Pamplona cumple 600 años en medio de la polémica por la presencia de Felipe VI
El 8 de septiembre de 1423 el rey Carlos III el noble unificó los burgos de Navarrería, San Cernin y San Nicolás poniendo fin a varios siglos de disputas y guerras entre las tres poblaciones que conformaban la actual Pamplona
Aunque el origen de Pamplona se remonta a la Antigüedad, cuando el general romano Pompeyo estableció en el año 74 a.C. la ciudad de Pompaelo sobre el poblado primitivo vascón de Iruña, lo cierto es que en la Edad Media la ciudad creció dividida en tres poblaciones diferentes, separadas incluso por murallas. Son los burgos de Navarrería, San Cernin y San Nicolás, que en 1423, fecha de la que este 8 de septiembre se celebra su 600 aniversario, se unificaron bajo una única entidad jurídica merced al Privilegio de la Unión promulgado por el rey Carlos III de Navarra, y que puso fin a varios siglos de disputas y guerras entre las tres poblaciones. Precisamente la visita de otro rey, Felipe VI, el jefe del Estado, a la ciudad con motivo de esta efeméride ha generado una polémica en la ciudad y varios de los concejales del Ayuntamiento de Pamplona, los ocho de EH Bildu y Txema Mauleón, de Contigo/Zurekin, ya han anunciado que no acudirán a los actos festivos que cuenten con la presencia del monarca.
Se considera el 1423 como el año del nacimiento de la Pamplona moderna y, de hecho, el edificio de Ayuntamiento fue construido posteriormente sobre el barranco en el que confluían los burgos de Navarrería, San Cernin y San Nicolás. El Privilegió de la Unión definió así mismo cuál debería ser el escudo de la ciudad -sigue siéndolo en la actualidad-, un león, como símbolo de que fue el rey quien unificó las tres poblaciones bajo una misma entidad territorial y administrativa, sobre un campo azur rodeado por las armas de navarra (las cadenas) y con una corona real de oro situada encima del león, en señal de que los reyes de Navarra eran coronados en la catedral de Pamplona.
El tratado, que consta de 29 capítulos en los que se recoge como se debía regir la recién constituida ciudad y las competencias del Ayuntamiento, puso fin a varios siglos de enfrentamientos entre las tres poblaciones, promovidas en muchas ocasiones por las actuaciones de los sucesivos reyes de Navarra, que alternaron su protección a las tres poblaciones buscando la solución a las disputas por el dominio de las tierras situadas entre los burgos.
Y es que hasta 1423 estos tres núcleos de población funcionaban como ciudades independientes pese a que estaban bajo el mandato de un mismo obispo, que ejercía como señor de la ciudad. Los burgos tenían su propia bandera y alcalde, así como su propia muralla e Iglesia, que funcionaba como bastión defensivo. El primero de ellos fue Navarrería, formado a raíz de los vestigios de los antiguos núcleos originarios (vascón y romano). Sus habitantes se dedicaban a las labores agrícolas y hablaban en euskera. Merced al camino de Santiago, ciudadanos francos llegaron a la comunidad foral atraídos por las ventajas que los reyes navarros ofrecían en el marco de una política repobladora y fundaron la población de San Cernin. Eran en su mayoría comerciantes y artesanos y hablaban la lengua occitana. Por último, el burgo de San Nicolás fue fundado por gente de otras poblaciones extranjeras que llegaron a la ciudad. Se dedicaban a las labores agrícolas, así como a los oficios gremiales.
A lo largo de los años fueron constantes las disputas entre estas tres poblaciones. Destaca la conocida como Guerra de Navarrería en 1276. Las poblaciones de San Cernin y San Nicolás unieron sus fuerzas y arrasaron el burgo de Navarrería con el apoyo de tropas francesas. Tras varios intentos de poner fin a las rivalidades, la paz no llegó hasta 1423 con el tratado que otorgó a Pamplona la calidad de ciudad unificada.
El 600 aniversario de la promulgación del Privilegio de la Unión, que cada 8 de septiembre se celebra en Pamplona con distintas actividades y un mercado medieval, estará rodeado de polémica por la visita de los reyes Felipe VI y Letizia, que acudirán a Pamplona para participar en los actos organizados por el Ayuntamiento, liderado por UPN. Así, visitarán el mausoleo del rey Carlos III de Navarra, llamado el Noble, donde colocarán una medalla o placa como reconocimiento por la fundación de Pamplona y el Consistorio, donde visitarán el salón de plenos y firmarán en el Libro de Honor del Ayuntamiento.
A estos actos no acudirán los ocho concejales de EH Bildu, principal partido de la oposición, así como Txema Mauleón, el único edil de Contigo/Zurekin (Podemos, Izquierda Unida, Batzarre, Alianza Verde y Equo), al considerar que “la monarquía española no está legitimada para presidir estos actos” porque “son los herederos de quienes acabaron con la proyección de la Pamplona unificada como capital de un Estado europeo independiente”.
Los ediles de la coalición abertzale, que han informado que sí que acudirán a los actos civiles que se celebraran por la tarde en los que no estarán los reyes, han criticado el contenido del programa del 600 aniversario. “El protagonismo de esta celebración les corresponde a los y las pamploneses, no a los reyes españoles ni tampoco a una alcaldesa como Ibarrola”, han aseverado en un comunicado.