El rescate de los tres espeleólogos accidentados -dos de ellos fallecidos- en Marruecos, ha supuesto un precedente a nivel nacional por ser el primer caso, en términos oficiales, en el que se interviene en otro país. Así lo ha puesto de manifiesto un experto del Grupo de Rescate de Montaña de la Guardia Civil que ha participado en las jornadas de la Guardia Civil con la Universidad de Murcia, organizadas con motivo del centenario de la institución docente,
En una entrevista concedida a Europa Press, este experto ha explicado que podría ser “beneficioso” un protocolo para que “las cosas estén claras, se pueda actuar lo más rápidamente posible y no nos encontremos con esas lagunas que propicien una pérdida de tiempo”.
Tras advertir de la complejidad del rescate en Marruecos y valorar el trabajo de sus compañeros de Jaca, que después de varias negativas fueron autorizados a intervenir en el rescate de los espeleólogos españoles, ha explicado que la zona donde acudieron les obligó a poner en práctica técnicas de barranquismo, además del material invernal con el que tenían que ir provistos al estar rodeados de nieve y hielo.
Los rescates en cuevas, los más difíciles
El agente de la Guardia Civil también ha hablado sobre la complejidad con la que se encuentran día a día en su trabajo, especialmente cuando se trata de rescates en cuevas, ya que “no es lo mismo llegar a la zona andando o en helicóptero, que en cuevas donde en algunas se tarda un día y medio en llegar”.
España cuenta con numerosas cuevas, las más peligrosas en la zona de Cantabria y de Málaga, en concreto en la Sierra de las Nieves. Para ello, los cuerpos de rescate de la Benemérita se dividen en cinco áreas distribuidas por el país y que cuenta con 200 personas: Pirineo aragonés, catalán, Picos de Europa, zona centro y zona sur.
El experto ha afirmado que “cada vez hay más rescates en montaña”, debido a que frente a las antiguas actividades de ocio y turismo, como el senderismo o la alta montaña en invierno o verano, actualmente están de moda el barranquismo, parapente o espeleología, circunstancia que obliga a que los equipos de la Guardia Civil estén en permanente actualización.
A su juicio, que lo que más le cuesta asumir la gente es “saber renunciar a tiempo cuando la actividad no se puede realizar”. Las actividades “son muy bonitas y te las meten por los ojos, la gente se lanza y el material es asequible con tiendas que lo venden”, ha interpretado al respecto de algunos organizadores de actividades.
Durante la charla, el experto de la Benemérita ha dado algunos consejos básicos: no ir solas, avisar a familiares o amigos del plan previsto, cargar el teléfono móvil para que tenga suficiente batería, conocer el material que hay que llevar y saber usarlo, estar preparado física y técnicamente e informarse bien de las actividades, así como de la previsión meteorológica.
Para concluir, y en clara alusión a las circunstancias que según las informaciones recogidas por algunos medios rodearon el rescate de los espeleólogos españoles siniestrados en el Atlas, el experto ha dejado claro que nunca abandonan su actividad cuando la persona está herida, “ni de día, ni de noche ni cuando hace mal tiempo”.
Como ejemplo, ha recordado el caso de un joven de 24 años que desapareció en Sierra Nevada el 18 de diciembre de 2013 y se encontró en noviembre de 2014, añadiendo que ni siquiera en el caso de avalanchas han dejado de trabajar en la búsqueda de las personas, durante seis o siete días.
En el marco de las jornadas de la Guardia Civil con la Universidad de Murcia, que se celebran por el centenario de la institución docente, este jueves se celebró un taller de iniciación a la escalada en rocódromo a cargo de la Sección de Rescate e Intervención en Montaña (Sereim) de la Comandancia de Granada, en el Pabellón Cagigal de Murcia.