Barkos se despide defendiendo su legado en Navarra y posicionando a Geroa Bai como socio exigente de Chivite

Los parlamentarios de Geroa Bai no han aplaudido a María Chivite, que será presidenta de un Gobierno tripartito conformado por el PSN, por Contigo/Zurekin (Podemos, IU, Batzarre y otros) y por la propia formación de Socialverdes y PNV. Esta coalición dirigirá cuatro áreas del futuro gabinete y verá multiplicado por cuatro su presupuesto al haber ganado la cartera de Salud a cambio de Turismo o Vivienda en la persona de Fernando Domínguez. Además, lidera el Parlamento, con Unai Hualde, y podrá designar, siendo cuarta fuerza, a la única senadora autonómica que envía Navarra. La elegida será Uxue Barkos, la gran referencia política de Geroa Bai, presidenta de 2015 a 2019 y que se ha empezado a despedir de la Cámara autonómica con su intervención en la sesión de investidura, en la que no ha escatimado en críticas a los socialistas o a EH Bildu. Ha afirmado que se ha negociado “a cara de perro” y ha añadido en que el resultado “no es el más ambicioso” desde que en 2015 se acabó con los mandatos de UPN, dando a entender que fue su mandato el más exitoso. También ha mencionado el capital político de lo que fue Nafarroa Bai, donde estaban EA y Aralar, ahora integrados en EH Bildu.

Barkos ha insistido en que el pacto “ha peligrado en algún momento” y ha defendido que Geroa Bai pusiera “condiciones” y “líneas rojas” para que el Gobierno fuera realmente una coalición con diferentes almas. Por ejemplo, ha destacado que toca trabajar para no dar la espalda a los navarros vascoparlantes. De hecho, la ha dicho a Chivite que son más entre el bloque de la investidura los que defienden el euskera que el PSN, por lo que debería tenerlo en cuenta. Barkos, que ha tenido que intervenir sentada en su escaño por una lesión, ha intervenido a partes iguales en ambas lenguas, vasca y castellana.

La expresidenta, que no ha tocado el asunto de la ley de vivienda estatal, sí se ha referido expresamente a las críticas de EH Bildu sobre las negociaciones, en las que ha apreciado más reparto de cargos que acuerdos programáticos. Ha ironizado Barkos que la coalición abertzale no vea ese mismo problema cuando, a cambio de su abstención para facilitar la investidura en Navarra, le reclama un gesto similar en Pamplona para desalojar a Cristina Ibarrola, de UPN. Además, no ha querido orillar la importancia de que por cuarta legislatura sea una mujer la que lidere la comunidad foral. Barkos ha cerrado su discurso defendiendo Navarra como “sujeto” y no como “cuestión de Estado”. “Ése es una vez más el objetivo central de Geroa Bai para esta próxima legislatura y para el que aquí -y donde nos corresponda- seguiremos trabajando”, ha cerrado la expresidenta.