El Parlamento de Navarra ha completado este miércoles, en el último pleno del años, el trámite de los Presupuestos del 2021, que entrarán en vigor el 1 de enero. Como era conocido el Gobierno de PSN, Geroa Bai y Podemos han logrado sacar adelante las primeras cuentas de la legislatura merced a la abstención de los siete parlamentarios de EH Bildu, que han facilitado sus votos en forma de abstención para la aprobación de la ley económica más importante del año a cambio de varias modificaciones en el proyecto del Ejecutivo por valor de 16 millones de euros. El acuerdo con EH Bildu, alcanzado en noviembre, se ha formalizado en el Parlamento foral escasas 24 horas después de que el PSN anunciara su acuerdo con Navarra Suma para sacar adelante las cuentas del Ayuntamiento de Pamplona.
De hecho, ese acuerdo en la principal institución navarra en manos de Navarra Suma, ha estado muy presente durante todo el debate. EH Bildu le ha reprochado al PSN su apoyo a las cuentas del alcalde de Pamplona, “dándole un bote salvavidas” y ha señalado que espera que no signifique “un cambio de rumbo del PSN”. En todo caso, su portavoz Bakartxo Ruiz le ha dado un “gran valor político” al acuerdo alcanzado con el Gobierno, “principalmente porque la derecha no ha conseguido condicionar” esta negociación, y los 7 parlamentarios de la coalición abertzale se han abstenido para facilitar su aprobación.
La votación, muy celebrada por la presidenta de Navarra, María Chivite, y su equipo económico liderado por la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, supone la aprobación de los segundos presupuestos de la legislatura, que una vez más superan el techo de gasto de las cuentas anteriores y que representan los presupuestos con mayor gasto de la historia en plena crisis provocada por la pandemia de la COVID-19.
El pleno, como era de esperar, ha dejado un debate bronco entre Navarra Suma (UPN, PP y Ciudadanos), la única formación que ha votado en contra de las cuentas, y el resto de fuerzas parlamentarias. El portavoz de la coalición de derechas y presidente de UPN, Javier Esparza, ha sido el primero en intervenir en el pleno. Con un tono e incluso lenguaje similar al de Pablo Casado contra Sánchez, Esparza ha acusado a la presidenta María Chivite de “hacer más fuertes a aquellos que quieren que Navarra forme parte de una republica vasca” y la ha emplazado a que “salga a la calle para escuchar a las personas y colectivos que ha dejado atrás y va a dejar con estos presupuestos”.
El portavoz de Navarra Suma ha criticado con dureza unas cuentas que considera que suponen “un seguidismo absoluto del cuatripartito de Uxue Barkos y de lo que se hace en Madrid” y que hace unos meses se ofreció a apoyar con la única condición de que el Gobierno no las pactase con EH Bildu. Entonces, Esparza le dio a Chivite “un cheque en blanco” para que el Ejecutivo sacara adelante los presupuestos “con las medidas que estime oportunas”. Navarra Suma fue más allá y, tras la primera reunión de negociación con el Gobierno, llegó a señalar que las cuentas iban “en la dirección adecuada”. Unas semanas después, tras conocerse el acuerdo del Gobierno con EH Bildu, Navarra Suma cambió radicalmente su postura y anunció que presentaría una enmienda a la totalidad, que fue tumbada en el Parlamento.
El portavoz del PSN, Ramón Alzórriz, le ha afeado a Navarra Suma que diga 'no' “a unos Presupuestos buenos para los navarros en un momento crítico y fundamental, y van a abandonarles a su suerte”. “Esparza solo ve enemigos, no ve nada bueno. Mientras este Gobierno se ha preocupado y ocupado por las necesidades de su tierra, Navarra Suma echaba tierra sobre las necesidades de la ciudadanía a la que dice defender. Navarra Suma intenta con su actitud y palabras desprestigiar a Navarra, a sus políticos, sus instituciones, a la presidenta y al propio Gobierno. Señor Esparza, quédese con el barro, que nosotros nos quedamos con el Presupuesto que necesitan los navarros”, ha afirmado. También le ha recordado ha Esparza que “el PSN ha sido responsable apoyando las cuentas en aquellos ayuntamientos donde gobierna EH Bildu, Geroa Bai e incluso Navarra Suma, como Pamplona”.
El portavoz de Geroa Bai, principal socio de Gobierno de los socialistas, Mikel Asiáin, ha tildado de “ejercicio de demagogia” el discurso de Navarra Suma por criticar unas cuentas para las que habían ofrecido su abstención. “¿Recuerdan aquel cheque en blanco que regalaban al Gobierno, diciendo que estaban dispuestos a aprobar los Presupuestos, sin cuestionar su contenido, siempre y cuando no se negociara con una de las fuerzas de este Parlamento, hasta que un día el globo se explotó, cuando se hizo público el acuerdo para su aprobación? ¿Los Presupuestos eran lo suficientemente buenos hasta ese día y muy malos desde ese mismo día?”, ha planteado.
Por su parte, Podemos e Izquierda-Ezkerra, se han felicitado por la aprobación de unos Presupuestos “que permitirán salir de esta crisis de una manera diferente a la anterior, sin que se abra la brecha de desigualdad social”, si bien la portavoz de I-E, Marisa de Simón, ha indicado que “no dejan de ser una solución parcial a una situación de emergencia” y ha defendido que “esta crisis debería ser una oportunidad para modificar el modelo económico y productivo, que está caduco, tenemos una clase trabajadora empobrecida por una reforma laboral que sigue vigente y tenemos una desigualdad que ha crecido”.
225 millones más de techo de gasto
De esta forma se confirma la aprobación de las cuentas con mayor gasto de la historia en plena crisis económica generada por la pandemia de COVID-19. Los Presupuestos del 2021, que entrarán en vigor el 1 de enero, suponen un incremento en el techo de gasto de 224,8 millones de euros más con respecto a los del 2020, que a su vez habían batido el récord de gasto. Gran parte del incremento, 91 millones, irán destinados al Departamento de Salud, el más afectado por la pandemia. De hecho, las partidas para combatir la COVID-19 superan los 150 millones de euros.
Otras partidas destacables son algunas de las recogidas en el pacto con EH Bildu, como la creación de una oficina anticorrupción o la de realizar un estudio sobre la afección presupuestaria que tendría complementar las pensiones bajas al salario mínimo actual, en primera estancia, y a 1.080 euros en una segunda fase.