Después de más de ochenta años del comienzo de la Guerra Civil Española, todavía quedan muchas heridas abiertas. Aunque hay algunas que ya han comenzado a cicatrizar. Es el caso de la familia de María Dolores Valeros que, desde 1939, ha estado intentando localizar al republicano de Cehegín (Murcia) Martín del Amor Hurtado, con la esperanza de que se encontrara aún con vida en Argentina. Sin embargo, hace unos meses pudieron conocer la verdad: Martín del Amor fue deportado y asesinado en Mauthausen en 1941.
María Dolores Valeros, sobrina nieta del deportado 5484, cuenta a eldiario.es el largo proceso de búsqueda de su tío abuelo entre rumores y medias verdades que imposibilitaron que pudieran averiguar su paradero: “Mi abuela siempre nos decía que tenía un hermano en Argentina, que había huido de la guerra y que se fue allí. A día de hoy todavía no sé por qué afirmaba eso. Fue un rumor que no sé de dónde salió pero que mi abuela tomó por verdadero”.
Las noticias que llegaban del frente de batalla a los pequeños pueblos de España no eran nada halagüeñas, “supongo que mi abuela se agarraría a que su hermano podría haber sido uno de esos que se exiliaron a las Américas. A lo mejor alguien que sabía la verdad la engañó para evitarle un disgusto”, señala María Dolores Valeros, mientras lamenta que su abuela y los otros tres hermanos del deportado Martín del Amor murieran pensando que él seguía vivo en Argentina.
“Mi madre continuó contándonos esa historia de Martín y nunca nos olvidábamos de él”, señala la sobrina nieta. La familia, en todo este tiempo, siempre esperó que algún día llegara una carta o una llamada telefónica y no entendían por qué nunca se puso en contacto con ellos. Pero tal era el empeño en encontrarlo que un día incluso barajaron la posibilidad de recurrir a un programa de televisión que les ayudara en su cometido: “¡Hasta llegamos a pensar en acudir al programa de TVE 'Quién Sabe Dónde'! Nunca lo dimos por muerto”.
“Jamás pensamos que hubiera podido ser una víctima del nazismo”
El pasado mes de abril, ella y su madre decidieron buscar en internet alguna guía telefónica argentina en la que apareciera el nombre de Martín del Amor Hurtado, aun sabiendo que sería complicado “porque tendría más de cien años y lo lógico es que hubiera fallecido ya”, señala María Dolores Valeros. Cuando teclearon su nombre se quedaron sorprendidas: “Jamás pensamos que hubiera podido ser una víctima del nazismo. Había fallecido en Mauthausen hace setenta y siete años. Mi madre no se lo podía creer”.
“Vimos que ahora en internet había mucha información porque, desde hace poco, a los deportados murcianos a campos de concentración nazis les están haciendo homenajes en algunos pueblos de la Región”, destaca María Dolores Valeros, a la par que recuerda las falsas esperanzas creadas en su familia durante todo este tiempo.
Cehegín homenajeará a sus vecinos que sufrieron el horror nazi
Martín del Amor Hurtado nació en Cehegín el 17 de abril de 1912 y con 24 años se incorpora al ejército republicano para luchar contra Franco. La victoria de los sublevados en el frente de Cataluña ocasiona que, junto con más de medio millón de españoles, se exiliara en Francia, donde sería recluido en un campo de internamiento del sur del país. El inicio de la Segunda Guerra Mundial y el avance de Hitler provocan que del Amor Hurtado fuera capturado y encerrado en un centro de prisioneros de guerra en Fallingbostel (Baja Sajonia, Alemania). Poco después, el 27 de enero de 1941 sería deportado con destino al campo de concentración nazi de Mauthausen (Austria), falleciendo el 19 de noviembre de ese mismo año.
El próximo viernes 7 de septiembre, el Ayuntamiento de Cehegín realizará un acto de homenaje e inaugurará un monolito que recuerda a los catorce vecinos de la localidad que sufrieron el horror nazi. El nombre de Martín del Amor Hurtado estará en él, y María Dolores Valeros y su familia podrán cerrar así una búsqueda de la verdad que ha durado muchos años: “Le pregunté a mi madre si le apetecía asistir al acto y me dijo que sí, que quiere ir. Será una bonita forma de despedirnos de él por fin”.