El Consejo de Administración de Sunsundegui, empresa histórica navarra de autobuses, ubicada en Alsasua, ha anunciado este martes en la Junta General Extraordinaria de Accionistas en Alsasua que este miércoles presentará en el juzgado la solicitud de concurso de acreedores voluntario sin liquidación mientras continúa con la búsqueda de un inversor industrial que dé continuidad a la actividad de la fábrica, en la que trabajan más de 300 personas.
“Esta medida responde a la necesidad de reestructurar la situación financiera de la compañía tras un periodo de dos meses desde el inicio de la apertura del periodo de negociaciones con acreedores en el que se ha trabajado activamente, por parte del Consejo de Administración y del propio equipo directivo de la compañía, en la búsqueda de un inversor industrial que, hasta la fecha, no se ha materializado en ninguna oferta en firme”, ha afirmado Sunsundegui en un comunicado.
A pesar de esta circunstancia, la compañía ha señalado que “desde el Consejo de Administración y desde la dirección de la empresa se continuará con los esfuerzos para encontrar un socio estratégico que dé continuidad a la actividad de la empresa manteniendo el mayor número de puestos de trabajo posible”.
La compañía ha expresado su “sincero agradecimiento a Sodena, la sociedad pública de inversión del Gobierno de Navarra, por el apoyo brindado en este tiempo para identificar y atraer posibles socios inversores que puedan respaldar el proyecto de Sunsundegui”.
La consultora KPMG, que realizó un estudio de negocio de la empresa, señaló un problema de “sobredimensionamieto” de la plantilla, actualmente conformada por más de 300 empleados. A finales de 2023 Sunsundegui tuvo que contratar a 150 personas para la producción de un pedido de Volvo y posteriormente tuvo que contratar plantilla adicional a principios de 2024 “para resolver incidencias” de determinadas posiciones.
El consejero navarro de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial, Mikel Irujo, reconoció que la empresa atraviesa una situación financiera “extremadamente delicada” a pesar de contar con varios pedidos de Volvo para la fabricación de 500 vehículos por valor de 80 millones de euros, por la falta de liquidez.