La ciudad de Cieza y toda la zona del Valle de Ricote están viviendo en las últimas semanas periodos atípicos de humo y contaminación del aire. La quema de rastrojos es una práctica habitual entre los agricultores de la zona, pero por desgracia esta práctica es más perjudicial de lo que se cree.
O al menos así lo aseguran desde Ecologistas en Acción. Su portavoz en Murcia, José Antonio Ruiz asegura que entiende que las heladas afecten a los agricultores, pero insiste en que “existen soluciones alternativas y menos contaminantes para evitar la pérdida de cultivos por bajas temperaturas”.
Además, desde EEA consideran que los índices de contaminación de ese humo son “excesivamente elevados”, y que superan “hasta 20 veces el límite que un ser humano puede permitirse respirar”. También aseguran que muchas personas con distintas anomalías pulmonares o respiratorias pueden verse gravemente afectadas.
Es el caso de Nati y su hija de 4 años, que vive con solo un pulmón y una cardiopatía congénita. Esta última semana ha sido fatal para ella, porque le es prácticamente imposible salir a la calle, e incluso acaba con síntomas de bronquitis. La situación es muy complicada para Nati y su hija, porque cada vez que se produce un episodio de fuertes humos en el ambiente, no pueden hacer vida normal, teniendo incluso que renunciar al colegio de la niña por no poder salir de casa.
“El Ayuntamiento está enterado de nuestra situación y de otros muchos habitantes con estos problemas. Y en vez de haber una solución, cada año se agrava más y más. Este año, por ejemplo, hay mucho más que en otras épocas”, manifiesta la afectada.
Tanto el Ayuntamiento y autoridades ciezanas, como los distintos sindicatos agrícolas, se escudan en que la agricultura es muy importante para la evolución económica de la zona, y que estas prácticas son “imprescindibles” para poder mantener las cosechas en buen estado.
Al respecto, José Antonio Ruiz insiste en que “hay agricultores que han apostado por medidas alternativas para mantener las cosechas y no perderlas por bajas temperaturas”, como es el caso de los llamados popularmente “pajaritos”, unos aspersores que inyectan agua en los árboles para mantener la flor de la fruta a 0º C, y que así no alcance los 2 ó 3 grados bajo cero que hacen que se eche a perder.
“Medidas como esta no son ninguna novedad”, afirma José Antonio. “Varias fincas en la zona ya las emplean. Este sector de agricultores no quiere hacer autocrítica y no pretende emplear soluciones que eviten la contaminación y el perjuicio de los habitantes de Cieza y el Valle de Ricote”, añade.
Además, desde Ecologistas en Acción demandan que los estudios de contaminación sigan vigentes, y que también se cree un programa de información a los habitantes que, según advierte “están totalmente desinformados sobre los protocolos de actuación en caso de nubes de humo”.
Un caso muy particular fue el de un colegio que la pasada primavera realizó una jornada escolar al aire libre por toda Cieza con una gran nube de humo como elemento principal en el ambiente. “Al menos se debería avisar a la población para que en estos casos se tenga la información necesaria para actuar acorde a las necesidades, y así evitar problemas de salud. El humo tiene graves efectos respiratorios y cardíacos. Basta ya de decir que el humo es natural”.