Hegoak: información para reducir riesgos en el consumo de drogas

La asociación sin ánimo de lucro Hegoak lleva casi 25 años ayudando a jóvenes y no tan jóvenes a disponer de información “útil y objetiva” sobre los riesgos que entraña el consumo de drogas, las legales y las ilegales. “Intentamos reducir al mínimo los peligros a los que se exponen los consumidores, siempre en el caso de que decidan consumir. No hacemos juicios de valor y no les decimos lo que tienen o lo que no tienen que hacer”, explica Leire Blásquiz, educadora social y técnica de Hegoak.

Con el patrocinio del Ayuntamiento, Hegoak instala su punto de información y análisis de sustancias en Sanfermines y en las fiestas de los barrios de Pamplona. “Es un espacio anónimo y confidencial donde aportamos información y analizamos posibles adulteraciones peligrosas que podrían incrementar los riesgos”, apunta Blásquiz.

Aunque no les gusta hablar de un perfil de consumidor concreto -porque los hay “de todas las edades y condiciones”-, de los 2.500 que fueron atendidos en Sanfermines en el Programa de Prevención para la Reducción de Riesgos asociados al consumo de alcohol y otras drogas, un 79% eran varones y con una edad media de 25 años.

Los datos de la Encuesta Navarra de Juventud y Salud sitúan la edad de inicio en el consumo de alcohol en los 14,7 años. Junto con el alcohol, tabaco y cannabis son las drogas más consumidas en Navarra, en línea con nuestro entorno.

El programa de Prevención para la Reducción de Riesgos asociados al consumo de alcohol y otras drogas va destinado a la población joven de 14 a 30 años, y trata de intervenir donde se encuentran para hacerles llegar la información, antes de consumir, y durante la fiesta, cuando los consumos son más frecuentes. Esta semana que viene Hegoak ofrecerá una charla en la peña Alegría de Pamplona.

Aplican el modelo educativo de reducción de riesgos en el ámbito comunitario, que en este 2018 se ha ampliado a las fiestas de todos los barrios de Pamplona. Hacen un proceso previo -charlas con los agentes comunitarios, con la gente joven, en las bajeras, peñas- y después, durante las fiestas, instalan la furgoneta, el punto de información, que recibe el nombre de Zona Druida.

“Cuando vamos a los institutos y centros juveniles, no nos dirigimos solo a consumidores o potenciales consumidores. Los que deciden no consumir también tienen que basar su decisión en argumentos, información. No solo en el miedo”, defiende Blásquiz.

Drogas “normalizadas”

La educadora social explica que las drogas más “normalizadas” son también problemáticas, pues la percepción de riesgo sobre su consumo disminuye:  “Sobre todo el alcohol, que presenta muchos riesgos, pero se normalizan, se tapan. Una resaca horrible no es algo que preocupe en exceso”.

Al contar con el impulso del Ayuntamiento, no tienen problemas con la Policía. “ Las instituciones avisan a las policías, y nos ayudan con el acceso a los espacios festivos, con total normalidad”, apunta.

La reducción de riesgos e intervención socioeducativa es una filosofía de actuación al margen de activismos: “Al igual que no entran en juicios de valor, tampoco lo hacemos en debates sobre la legalización”, sentencia Blásquiz.