¿La inversión en Landaben es vital para Volkswagen? Desde el comité de empresa de la planta pamplonesa se hacen esa pregunta. Hay quien asegura que todo aquello que tenga que ver con la producción se mantendrá, y quien ya intuye un ajuste de las inversiones previstas (estaban acordados 820 millones hasta 2017) y una dilación de otras. La cuestión es cuáles, y esas cábalas son las que han vuelto a generar preocupación entre el personal, que compara la sensación de tensa espera que ha generado esta valoración incluso con la que se produjo al destaparse el escándalo de las emisiones trucadas.
Hasta el momento, y pese a la repercusión mundial de la polémica por el software en los motores diésel destapado en Estados Unidos y distribuido, como reconocieron en la compañía, en 11 millones vehículos de todo el mundo, desde la empresa y los gobiernos se había hecho un llamamiento a la calma sobre las inversiones previstas, y en especial desde el Gobierno central. No en vano, están en juego los 4.200 millones anunciados a repartir entre la planta de Seat en Martorell y la de Landaben hasta 2019. En el caso de Pamplona, el terreno está preparado para la producción del nuevo modelo de Polo, el A07.
Sin embargo, el anuncio de los responsables de la compañía ha establecido un nuevo panorama, porque ya se habla de las consecuencias del escándalo en las inversiones en general de la firma. El nuevo presidente del gigante alemán, Matthias Müller, ha afirmado que se revisarán “todas las inversiones planeadas y lo que no sea absolutamente vital será cancelado o retrasado”, además de aclarar que este proceso no se hará “sin dolor”. Por su parte, el presidente del comité de empresa mundial, Bernd Osterloh, ha reconocido que esta polémica no ha tenido por ahora efectos sobre el empleo, pero sí afectará a los beneficios y a los bonus del personal.
Desde UGT, que encabeza el Comité de Empresa de Landaben, reconocen la “preocupación” que han generado estas afirmaciones desde la Presidencia, porque decidir qué es prescindible y qué no es un terreno que se presta a la interpretación. No obstante, el presidente del Comité, Alfredo Morales, ha insistido desde Alemania en lanzar un mensaje de “tranquilidad” y se muestra convencido de que los ajustes en la inversión no afectará a los 820 millones (primero se anunciaron 785 en 2013, luego se amplió la cifra) ya consignados para preparar el A07. De ahí que entienda que la preocupación de la plantilla deba ser cómo afecta este escándalo “a las ventas del Polo”, pero no a los planes de la compañía para la planta de la capital navarra.
El representante de CCOO Eugenio Duque, por su parte, reconoce que, tras el nuevo anuncio de la cúpula de Volkswagen, “aún no sabemos qué puede pasar en nuestro centro”, pero considera que no tiene por qué afectar a las inversiones ya acordadas “salvo que haya una catástrofe”, y que el proyecto de fabricar el nuevo modelo de Polo, el A07, se mantiene: “Entendemos que sigue su curso”. Considera, en cambio, que la firma se puede replantear, en general, otros proyectos “faraónicos” con los que se busca “grandeza” pero no “beneficios”.
¿Se pueden ajustar los planes ya anunciados?
La cuestión ahora es si pueden recortarse los planes anunciados para Pamplona. Raúl Portillo, representante sindical de LAB en la planta, recuerda que ya hay inversiones realizadas, como el nuevo taller de chapistería (se está terminando el cerramiento exterior, y faltaría equipar la maquinaria), y otras ineludibles, como la nueva estación en la que se montan la carrocería y el motor. Otros conceptos, como la pintura, serían más suceptibles de demorarse al seguir empleándose la tecnología actual. Eso si se mantiene la apuesta por el A07 (que seguirá al actual A05GP, a la postre llamado A06), que, según puntualiza Portillo, al final dependerá de “una decisión empresarial”.
Este representante sindical insiste en la “incertidumbre” sobre estas previsiones, y también cree que afectará a la plantilla (en la actualidad, Volkswagen Navarra cuenta con unos 4.400 empleados y empleadas directos), y especialmente al personal eventual, porque augura ajustes en “mano de obra y material”. No obstante, desde Landaben se anunció recientemente que mantenía la previsión de producción de este año, para alcanzar los 299.589 coches. Pero desde la plantilla ya se mira más allá.