Murcia no es solo la huerta de Europa, de unos años a esta parte se ha convertido también en “su casino”. En tierras europeas, solo Albania supera a la Región en concentración de salas de juego. En España la media se sitúa en una casa de apuestas cada 13.000 habitantes, en Asturias hay una cada 46.000, en la Comunidad de Murcia hay una cada 4.300 habitantes. En municipios como Cehegín, en el Noroeste, hay una cada 3.500. Las asociaciones que luchan contra la lacra de la ludopatía no se cansan de repetir su mantra: el juego es una adicción invisible, íntimamente relacionada con el suicidio; un grave problema de salud pública que se cobra vidas. Esta semana han vuelto a poner el grito en el cielo después de que PP y Ciudadanos, socios de Gobierno, hayan sacado adelante un decreto ley con el apoyo de Vox en el que entre otras medidas se han aprobado nuevas exenciones fiscales a las salas de juego.
El socialista Alfonso Martínez Baños incide en declaraciones a eldiario.es Región de Murcia en la elevada densidad de salas de juego de la Región. La Consejería de Salud reconoce este “gravísimo” problema en un informe, da cuenta Baños, en el que se documenta el crecimiento exponencial “y de forma preocupante” de las consultas por ludopatía entre los jóvenes. En un sector, apunta Baños, con “elevadísimos” beneficios y “un trato preferencial en los últimos años”. En su opinión es “insolidario” aprovechar la COVID-19 “para seguir con las bonificaciones y exenciones”: lo que se ha aprobado es no cobrar las tasas del primer trimestre y se permite también en el segundo trimestre reducir la fiscalidad en un 25%. Las casas de juego, de esta manera, van a poder ahorrarse un 25% de julio a diciembre. “Por qué sí con el juego y no con otros sectores”, se pregunta el diputado socialista.
La fórmula tiene su “trampa”, explica Baños al otro lado del teléfono: “Se pide que retiren algunas máquinas tipo B y C durante el segundo semestre y mantener el empleo igual que en el segundo semestre de 2019”. La trampa estriba en que ya se ha calculado -relata- el descenso de la actividad, que es de un 25%, y es lo que se retira “para no tener que pagar los impuestos; pero no lo han hecho por ejemplo con las tiendas de electrodomésticos, o los bares”. Este “privilegiado” sector ha tenido bonificaciones en 2020 de casi 7 millones de euros. Y además, en cuanto al empleo, “todas estas empresas de salas de juego están en ERTE, mantienen el empleo pero el pago de salarios viene del Gobierno de España”, dice Baños, para quien todo está relacionado “con un favor a los amigos”.
La medida se aprobó este miércoles en la Asamblea Regional, justo un día antes de que el Ministerio de Consumo haya endurecido su propuesta de regulación de la publicidad de las casas de apuestas.
En Murcia, recuerda Baños, llevan desde el año 2011 prometiendo una reforma. “Y solo han movido ficha cada vez que lo hemos hecho nosotros en la Asamblea Regional, entonces dicen que están trabajando en el reglamento”. Pasó el año pasado y pasó en 2017. “Al sector no le preocupa el problema de salud, lo único que quieren es ganar dinero; en cambio hay mucha inquietud entre la comunidad médica, educativa, los padres, las asociaciones que ayudan a los adictos; nos hemos convertido en un casino para el juego”.
Cortinas de humo
La portavoz de Podemos en la Asamblea Regional, María Marín, es contundente: “Con la cortina de humo de aprobar deducciones del IRPF, algunas razonables y que se podrían haber pactado, nos cuelan el enésimo decretazo para favorecer a los de siempre; es una vergüenza seguir bonificando el juego”. Y recuerda que es “un incumplimiento de sus propios acuerdos de legislatura”. Esta compensación, señala, de las tasas al impuesto del juego durante inactividad de las salas “es una vuelta de tuerca más; un decreto que desregula leyes para que los de siempre se hinchen a ganar dinero pero que no ayudan a salir adelante a la mayoría de la población”. Marín recuerda que hace unos meses hubo un profundo debate en la sociedad murciana sobre el impacto de la ludopatía en el que se implicaron asociaciones de padres y madres, comunidad educativa, asociaciones en defensa de la salud pública junto a Proyecto Hombre. “Y el Gobierno se comprometió a terminar con esas bonificaciones pero siguen bajando impuestos”.
La psicóloga Pilar Balanza, miembro de la Asociación de Usuarios de la Sanidad Pública en la Región de Murcia, ve un “contrasentido” en esta medida. Hay, dice, un doble mensaje: “El Gobierno regional por una parte nos manifiesta su preocupación por la ludopatía pero por otra lado aprueba políticas bajo el epígrafe de la dinamización económica para argumentar las exenciones fiscales de las casas de apuesta”. Balanza va más allá porque además se trata de impuestos que se dejan de recaudar “y que no irán a soportar nuestra sanidad pública” en un momento tan necesario. Balanza, que ha trabajado duramente este dossier, habla de una “epidemia” entre la población joven de los barrios pobres. “Después de Albania somos la comunidad de Europa con mas salas de juego por habitante y estamos muy alarmados; esto es pan para hoy y hambre para mañana”. Además recuerda que estamos hablando de una adicción que se cobra vidas, “al estar relacionada con el suicidio”.
Mercedes Escavy es maestra en un instituto de Murcia y lidera junto a un grupo de alumnos el proyecto Adictlescentes, que tiene como objetivo informar a los más jóvenes sobre el peligro de la ludopatía. Esta nueva exención -dice enfadada- va en “la misma línea de siempre”. Ya estaban exentas, afirma, las empresas que empiezan durante su primer y segundo año de actividad. “Es lamentable porque estamos en un momento en el que hace falta dinero y creo que los impuestos han de recaer en las empresas que más recaudan y más han recaudado anteriormente”. Y ve un claro propósito del Gobierno regional de beneficiar al sector. “Se justifican con la creación de empleos pero hay otras empresas y sectores que generan puestos de trabajo y no se hace esta distinción con ellos”. Escavy critica que se aproveche la COVID-19 “para introducir aquello que siempre quieren hacer”.
Y no pierde la oportunidad de recordar que el borrador de la nueva ley, presentado en mayo, no recoge modificaciones sobre los horarios: “Seguimos siendo la única Comunidad sin horarios de apertura, por lo que se se puede abrir nada más cerrar”. Y tampoco han tomado en cuenta sus reclamaciones sobre la distancia de las casas de apuesta con los centros educativos. “Han establecido 500 metros pero pedíamos 1.000; es insuficiente”. Y todas aquellas salas que estén ya a menos de 500 metros de colegios o institutos, “seguirán ahí; incluso cuando tengan que renovar la licencia”. Además, El Gobierno de Murcia quiere volver a permitir la apertura de casas de apuestas en la Región tras haber establecido una moratoria para otorgar nuevas licencias de este tipo de locales en septiembre de 2018.