Las más de 430.000 personas que vivieron los Sanfermines de 2022, los primeros tras dos años de parón a causa de la pandemia, se gastaron un total de 163,4 millones de euros en la ciudad, sobre todo en establecimientos de restauración y hostelería. De todo el gasto realizado durante los ocho días de fiesta, los pamplonicas se dejaron casi 30 millones de euros, lo que supone un 16% del total. Los que más gastaron fueron los visitantes nacionales, que aportaron casi 100 millones de euros a la ciudad, sumando un 60% del total del gasto. Los turistas internacionales, por el contrario, desembolsaron cerca del 24% del total, lo que en cifras supuso 40 millones de euros.
Estos son algunos de los datos arrojados por un informe que ha publicado el Ayuntamiento de Pamplona, que realizó una investigación durante todos los Sanfermines para determinar el perfil tipo del visitante durante las fiestas grandes de la ciudad. También han ofrecido los datos del gasto medio por persona, que en caso de los residentes en Pamplona supuso 365 euros, sobre todo en restauración. Los visitantes, con una estancia media de 3,6 días, gastaron cantidades que van desde los 348 de los turistas nacionales a los 494 euros de los turistas internacionales, coincidiendo con una estancia más larga en el caso de estos últimos visitantes. De hecho, otro de los datos que recoge el informe tiene que ver con el lugar y la forma de alojamiento de estos visitantes de fuera de Pamplona y comarca. La gran mayoría de los visitantes nacionales, excluyendo a los residentes en Navarra, optan por dormir en Pamplona una media de 2,4 noches. Es la opción preferida por hasta un 82% de estos visitantes, frente al 18% de visitantes que se alojan en la cuenca de Pamplona, sobre todo en pueblos como Zizur, Burlada o Villava. En estos casos, el 38% de los visitantes se instala en domicilios de amigos y familiares.
El atractivo de Pamplona más allá de los Sanfermines
Estos son algunos de los datos que se desprenden de la investigación, que mide el impacto económico de las fiestas y el gasto directo originado, además del nivel de satisfacción y la predisposición a volver a visitar Pamplona en otro momento del año. De hecho, el 96% de los turistas aseguran que volverían a las fiestas de Pamplona, a donde acuden mayoritariamente en grupos, sobre todo los más jóvenes. El 93% de los asistentes a las fiestas las valora muy o bastante positivamente, alcanzando una nota media de 8,7.
Estos asistentes son en su gran mayoría prescriptores potenciales de las fiestas de San Fermín, ya que la práctica totalidad de los asistentes que no residen en Pamplona manifiestan que volverían a Pamplona en Sanfermines, pero también en otros momentos del año. La mayoría de los que no repetirían apoyan su postura en el hecho de que es una experiencia que ya han vivido. Este porcentaje es más reducido en el caso de los turistas extranjeros.