“Cuando el agresor te pide perdón, quieres creer que no va a pasar más; pero ocurre”

El Planetario de Pamplona acoge este jueves, día 30, a partir de las 20:00 horas, la presentación del libro ‘La niña y el lobo’, de la mano de las asociaciones Lunes Lilas y Andrea, que cada primer lunes de mes se reúnen para denunciar las agresiones machistas. Este es un caso más. Se trata de un relato, en formato diario, con el que su autora pretende “compartir una etapa de mi vida” que pasó hace 25 años, cuando tras ser madre con apenas 16 años se convirtió en una víctima de la violencia de género; y de ahí que el objetivo de esta publicación consista en “ayudar a mujeres que estén en una situación similar”. Ella es Amparo Sánchez (Jaén, 1969), más conocida en su faceta de cantante y como excabeza visible del proyecto Amparanoia. Sánchez visita ahora la capital navarra como escritora, feminista y como una mujer liberada que ahora puede contar aquel horror, invitar a la reflexión y animar a otras en esa situación a dejar atrás al lobo.

¿Qué le animó a contar su historia?

Sentía desde hace tiempo la necesidad de compartir esa etapa de mi vida y, ahora, creo que ha pasado el tiempo suficiente para hacerlo. El proceso no ha sido fácil, pero el objetivo, que es el de ayudar a otras mujeres, me ha ayudado a romper el miedo y la vergüenza. Me preguntaba qué pensaría la gente o mi familia y, a pesar de todo, creo que ha merecido la pena.

¿Por qué ha optado por escribirlo como un diario?

Yo escribía lo que me pasaba en un diario, pero un día decidí deshacerme de ellos en una hoguera de San Juan. Pero pensar en ellos me ayudó a acordarme de qué sentía, cómo me expresaba, y los recuerdos de aquello que me había marcado llegaron muy rápido. En esa época, fui madre con 16 años y víctima de la violencia de género. Y pensar en mi hijo, en ofrecerle una vida mejor, me dio fuerzas para salir de esa realidad. Por eso, aunque lo que cuente sea duro, creo que hay margen para la esperanza.

¿Cree que este libro puede chocar a quien tenga una imagen suya como cantante fuerte, muy reivindicativa?

En esto no hay estereotipos, aunque es cierto que era más joven cuando pasó. Hablamos de mi primera relación amorosa, y creo que a menudo aún creemos en esos patrones de amor romántico que nos llegan por el cine, la literatura o la televisión. A través de ellos, pocas veces se habla de la igualdad, sino que el hombre siempre está por encima.

Desde fuera, se corre el peligro de pensar que todo es muy fácil. Si te agrede, déjalo. Pero desde asociaciones de víctimas de la violencia de género insisten en que cada caso es muy complejo.asociaciones

Es muy complicado, sí, porque hablamos de una relación de pareja, en la que compartes un propósito de vida. Cuando el agresor te pide perdón, quieres creer que no va a pasar nunca más, que ha sido un mal sueño, que no va a volver a suceder. Pero sí ocurre, al poco tiempo y con más fuerza. Porque esto es progresivo. Y, a pesar de todo, te resulta difícil hablar a tus seres queridos de lo que pasa, socialmente no te sientes respaldada… No es fácil reconocer ‘Soy una mujer maltratada’. Y hacerlo es empezar a ver la solución.

¿Ha hablado de esto con su hijo?

Mi hijo es un hombre ya de 28 años y, por supuesto, leyó el primer manuscrito. Sentía que debía pedirles permiso a él y a mi hermana mayor para contarlo, y tuve el visto bueno de los dos, aunque me reconocieron que fue duro conocer algunas cosas al detalle. Pero me animaron a hacerlo, por si esto puede ayudar a alguna mujer.

Este lunes, la magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Pamplona, Ana Llorca, afirmó en una entrevista que los casos más graves de violencia de género no llegan al Juzgado. ¿Por qué cree que es así?en una entrevista

El tema de la denuncia es muy complicado, por el tiempo que pasa hasta el juicio, por el miedo a las represalias, por la falta de profesionales como jueces, terapeutas…

¿Cree que las mujeres confían en el sistema?

Pienso que no, que no se sienten respaldadas. No creen que vayan a arreglar así la situación, sino que la van a complicar. De ahí que muchas se echen atrás. En mi libro digo, por ejemplo, que ‘La denuncia no se anuncia’.

¿Le preocupa cómo se detectan agresiones en parejas muy jóvenes?

Hay un problema, y es que las nuevas generaciones no crecen en una igualdad real. La coeducación es un buen invento, pero creo que el niño se sigue sintiendo superior, y eso es algo que en las primeras relaciones queda patente. Y voy a poner un ejemplo sencillo: si la Liga de Fútbol fuera mixta, si la masculinidad no imperara tanto en el deporte y los logros de las mujeres no quedaran tan en segundo plano, quizá lograríamos que esos niños no crecieran con ese sistema tan patriarcal.

El sindicato CCOO aseguraba recientemente que la crisis ha reabierto la brecha laboral entre hombres y mujeres. A ellas les afecta más el paro y cobran menos. ¿Esto también ha afectado a la violencia de género?ha reabierto la brecha laboral

Sí, ha habido muchos recortes. La crisis ha golpeado fuerte y afecta al género. Y, en cuestión de violencia de género, hay muchos profesionales que hacen su trabajo de forma prácticamente voluntaria.

Usted en una entrevista confió en que, si llega una revolución, sería feminista. ¿La crisis la ha parado?

Creo que no. Mira lo que ha pasado con la Ley del Aborto, que ha sido un triunfo de las organizaciones feministas.

También ha asegurado alguna vez ‘Yo siempre he sido feminista’. ¿También hay feminismo de pose?

A mí me resulta raro que alguna mujer diga que no es feminista. Solo hay que estudiar un poco la historia para darnos cuenta de que sin las luchas feministas no tendríamos muchos derechos, como el voto o poder viajar solas. Hemos conseguido mucho organizándonos. Ahora muchos hombres me dicen que ellos también son feministas, y eso es maravilloso.