Gracias al comedor solidario Paris 365 de Pamplona, entre 60 y 70 personas pueden comer tres veces al día en Pamplona. Un comedor que nació con la voluntad de ayudar a los más necesitados, que en diciembre estuvo a punto de echar el cierre por la falta de donaciones, y que ahora se enfrenta a un nuevo problema, que es común a todos, pero que afecta todavía más si cabe a la gente sin recursos: el estado de alarma provocado por el coronavirus. Una situación que ha provocado que la gente con las necesidades básicas sin cubrir tengan ahora más difícil poder comer todos los días. El Paris 365 por ahora sigue ofreciendo en Pamplona su servicio de comedor, pero algunos de los supermercados que les ceden su excedente ya han dejado de hacerlo por el gran incremento en las compras que se han producido estos días en todo el país, y temen que “en un corto plazo” no puedan ofrecer comida a nadie.
Hasta el momento el Paris 365 sigue dando de comer a la gente “con cierta normalidad”, explica a este periódico Patxi Lasa, presidente de la fundación Gizakia Herritar, que además de dar cobertura al comedor también ofrece otros servicios como el de despensa solidaria o una biblioteca para niños. Eso sí, han tenido que cambiar algunas cosas a raíz de las directrices marcadas por el Gobierno tras declarar el estado de alarma. Por ejemplo, en lugar de ofrecer las comidas en el comedor, la entregan en recipientes para llevar. De esa forma “no se junta tanta gente es un espacio reducido”, señala Patxi.
También han tenido que cambiar algunas cosas en la gestión. A la gran cantidad de voluntarios que ayudan a diario tanto en el comedor como en los otros servicios, que son en su gran mayoría jubilados, les han tenido que decir que no acudan estos días “por precaución”. “Pertenecen al colectivo más vulnerable contra el coronavirus y no queremos que estén expuestos”, explica. Siguiendo la normativa establecida han cerrado todos aquellos servicios que ofrecen que no sean de repartir comida y todos los trabajadores se centran ahora en el comedor.
También han tenido que cambiar el funcionamiento de la despensa solidaria. Un local al que acuden cientos de familias una vez por semana para llenar la cesta de la compra de alimentos básicos como leche, carne o legumbres. Ahora, los trabajadores de Paris 365 se encargan de hacer un “reparto masivo” para tres semanas por las casas de las familias, muchas de ellas monoparentales y de mujeres víctimas de violencia de género.
Problema de abastacemiento
Todos estos servicios que ofrece el Paris 365 que suponen para muchos el poder comer todos los días pueden estar en peligro por culpa del coronavirus. El estado de alarma provocó que desde hace unos días la gente acudiera en masa a los supermercados a comprar en grandes cantidades productos de primera necesidad, dejando imágenes como la de estanterías y neveras enteras vacías. Este incremento en las compras de la gente ha provocado que muchos supermercados de Pamplona se hayan quedado sin el excedente que todas las semanas donan a comedores como el Paris 365.
Patxi Lasa explica que ya han sido varios los supermercados con los que el comedor tiene un acuerdo los que le han dejado de proporcionar los productos sobrantes. Si bien por ahora no han podido seguir dando de comer a la gente porque tienen reservas, “puede ser un problema a medio plazo”, señala, si no encuentran otra forma de conseguir comida. Por ello piden a las instituciones que tomen cartas en el asunto para que las decenas de personas que acuden a diario al comedor solidario porque no tiene otra forma de conseguir alimento, puedan seguir haciéndolo.