La onda expansiva de lo sucedido en el Congreso de los Diputados ha llegado al Ayuntamiento de Pamplona. El grupo municipal socialista había anunciado a primera hora de la tarde que iba a retirar su propuesta de declaración para reprobar al alcalde de la capital navarra, Enrique Maya (Navarra Suma), por las declaraciones en las que achacaba un supuesto aumento de la inseguridad de la ciudad a delitos cometidos por menores extranjeros no acompañados. Tampoco apoyaría las declaraciones de reprobación del resto de grupos, e igualmente votaría a favor de las modificaciones presupuestarias planteadas por el equipo de gobierno local, que se debatirán en el pleno de este jueves por un valor de 27 millones de euros. Estas medidas de deshielo se han roto después de que los diputados de UPN en Madrid, que en principio iban a votar 'sí' a la reforma laboral, hayan desobedecido las directrices de Pamplona y roto la disciplina de partido, alineándose así al PP.
La portavoz de los socialistas de Pamplona, Maite Esporrín, había comparecido en una rueda de prensa acompañada por el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz explicando que estas dos decisiones se habían acordado tras conocerse el voto favorable a la reforma laboral de los dos diputados de UPN en el Congreso, Sergio Sayas y Carlos García Adanero.
Finalmente, la ruptura de la disciplina de partido por parte de esos dos diputados ha llevado al PSN a reconsiderar las medidas anunciadas: “Nosotros, el PSNPSOE, hemos cumplido, hemos apoyado la modificación de 27 millones de Pamplona y hemos retirado nuestra reprobación. Ante la deslealtad e incumplimiento de UPN votaremos a favor de la reprobación de Maya del resto de grupos municipales”, ha dicho Alzórriz en su perfil de Twitter.
Antes del sainete en la carrera de San Jerónimo, Esporrín había destacado que el deshielo era un “gran sacrificio” para “obtener un bien superior como es el acuerdo de la reforma laboral” que es “muy beneficioso para los trabajadores de este país”. “Ni Navarra Suma, ni UPN ni Maya merecen nuestro apoyo, pero sí todos los trabajadores de este país, que van a ver mejoradas sus condiciones laborales”, ha remarcado.
Preguntado sobre si el apoyo de UPN a la reforma laboral hubiera implicado algún otro compromiso, Ramón Alzórriz señaló que “el compromiso del partido es una negociación que se ha tenido por parte del Gobierno de España y el presidente de UPN, y serán otros los que tengan que definir si hay algo más en ese acuerdo o no”.
Maite Esporrín explicó que las “dificultades” que está teniendo el Gobierno de España para alcanzar los votos necesarios para aprobar la reforma laboral había hecho “imprescindible pactar con UPN” para que sus dos diputados en el Congreso apoyen la reforma.
Un acuerdo que implicaba la aprobación de las modificaciones presupuestarias para las obras pendientes por no haber presupuestos municipales aprobados en 2020 y que ascienden a los 27 millones de euros. Igualmente, suponía la retirada de la propuesta de declaración socialista para reprobar al alcalde de Pamplona, Enrique Maya.
Esporrín había explicado que esta decisión fue acordada ayer miércoles por el comité local del partido en Pamplona para conseguir la convalidación de un “acuerdo histórico” que ha contado con el visto bueno del Gobierno, los agentes sociales y empresarios y que va a permitir “modernizar el mercado laboral” y dejar atrás “décadas de precariedad”. Así, ha destacado, entre otras cuestiones, que la reforma laboral “reduce la temporalidad, refuerza la creación de empleo de calidad” y “pone freno a los despidos”.
La socialista ha precisado que este compromiso “no va más allá de estos puntos, no es un compromiso de estabilidad” con el gobierno municipal. Y se ha comprometido a “continuar trabajando en libertad apoyando cuantos asuntos sean buenos para Pamplona”. Igualmente, ha remarcado que no reprobar a Maya en este momento “no significa que hayamos cambiado de pensamiento” sobre las declaraciones del alcalde respecto a los menores extranjeros.
“El PSN siempre ha trabajado por apoyarles, reinsertarlos, darles formación y un futuro -a los menores extranjeros- y vamos a seguir trabajando en el mismo sentido”, ha afirmado Esporrín. “Esto es una cuestión puntual que no va más allá de la declaración de esta tarde”, ha insistido.
Preguntada si este acuerdo con UPN puede afectar a la relación con el resto de grupos del Consistorio, la socialista ha asegurado que han “actuado con honestidad y sinceridad en todo momento”. “Les hemos informado de la situación en la que nos encontrábamos y de la prioridad que sentimos en este momento en que la reforma laboral salga adelante”, ha insistido. “Por eso son conscientes y saben que es este momento puntual”, ha indicado Esporrín, que ha esperado que “en un futuro podamos seguir trabajando con el resto de la oposición y también con el equipo de gobierno”.
“No va a salvar” a Maya sino “beneficiar” a los trabajadores
Por su parte, el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, ha afirmado que la reforma laboral es un “buen acuerdo”, “histórico y necesario” y que “beneficia al conjunto del país y trabajadores”. “Se nos ha cuestionado si habíamos abandonado la O de obreros y hoy constatamos lo que siempre ha sido el PSOE, un partido garante de la defensa de los derechos y libertades de los trabajadores”, ha manifestado.
Alzórriz ha recalcado que “no se trata de salvar la reprobación de un alcalde, se trata de beneficiar a la clase trabajadora y desterrar la precariedad que la reforma laboral del PP, de Rajoy, dio a este país”.
“Que no se engañe nadie”, ha continuado Alzórriz, que ha asegurado que se trata de “un acuerdo de izquierdas” alcanzado con una “serie de partidos progresistas” que “suman 160 de los 176 votos” que han apoyado el decreto. Mientras que ha llamado la atención ante la “curiosa amalgama” de partidos que han votado en contra de la reforma laboral, entre los que están Vox, PP, EH Bildu, ERC y BNG.
Preguntado si este acuerdo con UPN puede afectar a las relaciones con el resto de partidos en Navarra, el socialista ha afirmado creer “que no” y ha añadido que los partidos que voten en contra de la reforma laboral “tendrán que pensar si lo que están haciendo es lo que la ciudadanía necesita”.