La consejera de Salud, Santos Induráin, ha defendido la necesidad de aplicar las restricciones anunciadas por el Ejecutivo foral el lunes y que han entrado en vigor este miércoles, y entre las que se encuentran el cierre de bares y discotecas a la 1.00 y la ampliación del pasaporte COVID para el acceso a residencias de ancianos, hoteles o piscinas, entre otros espacios. Induráin ha destacado que estas medidas permiten “ganar tiempo” y “preservar la capacidad del sistema sanitario para dar respuesta a las necesidades COVID y no COVID, algunas de ellas indemorables”.
La consejera ha estado acompañada en una rueda de prensa por la directora del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, Marian Nuin, y el director general de Salud, Carlos Artundo, que ha alertado del riesgo de “colapso” del sistema sanitario. Artundo ha apuntado que el Hospital Universitario de Navarra, el principal hospital de la comunidad foral, se encuentra a un 86% de ocupación, entre pacientes con COVID-19 y otros con otras patologías. “Está casi completo”, ha añadido.
Los responsables sanitarios también han destacado la saturación de la Atención Primaria, cuya actividad se ha incrementado un 50% en la última semana. Para destensionarla Salud ha aprobado un nuevo protocolo por el que se dará por bueno un positivo diagnosticado por autotest, incluidos los test de antígenos que se venden en las farmacias, sin necesidad realizar una PCR que confirme el contagio.
La consejera de Salud ha llamado a no observar estas medidas como individuales sino dentro de “un paquete más amplio de actuaciones” dentro de “nuestras líneas de actuación en esta pandemia” centrada en la prevención, la detección y la vacunación.
Induráin ha subrayado que estas intervenciones “por sí solas no son suficiente” pero “de manera sinérgica acaban dando sus frutos y unas permiten ganar tiempo para que otras vayan dando efectividad”.
Nuevo récord de contagios y 20 ingresos hospitalarios
Este llamamiento se produce en un contexto en el que la sexta ola sigue disparada en la comunidad foral. La incidencia acumulada supera ya los 3.000 casos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes, la IA más alta de España “y de Europa”, según ha señalado Carlos Artundo.
El Servicio Navarro de Salud (Osasunbidea) ha notificado 3.378 contagios, la cifra más alta registrada hasta la fecha, tras haber realizado 9.308 pruebas diagnósticas, que sitúan la positividad en el 36,3%. Esta cifra supone un notable incremento con respecto a la del día anterior, cuando se notificaron 2.420 casos con una positividad del 32,9%, que ya supuso un nuevo máximo en la pandemia. El lunes se detectaron 1.098 casos con una positividad del 27,5%; el sábado se registraron 1.196 casos con una tasa de positividad del 24,8%, y el viernes fueron 2.036 casos y una tasa de positividad del 25,2%. El jueves se contabilizaron 1.942 casos (24,9%), el miércoles 1.611 (22,9%), y el martes de la semana pasada fueron 1.099 contagios (18%).
Además, se ha registrado una nueva muerte por COVID-19 y 20 nuevos ingresos hospitalarios, tres de ellos en la UCI. El total de personas ingresadas es de 142, 26 de ellas en la UCI.
Respecto a la vacunación, el martes se administraron en Navarra 4.861 dosis y el total de administradas asciende a 1.221.090. Las personas con pauta completa son 537.577.