EH Bildu no forma parte del acuerdo de Gobierno que cristalizará en Navarra ni votará a favor de la investidura de la socialista María Chivite, pero su abstención activa será imprescindible como lo fue en 2019. Y así lo ha reivindicado la coalición abertzale -con más escaños que los dos socios del PSN, Geroa Bai y Contigo/Zurekin- en la sesión de investidura, en la que ha puesto en valor su “responsabilidad” hasta el punto de recalcar que incluso valoraron votar 'sí' ante el punto de tensión por el que pasaron las negociaciones, particularmente con la formación de Uxue Barkos. Ahora bien, han criticado que el PSN no admita esta realidad y, en la tribuna, la nueva portavoz, Laura Aznal, ha recalcado que no basta con superar una primera votación para garantizarse la estabilidad durante toda una legislatura. “Vamos a seguir espigando todo lo que podamos, pero en esta legislatura queremos y vamos a segar”, ha enfatizado Aznal.
EH Bildu ha asegurado que llega al nuevo cuatrienio con más votos y escaños, reforzada como tercera fuerza. Por ello, ha emplazado al PSN que no se repitan algunas dinámicas de la pasada legislatura. “No es suficiente con cerrar el paso a las derechas. Voy a ser muy clara con la posición de EH Bildu. Lo que viene no puede ser una legislatura como la anterior, ni en las formas ni en el fondo. Esta legislatura debe ser un punto de inflexión. No vamos a renunciar a nada. Tendremos que hablar de todo”, ha señalado Aznal.
¿Y qué es “todo”? EH Bildu insiste en que mientras ha sido generoso en el Parlamento de Navarra por segunda vez, al revés el PSN sigue optando por no impedir ayuntamientos de UPN en Pamplona o en otros municipios navarros. Allí “sigue habiendo mayorías progresistas”, ha tentado Aznal a los socialistas, aunque sin mencionar expresamente la idea de activar una moción de censura en la capital para revertir la elección de Cristina Ibarrola de junio. Igualmente, han reclamado una política lingüística “proactiva”, “acabar con la zonificación linguística” y “garantizar los derechos” de los vascoparlantes. Aznal ha intercalado ambos idiomas, euskera y castellano, durante su aloución. O también ha mencionado complementar las pensiones mínimas, una vieja reclamación de la coalición.
La formación soberanista, con todo, no renuncia a ser oposición. Como UPN, ha criticado los planes en torno a la electrificación de Volkswagen. Asimismo, ha lamentado el reparto de “sillones” en que se convirtió la negociación del nuevo Gobierno. “No sabemos si ustedes comparten un proyecto de Gobierno”, ha ironizado Aznal mirando a los escaños de Geroa Bai. “No puede cargar siempre toda la responsabilidad en las mismas espaldas”, ha añadido. En la tribuna, con Arnaldo Otegi de vacaciones, han seguido el pleno los dirigentes Unai Urruzuno, Gari Mujika, el exalcalde de Pamplona Joseba Asiron y Miren Zabaleta. Su padre, el histórico dirigente abertzale Patxi Zabaleta, también ha acudido al Parlamento navarro.