Un estudio realizado por BBVA Research arroja para Navarra unas previsiones de crecimiento de su economía en 2022 más optimistas que las realizadas por el Gobierno foral para elaborar los presupuestos del próximo ejercicio. La entidad bancaria estima que la economía navarra podría cerrar 2021 con un crecimiento del 5,9% del PIB, mientras que en 2022 ese repunte llegaría al 7,3%. Esto supondría recuperar los niveles previos a la crisis sanitaria el próximo año y una mirada más favorable que la realizada por el Ejecutivo de María Chivite, que ha sido más prudente al manejar una estimación de crecimiento del 5%, y que la Autoridad Fiscal Independiente (Airef), que cree que el repunte podría alcanzar el 6,8%.
“Estamos viendo una recuperación vigorosa en la economía Navarra”, ha apuntado Miguel Cardoso, economista jefe en España de BBVA Research, durante la presentación del informe ‘Situación Navarra’. Según ha abundado, la estimación realizada por la entidad es que la Comunidad foral crezca entre el 2,5% y 3% sobre el PIB, tanto en el segundo como en tercer trimestre del presente año. Esta recuperación, ha incidido, se observa ante todo por el mayor consumo en sectores como la restauración, alojamiento y el ocio por la reapertura de la actividad o el incremento del turismo de interior. No obstante, ha matizado que el crecimiento de los primeros meses del año no ha sido el inicialmente previsto por factores como los rebrotes de contagios, el Brexit, el encarecimiento del petróleo y la crisis de semiconductores que atraviesa el sector del automóvil.
De cumplirse las previsiones optimistas del organismo bancario en próximos meses, la economía navarra llegará a crear unos 11.000 nuevos empleos entre 2020 y 2022, lo que situaría la tasa de paro en la segunda más baja del país, ubicándola en un 9,8%. Estos empleos, ha explicado Cardoso, corresponderán sobre todo al sector público; a la distribución de fondos europeos en una industria que afrontará, entre otras cosas, la transformación digital; y en tercer lugar, al sector servicios y a la construcción. Según se apunta en el informe, la estimación viene respaldada por los avances de la vacunación, un entorno internacional favorable, el mayor consumo de los hogares navarros que han incrementado su ahorro y el impulso de los fondos europeos de recuperación Next Generation. Todo ello, apunta, favorecerá el avance del consumo, del turismo y la inversión, lo que impulsará la recuperación.
Factores de riesgo en la economía navarra
En la otra cara de la moneda están los factores de riesgo que pueden lastrar las buenas condiciones. Éstos siguen respondiendo a la elevada incertidumbre generada por el comportamiento de la COVID-19, la efectividad de las vacunas y el avance de la inmunización en España y Europa. Entre otros riesgos se encuentra la escasez de materias primas, productos intermedios y microchips, que está impactando de forma particular la producción del sector automovilístico, clave en la economía navarra.
A esto último se suma la reconversión que deberá afrontar el sector ante la llegada del coche eléctrico. Precisamente, en lo que respecta a la crisis de producción generada por el desabastecimiento de semiconductores, asegura Cardoso que la misma no ha sido cuantificada. No obstante, sí apunta a un “importante efecto” en la economía navarra por el peso que tiene sector en el tejido empresarial, aunque dependerá de la duración de la crisis.