Pamplona: 100 viviendas vacías y 80 familias con solamente una pequeña habitación para el confinamiento

La crisis del coronavirus ha agravado la situación de muchas familias que ya vivían en malas condiciones antes de la pandemia y que ahora, con el confinamiento, se han visto hacinadas en una habitación de la que no pueden salir más que para ir al baño y, en el mejor de los casos, cocinas. Familias muchas veces numerosas, de hasta cinco miembros pasando la cuarentena en una habitación de 9 metros cuadrados, con una televisión como único medio de entretenimiento, compartiendo espacio con maletas y muebles y sin dispositivos como un ordenador para que los hijos puedan seguir las clases que los colegios están ofreciendo vía internet durante el estado de alarma.

Solo en Pamplona más de 80 familias se encuentran en esta situación, denuncia la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), desde la que no entienden, explican a este periódico que a la vez el Ayuntamiento tenga un centenar de viviendas vacías. Viviendas, añaden, que podrían servir para acoger a estas familias durante las semanas que dure el confinamiento para que al menos tengan algo más de espacio por el que moverse.

Familias como la de Happy Oviarobo, que está pasando la cuarentena encerrada con su pareja y sus tres hijos en una pequeña habitación que tienen alquilada en un piso de Pamplona. Hace unas semanas contaba a eldiario.es que lo están llevando “muy mal” porque sus hijos quieren jugar y “no pueden, se ponen muy nerviosos”. “El vecino de abajo nos da golpes en el suelo con la escoba”, relataba Happy. A la situación, estresante de por sí, se le suma otro grave problema en su caso, y es que no sabe cómo va a pagar el alquiler de este mes. Llegó a Pamplona hace 15 años desde Nigeria. Vino con su hija mayor recién nacida, y en España tuvo a sus otros dos hijos, el más pequeño tiene apenas cinco meses. Ni ella ni su marido trabajan porque no tienen los papeles en regla y hasta este año estaban cobrando la Renta Garantizada que ofrece el Gobierno de Navarra, que le retiraron en enero. Desde entonces han estado viviendo gracias a la ayuda de distintas asociaciones y de la comida que le han dado en la iglesia, pero su situación se ha agravado más desde que se decretó el estado de alarma. Ahora no pueden salir de su habitación nada más que para cocinar e ir al baño y la convivencia de cinco personas con dos niños pequeños y una niña de 15 años “es muy difícil” por momentos.

Como la de Happy hay muchas familias en Pamplona que están pasando la cuarentena en una situación de extrema precariedad. La PAH del Casco Viejo de la capital navarra recuerda que remitió al inicio del confinamiento tanto al Ayuntamiento como al Gobierno de Navarra, una relación de más de 80 familias, en su mayoría monomarentales con menores a su cargo, que viven en una habitación. Se preguntan “cómo es posible que el Consistorio mantenga los pisos cerrados y a estas personas, muchas de ellas menores, encerradas en una habitación” y “cómo pretenden que mantengan las condiciones de higiene requeridas” y que los niños hagan las tareas escolares.

Hace unas semanas el Gobierno de Navarra habilitó varias viviendas para 26 familias que están pasando la cuarentena hacinadas en una habitación, pero como expone la PAH, las familias superas las 80, por lo que muchas siguen en las mismas condiciones, por ello piden que el Ayuntamiento y el Ejecutivo foral formen “urgentemente” una mesa de crisis para dar una solución habitacional para estas familias.