Juan Miguel Varea, trabajador de la clínica veterinaria San Roque, impulsó esta iniciativa en junio del año pasado inspirada en el ejemplo de Galdakao, en Vizcaya, o el de Berlín con decenas de neveras en la ciudad. Varea solicitó una licencia de ocupación de la acera entonces, y en sus dos visitas a la Concejalía de Urbanismo le dijeron que no habría problemas. En su lugar, le llegó una sanción de 1.600 euros por ocupación de la vía pública, que ha recurrido con la ayuda de una amiga abogada.
“La nevera está siempre vacía. Es todo un éxito. Hay un chorreo constante de gente que deja donaciones voluntarias o restos de comida y dura tres minutos dentro”, cuenta Juan Miguel a eldiario.es Región de Murcia por teléfono. “También he de decir que el Ayuntamiento ha consentido que la nevera siga allí y que muchas personas particulares o el mismo alcalde de Corvera se hayan puesto en contacto conmigo para replicar la iniciativa”, añade el veterinario.
El alcalde de Murcia, José Ballesta, declaraba este martes en Onda Regional que podía haber problemas con el cable eléctrico, a lo que Varea responde que “un electricista hizo en su día la instalación para que estuviera homologada con el exterior”. “Además de que la electricidad procede de mi local”, añade.
Ante los posibles riesgos de salud, Varea explica que hay unas normas básicas como la prohibición de dejar alimentos con huevo crudo y etiquetar todo lo que no vaya envasado con la fecha de producción y los ingredientes. “Hasta ahora no ha habido ningún problema”, zanja el vecino de San Juan.