“Somos animales gregarios, pero ya no nos preocupamos por los demás”
“El éxito lo conseguí hace muchos años, siendo camarero. Para mí el éxito es levantarme y estar contento conmigo mismo. Era un camarero muy bueno, y con ese dinero podía pagarme mis estudios”. Goyo Jiménez (Melilla, 1970) es un humorista tendente a la reflexión, un “payaso” al que le gusta la historia y la física, un monologuista reconocible por su trabajos en televisión pero que, sobre todo, asegura que el teatro “es mi vida”. Esta mezcla es la que ha cobrado forma en su espectáculo Evoluzión que este domingo llega a Baluarte (19:00 horas) y para la que apenas quedaban entradas. Jiménez asegura que la obra asegura risas, pero también preguntas, y en ambas espera que el público encuentre cierta “liberación”.
Un humorista llenando Baluarte. ¿Tenemos ganas de reírnos?
Con mi anterior espectáculo, En verdad os digo, ya estuvimos en Baluarte y se vendió todo. Y sí, si la vida es una mierda, siempre hace falta reírse, así que ahora todavía más. Ya ni nos acordamos de cuando vivíamos con optimismo.
Usted se define como un payaso. ¿No teme el uso despectivo de la palabra?
No, es mi oficio, lo tengo asumido. Un payaso es una persona que decide vivir para hacer disfrutar a los demás, y yo vivo con ello. Ahora no puedes permitirte poner una mala cara, aunque por dentro estés cagándote en todo.
¿A un payaso cuesta que le tomen en serio?
Pues sí. Ahora estoy en Radio Siglo XXI y me gusta hablar de ciencia y del conocimiento, porque creo que divulgar el conocimiento hace que seamos más libres, pero la gente al final siempre espera la broma.
En una entrevista con Jot Down, por ejemplo, hacía referencia a referentes humorísticos como Ovidio o Aristófanes. Le admito que yo he pensado: ¿dónde me he metido?una entrevista con Jot Down
(Ríe). Claro, a mí también me gustan muchos humoristas actuales, pero tampoco hay que despreciar a los clásicos.
¿El humor se confunde con ligereza?
El humor no tiene nada que ver con la ligereza y, si me apuras, ni siquiera con la risa. Es una respuesta ante el dolor. La sonrisa era la respuesta del simio al terror y eso ha evolucionado: el humor hace que nos olvidemos de lo angustioso de la vida, así que lo que busca es alejarte del miedo.
¿Qué cree que ahora nos da miedo?
El hambre, el dolor pero, sobre todo, el futuro. La crisis es un estado de ánimo: antes, pedías un crédito porque creías que te iba a ir bien, y quien te lo daba también lo pensaba. Ahora, tenemos tanto miedo al futuro que nos olvidamos de vivir el presente. Yo, por suerte o por desgracia, he viajado mucho y he visto el dolor a mi alrededor. Ahora, por ejemplo, sufro por ver a mi padre apagándose por el cáncer.
Habla de la vida como una forma de vivir para los demás. Sin embargo, eso no casa con la sociedad actual, tan egoísta.
Absolutamente. Hemos vivido para cada uno. Somos animales gregarios, pero hemos perdido la capacidad de preocuparnos por los demás. Y hay que recordar que, por muy mal que nos vaya a nosotros, siempre hay alguien a quien le va peor. Cuando aquí nos iba bien, no había manifestaciones por la pobreza en otros países. Hemos deslocalizado la miseria, y esta solo nos molesta cuando la tenemos cerca. Yo estoy muy enfangado en proyectos humanitarios, y me han llegado a llamar aguafiestas, que es lo peor que te pueden llamar en España. Pero hay que ser conscientes de que la miseria ha existido, existe y existirá siempre.
Usted es monologuista, ha sido cuentacuentos, se ha involucrado en el teatro… ¿le gusta que le escuchen?
A mí lo que me gusta es hacer de medio, de médium, para que todos nos escuchemos. La única forma del ser humano de liberarse de sí mismo es el suicidio o la risa, y yo hago de médium para que no sea el suicidio.
¿Este tipo de humor puede hacerse en televisión?
Hoy en día, no. Si me preguntas si puede hacerse alta cocina en un burger, también te diría que no. Por eso hay que recurrir al teatro. El teatro es mi vida.
Sin embargo, ha estado muy presente en la televisión.
Soy un profesional de la comedia, del humor, y por eso estoy en la radio, he escrito… y todo depende de los proyectos. He estado en proyectos en la televisión que me han interesado [ahora colabora con el programa de La Sexta Zapeando] y otros a los que he dicho que no. Las cadenas son muy libres de hacer la televisión que quieran, y yo respeto a quien las ve y a los profesionales que la hacen, aunque, como persona, esos programas a mí no me interesen.