Un día con los mejores del mundo del cubo de Rubik: “El respeto que tenemos al competir no existiría jamás en el fútbol”

Maialen Ferreira

Pamplona —
27 de julio de 2024 20:53 h

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Un día, el padre de Almudena Gómez Sancha, se encontró un cubo de Rubik tirado por su casa y le dijo a su hija, que por aquel entonces tenía 12 años, que si se lo devolvía resuelto, le daría 10 euros. Ella aceptó el reto, sin saber que ese momento cambiaría su vida. “Me di cuenta de que no era difícil y le dije que si lo resolvía delante de él me tenía que dar otros 10 euros más. Aceptó y ahí empezó la adicción”, sostiene la que diez años después de aquella escena es la actual vicepresidenta de la Asociación Española de Speedcubing y organizadora del Rubik's WCA European Championship 2024, la competición más grande del mundo de este rompecabezas que se celebra este fin de semana en Pamplona.

Gómez Sancha quiso empezar a competir de forma profesional en el año 2020, pero no pudo hacerlo hasta 2022 por la pandemia. A diferencia del resto de competidores, la joven de 23 años no se encuentra en las mesas instaladas en el Navarra Arena ensayando, ni repasando los posibles movimientos que tendrá que realizar para resolver el rompecabezas que le toque, es la encargada de organizar el evento, compuesto por 1.200 competidores de 60 distintos países. Va de un lado a otro de la pista resolviendo dudas y problemas que van surgiendo, como que uno de los competidores se ha roto una pierna antes de poder participar. Tal es el estrés que maneja que se le ha pasado su turno de competir. “Lo haré después. Cuando ocurren cosas como la del chico que se ha roto una pierna o la mía, que por organizar se me pasa mi turno, hacemos excepciones”, sostiene aliviada.

Durante cuatro días se reúnen los mejores del mundo de las 17 distintas modalidades que se practican. En cada competición se pueden batir los récords europeos e incluso mundiales, porque aunque solo puedan clasificarse los competidores procedentes de Europa, participan personas de todo el mundo. Cientos de mesas colocadas estratégicamente en el Navarra Arena son el escenario en el que los competidores se miden. Dos de ellos se sientan junto a dos jueces y esperan a que miembros de la organización les entreguen un cubo de cartón. Dentro, está el 'cubo mágico', como el arquitecto húngaro Erno Rubik bautizó a su obra en 1974.

Antes de que el cronómetro se ponga en marcha, tienen 15 segundos para mirarlo. Una vez que lo hacen, colocan las dos manos sobre la mesa y el tiempo corre. Las manos de los competidores vuelan sobre los cubos y dependiendo de qué rompecabezas se trate, ya sea el clásico 3x3 o los menos conocidos como 7x7, 'Pyraminx' o 'Skewb', lo deben hacer en el menor tiempo posible. Cuando un récord se supera o se consigue una buena marca, el público se levanta y aplaude, pero hasta que eso ocurre, reina el silencio en el estadio para evitar distraer a los participantes.

No obstante, hay una competición que se realiza a puerta cerrada: el 3x3x3 múltiples cubos a ciegas. Se basa en conseguir resolver el máximo número de cubos a ciegas correctamente. Se entregan primero los cubos, que cada participante deberá mirar y memorizar y después completarlos con los ojos cerrados en el menor tiempo posible. El récord está en poco menos de una hora. Los participantes deben estar en completo silencio para poder concentrarse por lo que las competiciones se siguen a través de una pantalla en una sala contigua. Otras de las modalidades más curiosas se basa en resolver el cubo con una sola mano.

Jaime Calzado a sus 18 años es campeón de España y récord nacional de 'Clock' y actualmente se está especializando en 'Skewb', modalidad en el que es el quinto de España y aspira a estar en la final del domingo con los 20 mejores del mundo. “La primera vez que vi un cubo no creí capaz de resolverlo y ahora no sé qué hacer en mi tiempo libre sin uno. Se puso de moda en mi colegio en 2014 y recuerdo que fue mi madre la que me enseñó a resolverlo. Desde entonces me acompaña a cada competición y yo la animo a ella a participar. Ojalá algún día lo haga porque lo hace muy bien”, reconoce.

Calzado ha viajado desde Madrid con su madre, que entre competición y competición aprovecha para conocer Pamplona, salvo cuando el que compite es su hijo, que entonces no se aleja de la primera fila. “Ella siempre me apoya. A mi padre le cuesta más entender mi afición, dice que esto no me dará dinero. Ya hay gente viviendo de esto y nunca se sabe, pero por el momento lo que me gusta es competir de una manera sana y hacer amigos a los que le gusta lo mismo que a mí. Aquí no hay gritos, ni peleas, el respeto que tenemos al competir no existiría jamás en el fútbol, por ejemplo. Aquí, si el mejor del mundo es superado por otro, se abrazan y se animan. La competición principal es con uno mismo, no con el resto”, sostiene.

También en familia llegan desde Huesca Carmelo, Lorena y sus tres hijos. El mayor de los tres se ha empezado a interesar por los cubos de Rubik y, aunque aún no se anima a participar en una competición, disfruta al ver a los profesionales. “Vimos que había una competición en Pamplona y hace cuatro meses cogimos el hotel. En el mundo tan digital en el que estamos, tener un pasatiempo físico que les haga pensar nos parece algo muy positivo”, reconoce Carmelo, mientras sus tres hijos juegan cada uno con un cubo diferente. “Nos llevamos cubos y camisetas para todos. Nos ha encantado y seguro que no es nuestro último evento de este estilo”, confiesa Lorena.

A pesar de que chicas como Almudena Gómez Sancha destacan entre la organización, la joven reconoce que la participación de mujeres sigue siendo mínima. “Estamos mejor que cuando empecé yo hace dos años, cuando solo éramos cinco. Como falta representación, no ves que es un mundo para ti y te cuesta entrar, pero una vez que ves cómo es todo esto te enganchas”, detalla la joven. De hecho, una de las mejores de España es Marisa Revaliente, que con tan solo 12 años se ha colado en la lista en la que aspira a subir escalones hasta la cima.

Una de las claves para destacar con el cubo de Rubik, según Gómez Sancha, es la práctica y, aunque ella no niega que le dedica horas a este rompecabezas, no tiene un itinerario concreto como sí que pueden tener otros competidores y, sobre todo los profesionales. “Me gusta tener un cubo cuando voy en transporte público o cuando me apetece, que es prácticamente siempre”, reconoce la estudiante de Ingeniería Informática y Administración y dirección de empresas. En el caso de Jaime Calzado, que acaba de finalizar el Bachillerato, puede llegar a practicar cuatro horas al día en verano, pero durante el curso solo una.

Por el momento se desconocen cuántos récords mundiales se han roto en Pamplona lo que va de competición, pero todos los competidores esperan con ansias al domingo para las grandes finales. Será la gran oportunidad que tengan para conseguir batir sus marcas personales y sumar alguno más a los 20 récords Guinness con los que ya cuentan los fans del cubo de Rubik que se encuentran este fin de semana en el Navarra Arena. Entre ellos, el polaco Tymon Kolasinsky, el gran favorito para alzarse con la copa del campeonato, ya que ostenta actualmente el récord de Europa, al resolver el cubo de Rubik en 3,66 segundos. Para conocer si Kolasinsky repetirá como campeón o lo sustituirá algún otro competidor, deberán esperar hasta el domingo por la tarde. Que comience la cuenta atrás.