Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Orain Bai e Izquierda-Ezkerra han pedido a la Mesa de Parlamento de Navarra que envíe a la Fiscalía de la Audiencia Nacional el informe de conclusiones de la Comisión de Investigación sobre la desaparición de Caja Navarra, que se desarrolló en la Cámara foral entre abril de 2016 y el mes pasado. Los parlamentarios analizaron en esos casi tres años más de 44.000 documentos, “pero nos faltarían otros tantos para conocer el tema en profundidad”, subraya el portavoz parlamentario de Geroa Bai, Koldo Martínez. La Audiencia Nacional ha aceptado ampliar otros 18 meses la investigación.
Las tesis principales del documento se centran en que Caja Navarra “podía haber continuado su andadura en solitario” en lugar de ser absorbida por el conglomerado Caixabank el 3 de agosto de 2012, dentro de las sucesivas fusiones impulsadas por los reguladores para recomponer el maltrecho sistema bancario de España.
Las conclusiones atribuyen la desaparición de Caja Navarra y la pérdida de un 80% de su patrimonio al cambio de modelo de negocio impulsado por el exdirector Enrique Goñi, “persona aupada a dicho puesto única y exclusivamente por voluntad de los dirigentes de UPN”, recalca Martínez.
El parlamentario de Geroa Bai subraya “las pésimas decisiones estratégicas tomadas por el señor Goñi y su equipo, entre ellas, la que llevó a la integración de Caja Sol en Banca Cívica y que supuso la puntilla para Caja Navarra”. Un movimiento que además se hizo “con el conocimiento previo y completo de la situación de Caja Sol por parte del Banco de España, así como con el conocimiento por parte de los dirigentes de Caja Navarra de las grandes pérdidas esperadas sin provisionar de la caja andaluza”.
La integración de Caja Sol en Banca Cívica se hizo efectiva en 2010, en un momento en el que el Banco de España decía en sus informes de inspección “que no podía aguantar sola, que estaba a punto de la quiebra, que era imposible saber cuáles eran los datos reales de su actividad económica… y al parecer le dice al consejero de Hacienda de Navarra que todo está muy bien y adelante. Y el consejero de Hacienda no dice nada y no hace nada. Es una decisión que toman los directivos de la Caja, puestos por UPN”, denuncia Martínez.
Insiste en la “voluntaria dejación de funciones de control que correspondían a las instituciones forales”. En esa década, las participaciones empresariales de Caja Navarra, basadas en inversiones a largo plazo, de acompañamiento a las empresas públicas e iniciativas estratégicas para Navarra, pasaron a una Corporación Empresarial de CAN “cada vez más opaca y orientada hacia el cortoplacismo y lo especulativo”, incide el portavoz.
Se produjeron dos efectos singulares: “Por un lado, la generación de resultados atípicos para compensar y maquillar las progresivas bajadas de la actividad ordinaria de Caja Navarra, y por otro, el acompañamiento a grupos privados más cercanos al poder político de entonces”, denuncia Martínez.
Todas estas conclusiones se basan en la gran cantidad de documentos, fundamentalmente informes del Banco de España, que han sido analizados por la Comisión así como en las comparecencias de los protagonistas de la gestión y supervisión de la Caja.
UPN y PSN denuncian el “uso propagandístico”
Las conclusiones del informe incluyen dos votos particulares, uno firmado por UPN y otro por PSN, que coinciden a la hora de destacar el carácter electoralista de la Comisión, y la convicción de que, “atendiendo a la realidad económica, Caja Navarra en ningún caso habría podido continuar su actividad en solitario”. Los socialistas, no obstante, están de acuerdo con el cuatripartito al observar una “clara dejación de funciones en la tarea de supervisión de los gobiernos forales”, crítica que desde UPN se rebate apuntando que la “fiscalización corrió a cargo del Banco de España”.
El voto particular agregado a instancias de PSN sitúa en el plano propagandístico el “único fin de esta Comisión”, empeñada en “alargar hasta la vergüenza sus conclusiones para convertirlas en un arma electoral”.