En Navarra, al igual que en Euskadi, Catalunya y Canarias, están encargados de la seguridad tres cuerpos policiales distintos: dos nacionales (Policía Nacional y Guardia Civil) y uno autonómico (Policía Foral). Y al igual que pasa en Euskadi y Catalunya, la Policía autonómica, en este caso la Policía Foral, tiene un mayor número de competencias que las Fuerzas de Seguridad del Estado, que se incrementarán si se ejecuta la transferencia pactada entre el PSOE y el PNV de Tráfico a Navarra. Está catalogada como “Policía integral”. Eso sí, la Policía Foral -que tiene el rojo como color corporativo- se diferencia de la Ertzaintza y de los Mossos d'Esquadra en que es un cuerpo mucho más pequeño -por ejemplo la Ertzaintza tiene más de 7.000 efectivos por los 1.000 de la Policía Foral- y no tan conocido por la ciudadanía del resto de España.
La Policía foral de Navarra se enfrenta en los próximos meses al gran reto de convertirse en el mayor cuerpo de la Comunidad foral gracias a la transferencia de la competencia de tráfico acodada por el PSOE y el PNV en el acuerdo de investidura. Con esa competencia, ahora compartida con la Guardia Civil, el cuerpo policial autonómico quedará casi a la misma altura en cuanto a competencias que la Ertzaintza en Euskadi y los Mossos d'Esquadra en Catalunya. ¿Cómo se articula la Policía Foral, cómo se coordina con el resto de los cuerpos policiales en la actualidad y cómo será esa relación tras la transferencia de Tráfico?
Tal y como recoge la Ley de Policías de Navarra, la Policía Foral es la institución “de referencia que ejerce sus funciones en todo el ámbito territorial de la Comunidad Foral de Navarra”. La normativa también establece que el que la Policía Foral sea el cuerpo principal en Navarra, no supondrá el “perjuicio de las competencias que el ordenamiento jurídico atribuye a las Policías Locales y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, que tienen atribuciones que son exclusivas para estos cuerpos, tal y como viene reflejado en la Constitución.
En la actualidad, según datos ofrecidos por el Gobierno de Navarra, la Policía Foral tiene un total de 1.078 agentes y siete comisarías repartidas por el territorio. Están en Pamplona (la sede central), Tudela, Estella, Tafalla, Alsasua, Elizondo y Sangüesa. El cuerpo está estructurado en cinco áreas distintas que son: Inspección General, Seguridad Interior y Policía Administrativa, Tráfico y Seguridad Vial, Seguridad Ciudadana e Investigación Criminal. Muchas de estas funciones la Policía Foral las realiza de forma exclusiva, como son la seguridad y protección de las autoridades y edificios autonómicos o garantizar el funcionamiento de los servicios públicos, entre otras. Además, hay otras competencias que las tiene compartidas con otros cuerpos, como es el caso de Tráfico -compartida con la Guardia Civil hasta una posible transferencia de las competencias- pero también la seguridad ciudadana y el orden público (antidisturbios), compartida con la Policía Nacional.
Por su parte, las FSE tienen algo más de 2.000 efectivos en Navarra (1.407 guardias civiles -dato de julio de 2019- y 628 policías nacionales -dato de julio de 2019-) y competencias exclusivas recogidas en la Constitución y que nunca podrán realizar cuerpos autonómicos. Labores como la de vigilancia del aeropuerto de Noain y las aduanas, así como explosivos, traslado de presos, investigaciones de crimen organizado o terrorismo o la expedición del DNI o pasaporte. En general, son suyos todos los temas de carácter internacional o suprautonómico.
Además, según la misma ley de policías de Navarra, “la Policía Foral de Navarra será la encargada de centralizar y canalizar la información sin perjuicio de las competencias que corresponden a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. Que la Policía Foral sea la encargada de centralizar la información se traduce en que, si por ejemplo alguien llama al 112 por un accidente de tráfico, el Gobierno de Navarra, quien gestiona las llamadas de emergencia, siempre derivará la incidencia a la Policía Foral. Una vez la Policía Foral se presente en el lugar de los hechos puede requerir el apoyo de agentes de la Guardia Civil. La Policía Foral siempre es la primera en trasladarse en cuestiones relacionadas con el tráfico, pese a que haya un cuartel de la Guardia Civil más cerca del lugar de la incidencia.
Diferencias salariales
Las diferencias entre los distintos cuerpos policiales de Navarra no solo están en las competencias, también en los salarios. Hace unos años la asociación JUSAPOL organizó varias manifestaciones por España reivindicando una equiparación salarial entre las policías autonómicas y las nacionales, aludiendo a que un ertzaina, un mosso o un policía foral cobraba más que un policía nacional o un guardia civil. Pero la realidad es que en Navarra un policía foral gana por hora menos que un agente de la Guardia Civil o de la Policía Nacional. Desde el Sindicato de la Policía Foral argumentan que, si bien a final de mes un policía foral puede tener una nómina más alta, “lo es porque trabajamos más horas; por hora cobramos un 20% menos que un policía nacional y un 14% menos que un guardia civil”. Y es que cabe recordar que los agentes de estos dos cuerpos siguen cobrando un plus por estar destinados en Euskadi y Navarra, que en el caso de la Policía Nacional es de 678, 61 euros al mes y en el de la Guardia Civil, 681 euros mensuales.
Una pasarela de la Guardia Civil a la Policía Foral
En caso de que se transfiera Tráfico a Navarra, la ley de policías de la Comunidad Foral aprobada en 2018 por Geroa Bai, EH Bildu con el apoyo de UPN, incluye una disposición para que los actuales agentes de la Guardia Civil puedan seguir desarrollando sus funciones gracias a una 'pasarela' legal que les permita pasar de ser funcionarios estatales a funcionarios autonómicos en los términos que acuerden el Estado y el Gobierno de Navarra en la Junta de Transferencias en la que se ejecute el traspaso de las competencias.
Esta pasarela permitiría aumentar el número de efectivos de la Policía Foral, que denuncian los sindicatos que no son suficientes para tener de forma exclusiva las competencias de tráfico. Además permitiría que agentes de Tráfico de la Guardia Civil tuviesen la posibilidad de quedarse en Navarra. Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles trasladan a este periódico podría ser una buena solución para que los cerca de 200 agentes de Tráfico sigan en la Comunidad Foral aunque “preferiríamos seguir siendo guardias civiles”. Y es que, asegura esta asociación “muchos agentes están ya arraigados en Navarra, tienen familia y vivienda y quieren seguir aquí”. Esta pasarela también la defienden los sindicatos de la Policía Foral que aseguran que no quieren que “ningún compañero, sea del cuerpo que sea, pierda su trabajo”.