“Somos libres y soberanos a la hora de decidir nuestro futuro. Tanto, como somos conscientes de las limitaciones y dificultades que supone el ejercicio de esa posición de derecho”. La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, ha reclamado a la Cámara foral que renueve “el compromiso firme con nuestro autogobierno pleno, desde el respeto y la solidaridad para con el resto de comunidades y pueblos del Estado español y la Unión Europea”. En un extenso discurso pronunciado ante el Parlamento en pleno para compartir su visión sobre el estado de la Comunidad, Barkos no ha podido abstraerse al tenso contexto político que se vive en el país por el conflicto catalán. “Vivimos los días más críticos del Estado español diseñando en la Transición del 78”, ha evaluado antes de volver a rechazar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
En su opinión, los dos años de legislatura “del cambio” han servido para que Navarra vuelva a tener unas cuentas públicas “saneadas”. En el otro lado de la balanza, la presidenta considera que la inestabilidad política del Gobierno del PP y su “dificultad para sumar mayorías” está perjudicando a la Comunidad foral en cuestiones estratégicas para las que se requiere un acuerdo con el Estado, y entre las que ha citado la renovación del Convenio Económico, la construcción del TAV o la del Canal de Navarra.
En este contexto, y tras enumerar algunos desafíos de futuro a los que se enfrenta su gabinete, Barkos ha recordado que “Navarra sabe mucho de guerras, de violencias. Y siempre ha salido perdiendo cuando no ha alcanzado acuerdos. Internos y externos. Por eso debemos estar hoy más unidos que nunca en la defensa de nuestra identidad, también en la diferencia entre nosotros, unidos en la defensa de las herramientas básicas de autogobierno, que son la mejor garantía para navegar en las procelosas aguas de la incertidumbre y la confusión en las que hoy se mueve el mundo”, ha instado a los grupos parlamentarios.
Adelantándose a las críticas del primer partido de la oposición, UPN, la presidenta ha pedido que los grupos no permitan “que se cuestionen” dichas herramientas de autogobierno, “y menos en el eco de voces ultramontanas que pretenden devolvernos a las peores pesadillas de nuestro pasado”. Abiertamente, ha acusado al partido regionalista de “buscar su propia supervivencia electoral a costa del descrédito del Gobierno actual, llegando para ello a perjudicar el nombre y la marca de Navarra, aunque con poco éxito, ciertamente”, ha ponderado. No obstante, ha insistido en su preocupación por las “intervenciones absolutamente desleales para con la sociedad navarra” protagonizadas, a su juicio, por UPN. “Porque dibujar fuera de nuestras fronteras un caos que no existe, que es falso, solo perjudica a la sociedad”, ha razonado Barkos.
Sobre las relaciones de su Gobierno con la Administración central, la presidenta de Navarra ha expuesto con palabras muy medidas sus críticas hacia el Gobierno del PP. “En todo este tiempo, Navarra ha ofrecido a Madrid estabilidad y capacidad de negociación. Y Madrid le ha devuelto a Navarra inestabilidad e incapacidad para el acuerdo”, ha lamentado. Esta circunstancia ha provocado dificultades para que prosperen asuntos “de enorme envergadura” para Navarra, entre los que ha citado la renovación de la cuota del Convenio Económico, la negociación para la firma de un nuevo convenio constructivo del TAV, la negociación para diseñar y construir la segunda fase del Canal de Navarra, o “el cumplimiento del Amejoramiento”. Cuestiones todas ellas que “no pueden quedar al albur de la incapacidad política de Madrid para construir mayorías”.
Barkos ha señalado, sin embargo, que al acuerdo entre Navarra y el Estado para actualizar el Convenio Económico “sólo le falta el impulso político del Gobierno central” y se ha aferrado al “compromiso” que, en su opinión, suponen las declaraciones del ministro Cristóbal Montoro en la Cámara Baja asegurando que el acuerdo se habrá alcanzado antes de que concluya el año. Con respecto al TAV no se ha mostrado tan optimista, si bien ha insistido en que su Gobierno “va a trabajar por recuperar un convenio que permita a Navarra estar en la toma de decisiones de esta importante infraestructura”. También ha expuesto la presidenta su intención con respecto al futuro de la segunda fase del Canal de Navarra: “No es voluntad de este Gobierno entrar en ninguna guerra de hectáreas”, ha advertido dirigiéndose de forma directa a UPN. “Reitero nuestra apuesta por llevar a la Ribera toda el agua disponible, toda, la de boca y la de riego”, ha concretado antes de desear que “se licite cuanto antes” el proyecto.
UPN: “Candidata de EH Bildu”
Tras escuchar las dos horas de discurso de la presidenta Barkos, el líder del principal partido de la oposición y presidente de UPN, Javier Esparza, ha acusado a la jefa del Ejecutivo de “ser cada día más radical” y de “ir de la mano con EH Bildu”. De hecho, ha considerado que “Barkos puede ser la próxima candidata electoral de EH Bildu”. Este Gobierno, ha considerado Esparza, tiene “dos presidentes. La señora Barkos y el señor Araiz” (portavoz parlamentario de EH Bildu). Las discrepancias entre el partido de Barkos, Geroa Bai, y EH Bildu son, para Esparza “un teatrillo” que representan de cara a la sociedad, porque “Araiz y Barkos comparten exactamente el mismo proyecto político para Navarra, quieren cambiar el estatus de Navarra, no creen en una Navarra foral dentro de España y, por tanto, del euro. Sueñan y trabajan por una Navarra dentro de Euskadi y, por tanto, fuera de Europa. Esta es su prioridad y a eso se dedican en su quehacer cotidiano”, ha acusado el líder regionalista. Y, a pesar de ello, también ha señalado que “el autogobierno de Navarra no está en riesgo” y que “el único riesgo para el autogobierno son los proyectos nacionalistas, que quieren que Navarra deje de ser foral y española”. Tras insistir en que “la sociedad navarra no quiere aventuras rupturistas ni quiere que se reproduzca en Navarra lo que está ocurriendo en Cataluña”, ha defendido la aplicación del artículo 155 de la Constitución y se ha presentado como la “garantía” de que en Navarra no “ocurrirá un proceso secesionista” como el catalán.
PSN augura cambio de Gobierno
La portavoz del PSN en el Parlamento de Navarra, María Chivite, ha aventurado el futuro que los socialistas ven para el Gobierno foral: “el cuatripartito acabará la legislatura, pero no repetirá en el Gobierno”, ha previsto. “No hay nada de progresista ni de izquierdas en defender la identidad por encima de la igualdad, por eso este Gobierno no es social, ni de izquierdas ni progresista y necesitamos uno que sí lo sea”, ha demandado. A su juicio, en los dos años de legislatura presidida por Barkos se han producido en Navarra “avances sociales, pero insuficientes”. En respuesta a la petición de compromiso por el autogobierno hecha por la presidenta, la líder socialista ha querido hacer, por su parte, “una apelación a la convivencia, integradora de la pluralidad” y ha señalado que “la complejidad de nuestra tierra no tiene por qué ser un problema”, por lo que ha apostado por “convertirla en una oportunidad”.
Además, ha apelado a todas las formaciones políticas y, especialmente, a las que tienen responsabilidades en las instituciones, a que “asuman el compromiso ético de no utilizar la diferencia para confrontar a la sociedad y no crear abismos entre ciudadanos”. También se ha posicionado sobre el contexto político general al señalar que, como socialistas, “no compartimos esta dinámica de exaltación identitaria que estamos viendo especialmente este año, el nacionalismo vasco sube su perfil y da alas a la derecha para elevar el tono antinacionalista y no nos gusta”.
El PP: “Quieren que seamos vascos”
Lejos de escuchar los llamamientos a la mesura del PSN, La portavoz del PPN, Ana Beltrán, ha considerado que el Ejecutivo de Barkos es “el Gobierno del cambio para que los navarros seamos vascos” y ha añadido que “es un Gobierno nacionalista vasco que trabaja para unir lengua y territorio con la Comunidad Autónoma Vasca”. Sus críticas han continuado por el mismo camino cuando ha acusado a la presidenta de ser la única en España “que quiere que su comunidad desaparezca”. También ha censurado a Barkos su posicionamiento sobre el conflicto catalán, “del lado de quienes incumplen la ley”, ha dicho antes de considerar que ha quedado con ello “deslegitimada para continuar en el puesto”. También ha añadido que Barkos “se arrodilla ante sus socios más radicales, que buscan una Navarra empobrecida”. “El Gobierno no escucha a la ciudadanía, mira a sus socios, a los que no condenan, a los que mataron, secuestraron y extorsionaron para que no se construyera el embalse de Itoiz, y a una de ellas la tiene sentada en su gobierno, como es EH Bildu”, ha afirmado.
El cuatripartito apuesta por profundizar en el cambio
Por su parte, los portavoces del cuatripartito han intentado “tranquilizar” las inquietudes expresadas por los grupos de la oposición en cuanto a que se pueda reproducir en Navarra un proceso como el que está ocurriendo en Cataluña. “No vamos a entrar en ningún proceso independentista, eso es ficción”, ha respondido Adolfo Araiz, de EH Bildu, a la portavoz del PP. Sí ha defendido Araiz la revisión del estatus de la Comunidad foral y ha respaldado el compromiso pedido por la presidenta hacia el autogobierno. También ha considerado que, en estos dos años de legislatura, se va cumpliendo el acuerdo programático que pactaron y ha apostado por “no asfixiarnos con las prisas, porque este proceso del cambio es a largo plazo y por ello es fundamental que sigamos en este ‘auzolan’ masivo entre las instituciones y la actividad ciudadana”, ha advertido.
Tanto Mikel Buill, de Podemos, como Marisa de Simón, de Izquierda Unida, han descartado que en Navarra pueda producirse un proceso secesionista. También han apostado por la revisión del estatus de la Comunidad foral y por reforzar sus instrumentos de autogobierno. Ambos se han mostrado satisfechos, con matices, sobre el grado de cumplimiento del acuerdo programático y han pedido un impulso para lo que queda de legislatura.