Navarra ensaya en Carcastillo encierros y fiestas como en 2019 y Pamplona diseña ya Sanfermines para 2022
La Comunidad foral probará las primeras fiestas más parecidas a las vividas antes de la pandemia en Carcastillo –municipio de 2.500 habitantes ubicado en la comarca de la Ribera- donde el Ayuntamiento ya está colocando las vallas en sus calles para acoger los primeros encierros con vaquillas, después de un año y medio sin poder hacerlo. Como ya avanzó el portavoz del Gobierno foral, Javier Remírez, el Ejecutivo de María Chivite ultima una nueva Orden que permitirá la vuelta de los festejos taurinos a las calles y plazas de los pueblos a partir del 1 de octubre, y después de haberlo consensuado con el sector. La primera cita de este tipo y más próxima en el calendario está prevista entre los días 8 y 10 de dicho mes. Se trata de un tiempo suficiente para adaptar la programación a los detalles del documento y un protocolo que será publicado el 30 de septiembre. El laboratorio: las fiestas pequeñas de Carcastillo.
Durante la pandemia, sólo a partir de este verano se han permitido actos taurinos en plazas de toros, adaptadas a todas las medidas de seguridad sanitaria. Es decir, con unas limitaciones de aforo y distancias de seguridad que han disuadido a los municipios de abrir sus cosos en la gran mayoría de los fiestas marcadas en rojo en el calendario. Ahora, la perspectiva es distinta para el consistorio de este pequeño municipio situado a 55 kilómetros de Tudela. Y se muestran optimistas. Según el alcalde de la localidad, Javier Igal (Independientes de Carcastillo) gracias a lo que han podido “anticipar de manera extraoficial”, han decidido orientar el programa de las fiestas “hacia un formato estándar y tradicional, como el que se ha venido celebrando en años precovid”.
No obstante, la posibilidad de celebrar encierros dependerá del decaimiento o no de los límites de aforos y de permitirse permanecer de pie detrás de una valla para observar el espectáculo de las vaquillas. Según reconoce, “si se eliminan las distancias, con el uso obligatorio de la mascarilla, y no hubiese aforo de ningún tipo que limitase la asistencia de espectadores, sería factible”. De lo contrario, sostiene que quedaría descartada la vuelta de los encierros ya que es “verdaderamente complicado controlar cuánta gente está dentro del recorrido”. Pese a ello, el Ayuntamiento ha decidido ir por delante y ha empezado a preparar las vallas hasta conocer si recibe o no la autorización final.
Las nuevas flexibilizaciones no sólo condicionarán la vuelta de los encierros, también la programación de conciertos o la posibilidad de realizar verbenas con baile. En este sentido, apunta que el consistorio baraja dos tipos de programa en función de las flexibilizaciones que finalmente se adopten. El programa más deseado por parecerse a lo vivido antes de 2020 incorpora, entre otros, actos musicales, conciertos o pasacalles de gigantes, además del encierro de vaquillas. “Estamos abriendo el frente de esta ‘nueva normalidad’ y lo hacemos con la más absoluta de las prudencias. Estamos en el punto de mira de todo el mundo y por tanto, debemos no solamente ser capaces de hacerlo bien, tenemos que hacerlo mejor. Tenemos que demostrar que somos capaces de hacer cumplir las normas que el gobierno imponga”, defiende.
Con esa cautela, el primer edil ha pedido a los vecinos de las localidades más cercanas que no se desplacen al municipio para compartir sus fiestas. “He invitado a todo el mundo que no resida en Carcastillo a que no venga. Que no nos visiten. Justamente en fiestas se hace lo contrario y queremos compañía, animación y visitantes, pero para éstas no. Yo prefiero que no nos visite nadie para poder hacer un experimento mucho más pequeño, mucho más controlado, que facilite el cumplimiento de la normativa”, ha insistido Igal.
Pamplona diseña la vuelta de Sanfermines en 2022
Una semana antes de la previsible vuelta de los encierros, Pamplona ha vuelto a suspender sus fiestas de ‘San Fermín Txikito’ en el Casco Viejo, previstas este último fin de semana de septiembre. Por el contrario, sí espera poder celebrar el retorno definitivo de unos Sanfermines ‘taurinos’ en 2022. El alcalde de la capital navarra, Enrique Maya (Navarra Suma), ha lanzado en este contexto un mensaje de prudencia y ha pedido a los vecinos que este sábado y domingo lo vivan como “unos días normales”, al advertir de la circulación de la COVID-19, todavía presente pese a la buena evolución epidémica. “Para mí sería terrible que una semana después de este fin de semana hubiera un rebrote. Sería tremendo para nosotros, para la ciudad y para la moral de la gente”, ha insistido.
Un poco más a largo plazo, pero a menos de un año del próximo 7 de julio, Pamplona trabaja ya para la vuelta de sus Sanfermines en 2022, y podría hacerlo con un presupuesto mayor que en anteriores ocasiones. Una Mesa General, con distintas entidades representadas y encabezada por Enrique Maya, reflexiona sobre el diseño y el futuro de una cita que ha cumplido dos años sin celebrarse. Con este fin, el consistorio ha habilitado incluso un buzón de correo electrónico -sanfermin22@pamplona.es- para recoger las aportaciones de la ciudadanía sobre la forma de las fiestas.
Además, la vuelta del evento coincidirá con los cien años de aniversario de la Plaza de Toros de Pamplona, y es en esta línea que el primer edil ha defendido que los próximos Sanfermines “no pueden ser radicalmente diferentes. San Fermín es San Fermín, y por mi parte, unos Sanfermines taurinos”. Ha advertido, no obstante, de la necesidad de replantear todo aquello que deteriora la imagen de las fiestas, en referencia a los botellones, la suciedad generada y luego del perjuicio creado por casos como el de 'La Manada', en 2016, o el de Nagore Laffage, en 2008. “El reinicio de los Sanfermines tiene que ser el de los Sanfermines que nos gustan, ahora vamos a llegar a un consenso de lo que nos gusta”, ha defendido.
“Si todo va bien y no tenemos ningún tipo de sorpresa desagradable, estaremos muy cerca de lo que era la normalidad prepandémica”. Así se ha pronunciado al respecto el portavoz del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, quien ha afirmado que el planteamiento del Ayuntamiento de Pamplona “encaja dentro de las previsiones actuales”. En alusión al último informe de Salud Pública, que da por finalizada la circulación epidémica de la COVID-19 en el territorio, ha insistido en que Navarra camina “hacia un horizonte claro de flexibilización de las medidas a partir del 1 de octubre”. Según ha señalado, esta flexibilización se está concretando “tanto con el Departamento de Salud como con los sectores afectados”. “Todavía es precipitado anticipar lo que va a pasar en julio, pero sin duda vamos a estar mucho mejor de lo que hemos estado este verano. Esperamos que estemos lo más próximo de la normalidad prepandémica posible”, ha sostenido.
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