El pamplonés Francisco Guerrero Cana, de 70 años y residente desde hace ocho en la Residencia 'El Vergel' de Pamplona, ha sido la primera persona en recibir la vacuna contra la COVID-19 en Navarra. Tras serle administrada la dosis, Francisco Guerrero, quien tiene un hijo, nuera y dos nietas, ha reconocido sentirse “encantado” y ha expresado que esta vacuna ha generado “mucha alegría” entre todas personas residentes del centro. También ha agradecido la labor del personal de la residencia durante estos meses, quienes “han trabajado sin parar”, informa Europa Press.
En un acto con los medios de comunicación, que ha contado con la participación de la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, las consejeras de Derechos Sociales y de Salud, Carmen Maeztu y Santos Induráin, así como la directora del centro El Vergel, Montse Equiza, Guerrero ha reconocido que “al principio era un poco reacio” a ponerse la vacuna por tener “un poco de miedo” pero, según ha explicado, la directora del centro le convenció. Ha resaltado que la vacuna “da mucha alegría” y ha esperado que la situación se vaya “poco a poco arreglando”. Francisco Guerrero ha añadido: “Hemos pasado un año un poco mal. Suerte que aquí no entró -el virus-, pero lo hemos pasado mal: no poder salir, no había visitas”. También ha señalado que los residentes estaban “un poco asustados”. Ha destacado que los trabajadores del centro “estaban todos pendientes” y “venga a trabajar sin parar”.
Este domingo ha comenzado en la Residencia 'El Vergel', centro sociosanitario del Gobierno de Navarra para personas mayores, la campaña de vacunación contra el coronavirus en la Comunidad foral, con la administración de un total de 143 dosis a residentes. Siete de los 150 residentes del centro han renunciado a recibir la vacuna.
La vacunación continuará durante los próximos días en el resto de centros sociosanitarios públicos y privados de Navarra hasta alcanzar, entre enero y febrero, a las 13.000 personas que componen la población de residentes en estos espacios y sus profesionales.
Las primeras dosis de la vacuna, procedentes del centro logístico de la farmacéutica Pfizer en Guadalajara y custodiadas por la Policía Foral desde su entrada a Navarra, han llegado a las 10 horas de este domingo a las instalaciones de Refena, donde han sido recibidas por la directora gerente del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, Marian Nuin, el subdirector de Urgencias del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea, Kiko Betelu, y la jefa de la Sección de Urgencias Extrahospitalarias del Área de Pamplona, Pilar Sola.
Desde allí han sido transportadas en una nevera isotérmica por Francisco Morcillo Márquez en un vehículo del Departamento de Salud hasta la residencia El Vergel, a donde se ha desplazado también un equipo sanitario compuesto por las enfermeras Andrea Blanco Toni y Raquel Castán Correa, y el técnico de emergencias sanitarias, Gonzalo Méndez Rico. Las dosis, que han llegado descongeladas a Navarra, han sido reconstituidas en la propia residencia antes de ser administradas. Concretamente, ha sido Andrea Blanco la enfermera que ha inyectado, a las 10.53 horas, la primera vacuna contra el coronavirus en Navarra. Tras recibir la dosis, las personas residentes han permanecido en observación unos 15 minutos. Cabe recordar que esta vacuna requiere dos dosis y la segunda se administrará, aproximadamente, a los 21 días de haber recibido la primera.
La previsión del Departamento de Salud, dentro de la coordinación con el Estado y en función de la disponibilidad de las vacunas, es vacunar a cerca de 36.000 personas durante el primer trimestre del próximo año. Dentro de esta primera fase, a la población de centros sociosanitarios se irán añadiendo diferentes colectivos profesionales y sociales vulnerables. A partir de marzo, se procedería a iniciar la vacunación al resto de la población, también de forma gradual por grupos de riesgo y según las indicaciones que marca el Ministerio de Sanidad.
La estrategia de vacunación se divide en cuatro grupos prioritarios en esta primera etapa. El grupo 1 son las personas residentes y el personal que trabaja en residencias. A él le sigue un segundo grupo formado por el personal sanitario y sociosanitario que tiene mayor riesgo de exposición al virus por atender directamente a pacientes con COVID-19. El grupo 3, por su parte, alcanza al resto del personal sanitario y sociosanitario. Finalmente, el cuarto grupo engloba a las personas consideradas como grandes dependientes, así como a su personal cuidador. Una vez cubiertos estos cuatro grupos prioritarios, la segunda fase de la campaña de vacunación alcanzará a la población general, categorizada de nuevo en distintas etapas progresivas en función de grupos y niveles de riesgo.