Contrapunto es el blog de opinión de eldiario.es/navarra. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de la sociedad navarra. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continua transformación.
Pensar fuera de la caja
En diciembre del 2015, Rajoy convocó elecciones generales. A los meses se convocaron de nuevo elecciones, dado que el Congreso no otorgó la confianza a ningún presidenciable. En febrero de este año, con una moción de censura por medio, se volvieron a convocar elecciones porque se rechazaron los presupuestos del Gobierno Sánchez. En estos momentos, estamos a la espera de un nuevo proceso de investidura para el Gobierno de España. En definitiva, en poco más de tres años habrá habido, en el ámbito del Gobierno de España, tres elecciones generales, una moción de censura y tres constituciones de gobierno.
No se trata de mencionar la soga en casa del ahorcado. Pero, en Navarra, después de las elecciones del 26M, las cosas de la gobernabilidad tampoco van a ser sencillas. Surge la opción de que las elecciones forales se puedan repetir, allá por octubre.
Algunas personas opinan que la ciudadanía ha dejado una situación endiablada; muy compleja de resolver por los políticos. Pero la ciudadanía ha expresado, ni más ni menos, la realidad de nuestra secular pluralidad política.
Cuando, por mor de una negociación presupuestaria, se suprimió el procedimiento automático de lista más votada se inició un proceso para la elección del presidente del gobierno muy complejo, pero legítimamente democrático. Antes, un candidato podría ser rechazado por el parlamento, pero nombrado presidente por ser la candidatura más votada.
La supresión de ese sistema abrió una nueva etapa política en Navarra hasta entonces desconocida. Así, en el 2011, se formuló un gobierno UPN-PSN que, al año, fue roto unilateralmente por UPN. Las elecciones del 2015 castigaron ese modelo de gobierno de Gran Coalición entre derecha e izquierda. Posteriormente, se fraguó un nuevo modelo de gobierno cuatripartito que también ha sido castigado recientemente en las urnas.
Nos encontramos ante un panorama que algunos entienden de imposible resolución. Una segunda edición de elecciones daría unos resultados similares. De tal modo, que ya se oyen voces para que el sistema vuelva a la lista más votada, como en los ayuntamientos. Pero no se trata de eso. Cualquier sistema de gobierno democrático debe contar con la confianza de la cámara representativa mediante acuerdos y pactos.
Mi recomendación para salir de este galimatías es romper con la tradición, con la lógica de que “siempre se ha hecho así”. Debemos pensar “fuera de la caja”. Una expresión que visualiza la necesidad de pensar diferente, de forma no tradicional; innovando. La política navarra debe abrirse a nuevos horizontes; debe romper con la teoría de los tres quesitos (derecha-izquierda-nacionalismo). Los quesitos deben fundirse.
Quedan tres meses para que automáticamente se convoque un nuevo proceso electoral. En estos tres meses, los agentes políticos deben dialogar, abrirse, conocerse, romper sus barreras mentales... Se deben procurar gobiernos mixtos en identidades y en ideología. Fórmulas no exploradas.
Por último, nuestros representantes deben estar a la altura. Se precisa de políticos herejes que rompan lógicas viejunas. ¿Habrá en Navarra políticos como Manuel Valls o Iñigo Errejon? Soy optimista. Para Navarra, no hay otro camino que cambiar de modelo.
En diciembre del 2015, Rajoy convocó elecciones generales. A los meses se convocaron de nuevo elecciones, dado que el Congreso no otorgó la confianza a ningún presidenciable. En febrero de este año, con una moción de censura por medio, se volvieron a convocar elecciones porque se rechazaron los presupuestos del Gobierno Sánchez. En estos momentos, estamos a la espera de un nuevo proceso de investidura para el Gobierno de España. En definitiva, en poco más de tres años habrá habido, en el ámbito del Gobierno de España, tres elecciones generales, una moción de censura y tres constituciones de gobierno.
No se trata de mencionar la soga en casa del ahorcado. Pero, en Navarra, después de las elecciones del 26M, las cosas de la gobernabilidad tampoco van a ser sencillas. Surge la opción de que las elecciones forales se puedan repetir, allá por octubre.