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Reflexiones ante el 30 aniversario de los centros de salud

Asociación para la Defensa de la Salud Pública de Navarra*

Se cumplen 30 años de la puesta en marcha de los centros de salud en Navarra (15 de febrero de 1985), consecuencia de la Reforma de la atención primaria a nivel estatal y nos parece indicado, como profesionales de los mismos, expresar:

  1. Nuestra satisfacción tras el gran volumen de logros conseguidos en estos 30 años: universalidad de la atención, accesibilidad en horarios y cercanía a la población, actividades de promoción de la salud y de prevención de enfermedades dirigidas a población adulta e infantojuvenil, atención a enfermedades agudas y crónicas, coordinación con la atención hospitalaria y especializada, abordaje social de los problemas de salud, cirugía menor, cuidados paliativos en domicilio, formación de estudiantes y nuevos profesionales, etc. Los médic@s, enfermer@s, administativ@s y trabajador@s sociales que trabajamos en los centros de salud somos conscientes del gran avance producido en la atención primaria navarra y del Estado en las últimas tres décadas.
  2. Nuestro agradecimiento a todos los profesionales, gestores y ciudadanos que colaboraron, pese a todas las dificultades, para construir una atención primaria de calidad en toda Navarra. Nuestro agradecimiento, también, a la población que atendemos. Personas y familias que, a menudo, nos muestra su gratitud por una trayectoria de cuidados y atención en consultas y domicilio, desde su nacimiento hasta el final de su vida, en respuesta a una ya larga relación de ayuda.
  3. Nuestra decepción y profunda preocupación ante el progresivo deterioro de todos estos logros ocurrido desde hace tiempo y, sobre todo, en los últimos años de crisis como consecuencia de los recortes del presupuesto sanitario que afectan negativamente a nuestro trabajo diario. Las limitaciones en recursos y sustituciones empeoran la atención al aumentar la carga de trabajo, dificultan nuestra opción formativa y aumentan el riesgo de error en la decisión clínica. Los presupuestos se reducen precisamente cuando la crisis hace que se consulte más por situaciones de estrés y malestar psicológico individual y de disfunción familiar, sin perder de vista el incremento paulatino de la pluripatologia y comorbilidad por el mayor envejecimiento poblacional.

Cuando hace cinco años celebrábamos los 25 años y nos hacíamos eco de los anteriores dos primeros puntos, ya instábamos a los responsables de nuestra disponibilidad para apoyar el avance. Al deterioro de los últimos cinco años se ha sumado al estancamiento que venían sufriendo los centros de salud desde el inicio de la década pasada, lo que nos conduce a la degradación de la atención primaria. Es triste comprobar cómo, en un lustro, se pueden erosionar de tal modo los avances conseguidos con el desencanto y desmotivación subsiguiente en los profesionales que iniciaron la Reforma que ya sienten como probable el riesgo de transmitir a las siguientes generaciones de profesionales unos centros de salud en peores condiciones que las actuales.

La sanidad, educación, los cuidados a la gente mayor y dependiente y otras políticas sociales son amortiguadores del daño sobre la salud derivado del incremento de las desigualdades sociales que ocurre durante las crisis por el desempleo y empobrecimiento de una parte importante de la población. La atención primaria de los centros de salud es el ámbito de nuestra sanidad donde introducir cambios estructurales que mejoren la equidad del sistema reduciendo las diferencias sociales en salud, cambios que promuevan la actividad necesaria en los cuidados y que reduzcan la hiperactividad inadecuada.

Sin los centros de salud es imposible la inaplazable regeneración de nuestra sanidad que reduzca sus bolsas de ineficiencia e irracionalidad y amplíe su deseabilidad social. Por ello, porque de ningún modo aceptamos el declive y degradación que estamos viviendo, elevamos nuestra voz instando a los responsables del Gobierno de Navarra, lejos de maniobras electoralistas, a propiciar la mejora de los centros de salud. Queremos transmitir también a la población la importancia de seguir exigiendo un sistema sanitario de calidad, de financiación pública y universal.

*En representación de la Asociación para la Defensa de la Salud Pública de Navarra, Sociedad Navarra de Medicina Familiar y Comunitaria o Asociación de Enfermería Comunitaria de Navarra, firman este comunicado: Ana Arillo (médica-Centro de Salud de Txantrea); Pilar Arroyo (médica-Centro de Salud de Huarte); Blanca Burusco (enfermera-Centro de Salud de Oronoz Mugaire); Luisa Jusué (trabajadora social-Centro de Salud de San Juan); Juan Simó (médico-Centro de Salud de Rochapea); Eugenia Ancizu (enfermera- Centro de Salud de Txantrea); Mª Jesús Esain (enfermera-Centro de Salud de Iturrama); Santos Indurain (médica-Centro de Salud de San Juan). Se trata de una representación de la

Se cumplen 30 años de la puesta en marcha de los centros de salud en Navarra (15 de febrero de 1985), consecuencia de la Reforma de la atención primaria a nivel estatal y nos parece indicado, como profesionales de los mismos, expresar:

  1. Nuestra satisfacción tras el gran volumen de logros conseguidos en estos 30 años: universalidad de la atención, accesibilidad en horarios y cercanía a la población, actividades de promoción de la salud y de prevención de enfermedades dirigidas a población adulta e infantojuvenil, atención a enfermedades agudas y crónicas, coordinación con la atención hospitalaria y especializada, abordaje social de los problemas de salud, cirugía menor, cuidados paliativos en domicilio, formación de estudiantes y nuevos profesionales, etc. Los médic@s, enfermer@s, administativ@s y trabajador@s sociales que trabajamos en los centros de salud somos conscientes del gran avance producido en la atención primaria navarra y del Estado en las últimas tres décadas.
  2. Nuestro agradecimiento a todos los profesionales, gestores y ciudadanos que colaboraron, pese a todas las dificultades, para construir una atención primaria de calidad en toda Navarra. Nuestro agradecimiento, también, a la población que atendemos. Personas y familias que, a menudo, nos muestra su gratitud por una trayectoria de cuidados y atención en consultas y domicilio, desde su nacimiento hasta el final de su vida, en respuesta a una ya larga relación de ayuda.
  3. Nuestra decepción y profunda preocupación ante el progresivo deterioro de todos estos logros ocurrido desde hace tiempo y, sobre todo, en los últimos años de crisis como consecuencia de los recortes del presupuesto sanitario que afectan negativamente a nuestro trabajo diario. Las limitaciones en recursos y sustituciones empeoran la atención al aumentar la carga de trabajo, dificultan nuestra opción formativa y aumentan el riesgo de error en la decisión clínica. Los presupuestos se reducen precisamente cuando la crisis hace que se consulte más por situaciones de estrés y malestar psicológico individual y de disfunción familiar, sin perder de vista el incremento paulatino de la pluripatologia y comorbilidad por el mayor envejecimiento poblacional.