidad de la comunidad científica, la Universidad de Murcia (UMU) programó una conferencia del investigador para el pasado jueves, al que definen como un “experto en contaminación marina y oceanografía costera y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria”. En ella, Cisneros trató el tema de las “aguas residuales y contaminación marina”.
Trece organizaciones ecologistas de la Región de Murcia se pronunciaron en contra de la “irresponsable actitud” de la Fundación Ingenio, a la que acusaron de utilizar tácticas de “pseudociencia” y de “desinformación” para confundir sobre la causa de los problemas que afectan al Mar Menor y reprochan que se haya producido un “acto de propaganda” en la Facultad de Químicas de la UMU, un hecho “tan sorprendente como indeseable”.
elDiario.es ha intentado recabar el comentario de la Fundación Ingenio y no ha recibido respuesta.