Chivite anuncia una reforma del Estatuto navarro y promete una legislatura de progreso como dique a las derechas

“No conozco un mejor lugar para estar un 14 de agosto que este salón de plenos”, ha bromeado a las 9.30 horas en el Parlamento de Navarra el presidente de la Cámara, Unai Hualde. El complejo camino de las negociaciones políticas ha acabado por retrasar al puente más vacacional del año la investidura de María Chivite para una segunda legislatura en Navarra. Ella misma ha recordado que es la primera mujer que puede revalidar el cargo, aunque Navarra es una excepción y encadena cuatro legislaturas con liderazgo femenino y con tres partidos diferentes. Como gran anuncio, ha prometido una “actualización” del equivalente al Estatuto navarro, la denominada Lorafna, pero siempre “dentro del marco constitucional”. También ha querido poner un acento muy social a su propuesta y contraponerlo con la involución de la derecha en otras comunidades autónomas.

La sesión se prolongará hasta este martes, ya que el Gobierno progresista encabezado por la socialista y apoyado por Geroa Bai y Contigo/Zurekin (la marca de Podemos, IU, Batzarre y otros) no tiene mayoría absoluta y precisará de una segunda votación en pleno Ferragosto, como denominan los italianos al 15 de agosto. En ella, la abstención de EH Bildu será decisiva para articular una alternativa al bloque de las derechas, encabezado por UPN, que ganó las elecciones forales de mayo, y en el que también emergen PP y Vox. Javier Esparza, el líder de UPN, lleva ya días repitiendo que el nuevo Ejecutivo nace rehén de la izquierda abertzale y la derecha hará de ello su idea-fuerza nuevamente, aunque ello no ha supuesto desgaste en las urnas para Chivite.

Chivite ha defendido su candidatura con un discurso no excesivamente largo para no tener límite de tiempo. Ha durado unos 45 minutos y ha sido aplaudido por los diputados de PSN y Contigo/Zurekin, pero no por los de Geroa Bai. Ha empleado casi en exclusiva el castellano, aunque además de su clásico “eskerrik asko” final ha querido leer -no sin dificultades- una frase en lengua vasca -solamente una- para mostrar su “mayor respeto al euskera”, que es oficial en parte de la comunidad foral. “No hay que mezclar la lengua en el debate partidista”, ha dicho después. La dirigente del PSN, que se ha venido definiendo en las últimas semanas como un “baluarte” progresista en un mapa autonómico que desde el 28M se ha escorado a la derecha con pactos entre PP y Vox. En unas palabras que trascienden a Navarra, la futura presidente ha afirmado que España vive un contexto de “emergencia democrática” por la “amenaza de la involución que viene de formaciones de derechas”, que “recortan derechos” y han elevado el “negacionismo” de la violencia machista, de la emergencia climática o de la diversidad a la praxis política.

Y ha añadido: “La ciudadanía está lanzando, en los últimos procesos electorales, un claro mensaje prepolítico [...]. La ciudadanía ha votado mayoritariamente convivencia. Ha votado respeto e integración de la pluralidad y de la diversidad. Ha votado avanzar. Ha votado sí a los derechos y no a los retrocesos. Ha votado por una Navarra foral dentro de una España que avance en el marco de las autonomías que la propia Constitución contempla”. Chivite ha recordado que en su primera legislatura se lograron tres transferencias pendientes de la Lorafna de hace cuatro décadas -el Estatuto navarro- y ha prometido seguir buscando acuerdos con el Estado en esa línea. Fueron Sanidad penitenciaria, IMV y Tráfico, que en ningún caso implica la salida de la Guardia Civil. Ha exhibido también pleno respeto a los “símbolos” de Navarra y a su foralidad. “Querer a Navarra y querer a España no es ponerse pulseras”, ha avisado mirando a la derecha. Como anuncio de calado, ha prometido una ponencia parlamentaria para “actualizar” esa Lorafna “dentro del marco constitucional”.

Salud y Vivienda, dos prioridades

Chivite ha destacado el alto nivel de vida de Navarra, pero ha enfatizado que ello no puede tapar que existen desigualdades sociales que hay que combatir. Le toca dar el “salto definitivo al siglo XXI”, con todo lo que ello implica, ha remarcado la que será presidenta hasta 2027. La candidata ha repasado largamente las que serán las “prioridades” de su Ejecutivo, que ha recalcado que será “feminista”, “garante de los derechos y libertades” y que impulsará un “refuerzo” de los servicios públicos, con especial atención a la Sanidad. En este punto, Chivite ha anunciado una nueva ley foral de la Salud que, según ha indicado se presentará “antes de que acabe el año 2024” y que se centrará en la atención primaria, la salud mental, y en una estrategia frente a las listas de espera. Salud es una cartera que cambiará de manos y de partido. El PSN ha cedido a Geroa Bai esta cartera tras las negociaciones y su titular será de nuevo Fernando Domínguez, que ocupó el cargo en el mandato de Uxue Barkos, de 2015 a 2019. Él ha sido uno de los invitados que ha acudido este lunes al Parlamento.

La futura presidenta también ha puesto énfasis en el acceso a la vivienda, anunciado que se aplicarán medidas para “garantizar unos precios de alquiler que no sean una barrera para las personas” impulsando el alquiler social, la rehabilitación y con “un parque de vivienda accesible, también en zonas rurales”. Chivite ha señalado que establecerán las zonas tensionadas para limitar el precio del alquiler, conforme a la ley de vivienda estatal. Tampoco es un punto menor. Vivienda cambia también de manos. Ahora la liderará Contigo/Zurekin y no Geroa Bai. La marca de PNV y Socialverdes se opuso en las Cortes Generales a esta ley y el PNV, en el Gobierno vasco, la va a recurrir al Tribunal Constitucional. Con todo, el acuerdo tripartito firmado en Navarra acatan su aplicación.

En materia económica, ha adelantado un plan de reindustrialización “para mejorar la competitividad” del tejido empresarial, que en los próximos años se enfrentará al reto de la electrificación del sector del automoción, que emplea a más de 15.000 personas en la comunidad foral, y que en la última semana ha estado en el centro de la polémica por la decisión del grupo Volkswagen de no instalar una planta de montaje de baterías dentro de la fábrica de Landaben. “Debemos avanzar hacia una producción sostenible y que aporte valor, que genere empleo de calidad y con una oferta formativa que atienda las demandas de perfiles que nuestra industria necesita”, ha asegurado.

En cuanto al euskera, Chivite ha abogado por impulsar “un amplio acuerdo social y político” desde la “realidad sociolingüística y la voluntariedad” y “sin mezclar la lengua con el debate partidista”.

Por último, también ha apuntado que se seguirán desarrollando proyectos iniciados ya en el anterior mandato como la segunda fase del Canal de Navarra para llevar agua del embalse de Itoiz a la Ribera, el desdoblamiento de los túneles de Belate y Almándoz o la culminación de las obras en la carretera N-121A, una de las más peligrosas de la comunidad foral.