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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Suspendido once meses de empleo y sueldo un médico que diagnosticó a una paciente que no estaba “bien follada”

El Tribunal Superior de Justicia de Murcia ha desestimado el recurso de apelación del médico que fue condenado a once meses de suspensión de empleo y sueldo por diagnosticarle a una paciente que sus problemas de salud se debían a que “no estaba bien follada”, según adelanta La Opinión de Murcia. Así, se ratifica la decisión del Juzgado de Lo Contencioso Administrativo Nº 7 de Murcia, donde acabó el caso. En un primer momento, el Servicio Murciano de Salud (SMS) pedía para él dos años.

Los hechos sucedieron en septiembre de 2016 en el centro de salud de Llano de Brujas, donde el facultativo pasaba consulta. Una chica de 21 años, Patricia, acudió horas después de haber sufrido un desmayo. Después denunció lo que había pasado durante su visita en su cuenta de Facebook y ante la Consejería: el doctor le había hecho varios comentarios sexuales. Según escribía la denunciante, le preguntó “la edad de mi madre” y “quién estaba más buena, mi madre o yo”. También le dijo que no le iba a recetar lo que le habían mandado antes en urgencias “porque me iba a poner gorda y ahora mismo tenía un tipazo”.

Finalmente, el doctor dejó escrito en la receta que “no estaba bien follada”. Debido a eso, una “grave desconsideración a la usuaria”, según el Juzgado, le han condenado a ocho meses de suspensión de empleo y sueldo. Los otros tres son porque, durante la visita, ofreció tabaco a la paciente y ella lo rechazó, pero él procedió a fumar. El TSJM considera toda esta actitud “inadmisible en una consulta médica que se espera respetuosa, científica y deontológica” y “en absoluto puede admitirse como un diagnóstico correcto”.

Lo que alega el doctor en su defensa es que “si bien es cierto que puso en el papel un término que puede ser entendido como ofensivo, lo cierto es que no lo transcribió con ánimo de dañar o burlarse de la paciente”. Reconoce que escribió el diagnóstico por el que se le condena, y lo justifica con que la joven le había pedido que le recetase tranquilizantes y “había que conocer las causas de su alteración emocional”. También alega que es “un defensor de los derechos de la mujer” porque puso un cartel en su puerta “en el que mostraba su disposición a hablar con las víctimas de violencia de género, lo que refleja su carácter dialogante”, según recoge La Opinión de Murcia.

Patricia, en su escrito en Facebook, comentaba que “este sujeto ya acumula varias denuncias, pero se le suspende de empleo y sueldo una temporada y después vuelve al centro de salud”. Su publicación fue comentada por varias mujeres que conocían casos similares.