El colapso sanitario por el creciente ingreso de enfermos de coronavirus en la Región de Murcia es “preocupante”. Lo han repetido en numerosas ocasiones las caras visibles de la Consejería de Salud en esta pandemia durante las últimas tres semanas. En condiciones normales, los hospitales de la Región cuentan con 120 camas de UCI disponibles y en los planes de contingencia COVID del Ejecutivo se contempla la posibilidad de ampliarlas hasta las 350. En estos momentos, del medio millar de pacientes de coronavirus ingresados en los hospitales murcianos, 99 ocupan una cama UCI, según los últimos datos epidemiológicos registrados este lunes.
El presidente de la Región, Fernando López Miras, anunció en la Asamblea regional a finales de octubre la puesta en marcha de un Plan Especial de Contingencia para incorporar otras 500 camas más en los hospitales murcianos ante un posible colapso sanitario. Actualmente la Comunidad tiene una capacidad de 2.557 camas y se pretende que llegar a la cifra de 3.042. La iniciativa incluye la activación de una Unidad de Semicríticos Avanzada en el Hospital Santa María del Rossel como respuesta al incremento de ingresos por coronavirus en Cartagena al igual que los 17 puntos covid fijos establecidos en la Región. A esto se suman ocho dispositivos especiales que se han dispuesto en los municipios que presentan una incidencia acumulada elevada.
El problema real, sin embargo, no radica solo en la falta de camas, sino en la carencia endémica de profesionales para hacerse cargo de los enfermos; un problema que no es único en la Región y que se ha denunciado desde distintas comunidades autónomas.
Desde el Sindicato de Enfermería SATSE han cifrado en 2.500 los enfermeros y enfermeras extra que habría que contratar para la activación del Plan de Contingencia del Gobierno murciano. Desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) estiman que será necesaria la contratación de 600 médicos para atender los pacientes que ocupen esas 500 camas.
“Las camas sin personal no son nada; lo que importa al final es que te estén cuidando”, se queja al otro lado del teléfono la portavoz del Sindicato Médico, María José Campillo, quien considera que en esta ola pandémica el talón de Aquiles no es tanto la falta de respiradores o camas, sino la falta de personal sanitario. “Ha habido una falta de planificación y la única manera que tenemos de salvar la crisis sanitaria es reforzando la Sanidad”, considera Campillo. “Hay que ir por delante del virus y no por detrás como vamos siempre”, se lamenta.
“Antes de hablar de aumentar camas, lo más importante es la creación de plazas, algo en lo que Murcia está a la cola” critica ‘Sony’, enfermero en planta COVID-19 del Hospital Reina Sofía. “Los contratos que se llevan haciendo desde hace años son temporales, por lo que la gente se está yendo a otros países” añade. La exigencia de aumentar el número de plazas no es reciente: “Se lleva reivindicando desde hace por lo menos 15 años. Falta personal estable”. Sobre el Plan de Contingencia, Sony no tiene “ni idea” de cómo se hará. “Han aumentado el personal, pero al igual que las camas, es un número finito”.
En la misma línea, Luis Esparza, secretario de Acción de Sindical del sindicato de enfermería SATSE, señala que con la bolsa de enfermeros actual el cubrir esas camas “es cada vez más complicado porque es escasa y porque hay personal sanitario que se está contagiando”. El sanitario señala que, en ocasiones, algunos compañeros se ven forzados a rechazar contratos por su imposibilidad para desaplazarse: “Si no se actúa con comprensión y sensibilidad ante la situación, se irán a otras comunidades donde se les dará más facilidades para contratarlos.
Esparza anima a contratar a los enfermeros y enfermeras que acaban de terminar la carrera “porque están suficientemente capacitados para atender a los pacientes; quizás no en una UCI porque necesitan una mejor preparación, pero sí en planta”.
La portavoz del Sindicato Médico no opina lo mismo cuando se le pregunta por la incorporación de jóvenes médicos: “Estamos totalmente en contra de contar con médicos recién graduados porque no están preparados para llevar enfermos complejos” y explica que el mayor problema ahora es “encontrar profesionales de la noche a la mañana bien formados; es imposible porque un respirador no lo maneja cualquiera”.
El Ejecutivo autonómico, sin embargo, insiste en que el sistema sanitario regional se ha reforzado en materia de personal. Según datos del Servicio Murciano de Salud, la Región cuenta aproximadamente con 2.200 profesionales más que el año pasado. Sin embargo, de esa cifra, cerca de 300 son médicos, alrededor de 900 son enfermeros, 700 auxiliares de enfermería y farmacia, y el resto son diplomados sanitarios y personal no sanitario. Si bien el presidente regional ha presentado estos números como una solución a la falta de personal, los sindicatos médicos y de enfermería afirman que “no son suficientes” y han manifestado su preocupación por la escasez de la bolsa de médicos y enfermeros para enfrentar este Plan de Contingencia.
Campillo reconoce que las plantillas crecen, pero no la de los facultativos: “Si queremos tener médicos, lo primero que tendríamos que tener son las vacantes; hemos denunciado durante años que aquí en la Región faltaban más de 500 plazas y no se ha hecho absolutamente nada”.
Según la portavoz del sindicato la bolsa de profesionales está agotada siempre y los médicos se están yendo a otras comunidades, “no se está haciendo nada para retenerlos”. Se van, argumenta, en busca de una mayor estabilidad tanto económica como de garantías. El 40 por ciento de MIR que acabaron este año no fueron contratados sabiendo que se les iba a necesitar en octubre o noviembre, dice. “El Gobierno quiere seguir ahorrando y se piensa que va a conseguir un médico cuando quiera”.
Mientras, las unidades de cuidados intensivos de los centros hospitalarios del territorio murciano están llegando al total de su capacidad. El Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca ha informado sobre la situación que están viviendo en la UCI y asegura que “está llegando a límites críticos”. Si lo recomendable son dos pacientes por cada auxiliar de enfermería, la ratio de pacientes en cuidados intensivos de este centro es de siete, según SATSE. Tanto en el Hospital Morales Meseguer como en el Reina Sofía los médicos están “agotados”.