Contrapunto es el blog de opinión de eldiario.es/navarra. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de la sociedad navarra. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continua transformación.
Medalla de oro de Navarra, los problemas del decreto que lo regula
Uno de los perjuicios graves de la concesión de la Medalla de Oro de Navarra este año ha sido reeditar viejos debates que fuera de contexto son un arma arrojadiza. No en vano es peligroso adoptar en política un presentismo histórico que trata de preservar sólo una parte de la visión de una época para arrimar argumentos a debates del presente. Decir que Campión era racista y supremacista blanco y euskalduna en su época (quién habla del resto de premiados y digo premiados porque premiadas no hay apenas), es ignorar que mucha parte de la intelectualidad de Europa lo era, de una manera u otra.
Transcribir parte de una cita de Cánovas del Castillo causa sonrojo en la actualidad, por mencionar a algún político de otra tradición: «Los negros en Cuba son libres; pueden contratar compromisos, trabajar o no trabajar, y creo que la esclavitud era para ellos mucho mejor que esta libertad que sólo han aprovechado para no hacer nada y formar masas de desocupados. Todos quienes conocen a los negros os dirán que en Madagascar, en el Congo, como en Cuba son perezosos, salvajes, inclinados a actuar mal, y que es preciso conducirlos con autoridad y firmeza para obtener algo de ellos. Estos salvajes no tienen otro dueño que sus propios instintos, sus apetitos primitivos….“
Por tanto, no deberíamos estar haciendo una enmienda a la totalidad histórica a un personaje. Lo cual no significa por supuesto que comulguemos con él o con sus ideas. En su época también hubo gente que hizo lo correcto y que no defendía esas afirmaciones. Sin embargo, con un poco de mala fe y de partidismo, nadie saldría vivo (viva), de semejante escrutinio y menos con los criterios sociales de un futuro que a todas las personas se nos escapa en buena medida. Con todo este ruido político y mediático no faltará quien cuente partidarios y detractores de una medalla o de otra. Y así nos vamos entreteniendo.
En realidad el problema es el decreto que regula la concesión de la medalla de oro de Navarra, porque su otorgamiento es tan discrecional que permite la utilización del Gobierno de turno por razones partidistas que no sirven a la sociedad a la que tales reconocimientos tienen el deber de unir, como cuando UPN se la concedió a Huarte y a Urmeneta como impulsores de un plan industrial en Navarra. Y ahora en el contexto de un debate político entre nacionalistas vascos y nacionalistas navarristas para ver quién se queda con la bandera de Navarra. Esto no interesa a la mayoría de la sociedad que asiste al espectáculo estupefacta. Y desde luego no forma parte de nuestra manera de hacer las cosas.
Es por eso que desde Podemos Ahal Dugu queremos cambiar el decreto que regula la concesión de la medalla de oro de Navarra para que su otorgamiento no sea arbitrario.
Algo que nos debería unir en defensa de unos valores compartidos no puede ser utilizado como arma política arrojadiza. No podemos utilizar la más alta distinción de Navarra para honrar a personajes históricos según la interpretación que del presente hacemos de sus actuaciones, sino para honrar a personas e instituciones navarras que sirven de ejemplo actual de los valores que defendemos y que queremos defender, relacionados con la solidaridad, la igualdad, el pluralismo. De lo contrario, la tentación de caer en el uso banderizo de todas las cosas que nos pertenecen a todas es muy grande. Por eso hay que hacerlo de forma participada por la sociedad y motivada por quien concede.
Nosotros, nosotras, sí que creemos que hay una sociedad navarra viva, solidaria, acogedora. Gente cuyos valores nos estremecen, nos emocionan a todas seamos del color político que seamos. Están ahí. Esperando que todas los reconozcamos como se merecen.
*Eduardo Santos Itoiz es secretario general de Podemos Ahal Dugu
Uno de los perjuicios graves de la concesión de la Medalla de Oro de Navarra este año ha sido reeditar viejos debates que fuera de contexto son un arma arrojadiza. No en vano es peligroso adoptar en política un presentismo histórico que trata de preservar sólo una parte de la visión de una época para arrimar argumentos a debates del presente. Decir que Campión era racista y supremacista blanco y euskalduna en su época (quién habla del resto de premiados y digo premiados porque premiadas no hay apenas), es ignorar que mucha parte de la intelectualidad de Europa lo era, de una manera u otra.
Transcribir parte de una cita de Cánovas del Castillo causa sonrojo en la actualidad, por mencionar a algún político de otra tradición: «Los negros en Cuba son libres; pueden contratar compromisos, trabajar o no trabajar, y creo que la esclavitud era para ellos mucho mejor que esta libertad que sólo han aprovechado para no hacer nada y formar masas de desocupados. Todos quienes conocen a los negros os dirán que en Madagascar, en el Congo, como en Cuba son perezosos, salvajes, inclinados a actuar mal, y que es preciso conducirlos con autoridad y firmeza para obtener algo de ellos. Estos salvajes no tienen otro dueño que sus propios instintos, sus apetitos primitivos….“