Más de medio centenar de bares y restaurantes bajaron la persiana este jueves en las principales calles del Casco Viejo de Pamplona. Fue un gesto improvisado de protesta y en solidaridad al hostelero de la calle San Nicolás que sufrió una agresión en medio de los altercados violentos fruto de botellones y aglomeraciones de jóvenes en el centro.